En Carlos Tejedor, provincia de Buenos Aires, dejarán de ingresar $5800 millones tras la enfermedad generada por la chicharrita en el maíz; los productores resignarán unos $208.000 por hectárea
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Unas 120 camionetas de alta gama, 10.000 hectáreas de siembra de maíz o más de 7000 vacas. Estas son algunas de las comparaciones que productores de Carlos Tejedor, en la provincia de Buenos Aires, realizaron para ilustrar las pérdidas estimadas en esta campaña en ese partido debido a la chicharrita. A pesar de que este distrito se encuentra entre las zonas menos afectadas, dado que la plaga llegó más tarde, ya se calcula que la merma es del 20% de la producción. Esto significa que los productores dejarán de percibir $208.000 por hectárea y el partido $5800 millones. La ciudad de Carlos Tejedor tiene 7500 habitantes; el distrito, en tanto, 14.000.
Por otro lado, hoy la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó que, por el recorte en la estimación de maíz para 2023/24, de 11,5 millones de toneladas en comparación con la proyección de enero, la pérdida en el mercado doméstico asciende a US$2045 millones. En tanto, la estimación de exportaciones cayó en US$1634 millones.
“Nunca le dimos la importancia que hubiera requerido y sin saber que nos iba a causar tanto daño”, indicó Dante Garciandía, productor de Carlos Tejedor. Detalló que, luego de revisar las experiencias de varias entidades del norte, y al tener toda el área de maíz sembrada, comenzaron a evaluar la situación en la zona para evitar “sorpresas desagradables” durante la cosecha.
La chicharrita es el vector de la bacteria spiroplasma, responsable del “achaparramiento del maíz” que afecta el rendimiento de este cultivo. Aunque esta enfermedad suele ser más común en el norte del país, en la última campaña, debido a las condiciones climáticas como la sequía y el calor, así como a la siembra escalonada y el aumento de la superficie cultivada con maíz tardío, se extendió a gran parte de la región agrícola central. Si bien los efectos más devastadores se dieron en áreas de Córdoba, Santa Fe, Tucumán y Chaco, también productores reportaron daños en otras zonas.
Garciandía señaló que para evaluar la situación realizaron un trabajo en conjunto con instituciones y profesionales, donde estimaron que los maíces de siembra de principios de enero, y en ambientes que tuvieron algún tipo de estrés (calórico, falta de lluvias y sin napa freática), podían perder más del 20% del rendimiento, tanto en producción de grano como en maíces que fueron a confección de silo para reservas.
Teniendo en cuenta esto, calcularon que se siembran 28.000 hectáreas de maíz tardío en el distrito de Carlos Tejedor con un rinde promedio de 6,5 toneladas por hectárea. Con una pérdida del 20% son 1,3 toneladas por hectárea y al productor le dejarán de ingresar $208.000 por hectárea. Se trata de una enorme pérdida principalmente para los pequeños productores no solo por el monto, sino porque no tendrán el maíz que tanto necesitan para el uso en su sistema ganadero. En el partido dejarán de ingresar $5800 millones. Son unas 120 camionetas de alta gama, 10.000 hectáreas de siembra de maíz o más de 7000 vacas. Para las camionetas Garciandía calculó un valor en torno de los $50 millones por unidad; en tanto, consideró $800.000 una vaca.
“Esto nos pone en alerta para informarnos y repensar la próxima campaña de maíz, con las recomendaciones que tanto realizan el INTA y demás instituciones sobre cómo actuar. La mejor acción es asesorarse con un profesional de confianza”, dijo.
Mapa
De acuerdo con la BCR, prácticamente todo el ajuste en la producción de maíz a nivel país es por el maíz tardío o de segunda. Según indicó, se espera para las variedades tempranas 22,8 millones de toneladas. En cambio, la producción del cereal tardío bajó de 36,1 a 24,7 millones de toneladas, una pérdida de US$2045 millones.
En términos regionales, la merma fue más notable en las zonas centro y norte del país. En la región centro, la BCR estimó una disminución de 6,5 millones de toneladas, un 16% menos que las proyecciones iniciales. Por su parte, la región norte experimentó una reducción de 3,8 millones de toneladas, equivalente al 61% menos en relación con enero.
El impacto en las exportaciones también es significativo. Proyectó las exportaciones de maíz para el ciclo 2023/24 en 31,5 millones de toneladas, una merma de 8,5 millones de toneladas versus una estimación de enero último.
“La revisión a la baja del volumen se ha conjugado con una caída de los precios internacionales de los granos, por lo que en valor las exportaciones proyectadas ascienden a US$6150 millones para el total de la campaña, el monto más bajo desde la 2019/20″, advirtió la entidad. El volumen que no se exportará equivale a US$1634 millones.
A pesar de esto, la BCR resaltó que el comercio y los embarques de maíz muestran niveles “inusualmente altos” para esta época del año. En los primeros dos meses de la campaña comercial, marzo y abril, se exportaron un total de 7,8 millones de toneladas, con un valor estimado de US$1565 millones. “Se trata del segundo mayor registro en volumen, solo por detrás de los 7,9 millones de toneladas embarcados en el primer bimestre de la campaña 2019/20, y el segundo mayor valor en dólares, solo superado por los US$1834 millones exportados en la campaña 2021/22, cuando se declara la guerra entre Rusia y Ucrania disparando los precios internacionales”, informaron.
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