Para el maíz en la zona núcleo hay que gastar un 40% más en dólares respecto del ciclo previo
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A las puertas de la siembra de granos gruesos 2021/22 en la región pampeana, se vislumbra una campaña con posibilidades de rentabilidad satisfactoria, pero que requiere bastante más inversión por hectárea que en ciclos anteriores.
Según datos de la plataforma AGBI (agbi.com.ar) el costo de la próxima implantación del maíz en la zona núcleo crecerá 40% en dólares respecto de la campaña previa, al pasar de 780U$S/ha a 1114U$S/ha entre implantación, protección, gerenciamiento y alquiler.
El principal motivo del aumento ha sido el fuerte incremento en el costo de la tierra. Un aumento general en los alquileres nominados en quintales de soja, sumado a la suba del precio del grano, apalancaron el costo del arrendamiento.
Entre los costos directos del maíz, influye mucho el aumento de precio de la urea, que pasó de 380U$S/t a 620U$S/t en 12 meses, y del fosfato, que creció de 452U$S/t a 840U$S/t. En menor medida, también influyó la suba de los precios de los agroquímicos. Así, los costos directos del cultivo (sin alquiler) ascienden a 578U$S/ha, un 40% más que en la campaña precedente.
Soja más cara para implantar
En soja también hay que inmovilizar mayor capital por unidad de superficie que en años anteriores, principalmente por el aumento del precio del glifosato (36% en dólares). También influyó el incremento del fertilizante fosfatado (86%).
La suma de estos efectos provoca un aumento del costo directo del cultivo del 29%, al pasar de 266U$S/t a 344U$S/ha. Si se contempla el alquiler, llevar adelante un cultivo de soja en zona núcleo requiere una inversión estimada en 880U$S/ha.
El girasol presenta un similar aumento porcentual entre campañas. La inversión requerida para llevar adelante el cultivo en el ciclo 2021/22 será de 858U$S/ha, con un crecimiento en los costos directos del 28%, al pasar de 253U$S/ha a 323U$S/ha.
A las estructuras de costos mencionadas se les deben agregar los gastos comerciales y de cosecha, que son variables y se determinan a la hora de recolectar y comercializar los granos. Para la soja y el girasol se pueden estimar en torno al 17% del ingreso bruto y en maíz, del 20% para una distancia de 300km al puerto.
Gasoil vs inflación
Los costos agrícolas que han subido en menor proporción en los últimos tiempos son el gasoil, las labores y los fletes, aunque todos superaron a la inflación, que resultó del 44,4% en los últimos 12 meses. En la campaña anterior, el gasoil valía 52,9$/l en esta época del año vs los 84,9$/l que cuesta actualmente (aumento del 60,4%). Por carácter transitivo, las labores que se valoran en litros del combustible siguieron el mismo camino.
Los fletes para 300 kilómetros se pagaban 1553$/t en septiembre de 2020 vs 2745$/t en la actualidad (aumento del 76,7%).
Como conclusión se puede afirmar que el aumento de costos que sufren los productores agrícolas resalta la importancia de asegurar, con coberturas anticipadas, los buenos precios que se ofrecen para los granos en los mercados a término. Con esa variable asegurada, se puede alcanzar rentabilidades aceptables para maíz y soja. El fuerte aumento en las inversiones requeridas para llevar adelante los cultivos invita a tomar, al menos en forma parcial, precios en forma anticipada que permitan asegurar las estructuras de costos.
El autor es analista de mercados de AZ-Group
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