El aumento de los precios internacionales se conjuga con la incertidumbre local, que apalanca subas en el mercado interno
- 3 minutos de lectura'
En julio pasado, los precios de la urea mostraron un importante rebote, luego de diez meses de bajas prácticamente ininterrumpidas. En el valor FOB en Medio Oriente hubo aumentos de 49US$/t, para llegar a 334US$/t.
Las causas principales de esta suba “son los recortes de la producción en el sudeste asiático y parte de África, mientras que la demanda de Estados Unidos y China se extendió por las malas condiciones climáticas del inicio de la campaña”, explica Jeremías Battistoni, analista de AZ-Group.
Estos sucesos activaron nuevamente una demanda que estuvo retraída por largo tiempo en un entorno de precios a la baja. “En un mes donde estacionalmente se ven los precios más deprimidos del año, julio sorprendió con subas”, destaca el profesional.
En el mercado doméstico comenzaron las compras estacionales y los precios subieron a 635US$/t hasta fines de junio. Luego, las cotizaciones siguieron aumentando en un contexto de incertidumbre.
“Las nuevas reglamentaciones impuestas a través de la ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva sobre tipo de cambio para la importación y las modificaciones de aranceles a actividades asociadas, como el transporte marítimo, generaron ruidos en la cadena comercial”, critica Battistoni.
Si bien las reglamentaciones dejarían fuera a “insumos y bienes intermedios vinculados en forma directa a productos de la canasta básica”, el alcance no es claro y los precios internos se vieron empujados en forma directa o indirecta a la suba.
Como resultado de lo expuesto, “el precio de la urea a principios de agosto llegó a 735US$/t, con alta volatilidad”, cuantifica Battistoni.
Relaciones insumo/producto
De cara a la siembra de granos gruesos, la implementación de un programa especial con un dólar de 340 pesos abrió la posibilidad de comprar urea con una buena relación de cambio con el maíz y el girasol.
“A principios de agosto se necesitaban 3.2 kilos de maíz para comprar uno de fertilizante, similares a lo que se requerían a principios de junio, cuando el tipo de cambio para el cereal era menor. Así se ve como el aumento de precios de la urea en el mercado local compensó la mejora en los precios del cereal”, razona Jeremías. Algo similar ocurre con el girasol, que mostró una recuperación importante de precios con el nuevo tipo de cambio.
Fertilizantes fosfatados
Las subas en los fertilizantes fosforados fueron menos abruptas en los últimos meses. En agosto, el fosfato diamónico cotiza a 510US$/t en el Golfo.
En el mercado interno se importaron volúmenes menores a los de años anteriores y el producto se vende con precios del orden de los 930US$/t a retirar del puerto, con pocas operaciones.
Con estos precios de fosfato diamónico, las relaciones insumo/producto con el maíz se muestran 2% más favorables con respecto al promedio histórico y 6% menos favorables para el girasol. Las relaciones con la soja resultan 1% menos convenientes respecto del promedio histórico.
En síntesis: durante el mes de julio, una sucesión de rumores y expectativas sobre tipos de cambio diferenciales y aranceles de importación cortaron las cadenas de suministro de fertilizantes. Los proveedores restringieron oferta a la espera de reglas de juego claras en un entorno ya dificultoso para el sector importador. En la medida que transcurrían las semanas, la incertidumbre se trasladó a precio. Así la cotización de la urea pasó de 495US$/t en junio a los 735US$/t actuales.
LA NACIONOtras noticias de Comunidad de Negocios
Más leídas de Campo
“No te queda otra”. Un productor le preguntó a Caputo por las retenciones y el ministro lo mandó a “seguir viendo Chapaleufú y corriendo carreras”
“Muchas precauciones”. Una guía rápida recomienda cómo sembrar la soja 2024/2025 con eje en la calidad de la semilla
Tras el enojo en el campo con Caputo. Milei insistió que la competitividad se logra con la baja de impuestos
Buena noticia para el maíz. La plaga de la chicharrita sigue ausente en casi el 90% de un monitoreo de localidades