Ricardo Roquette llegó desde Lisboa para desempeñarse en un establecimiento que apostó en Salta al crecimiento de la agricultura y la ganadería; se metió en el gremialismo y hoy es tesorero de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA)
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El portugués Ricardo Roquette tenía 24 años cuando se tomó un avión hacia la Argentina para dar un giro en su vida. Había vivido siempre en Lisboa, una ciudad de más de 500.000 habitantes, y ahora se mudaba a un campo en el norte argentino, un lugar desconocido para él, con la intención de empezar a producir porotos y quedarse a vivir allí durante unos cinco años.
“Fue un cambio radical. De repente me encontré viviendo en el medio de la nada”, dijo. El establecimiento donde se instaló está ubicado a 50 kilómetros de Las Lajitas, una ciudad al este de la provincia de Salta. En esa época, Roquette era estudiante de agronomía en una universidad de Lisboa y hacía unos años había estado en la Argentina en un viaje de turismo con amigos por el sur, pero no conocía el norte.
“Siempre me gustaron los desafíos y para mí este era uno muy interesante. Disfruto mucho de viajar y conocer cosas nuevas y esto para mí era como una aventura a cinco años”, relató el portugués. Sin embargo, lo que inicialmente sería temporal ha llegado a ocupar ya más de la mitad de su vida. Está a punto de cumplir 50 años, lo que significa que ha vivido la misma cantidad de tiempo en ambos países y no tiene intenciones de regresar. Además, desde noviembre del año pasado es tesorero de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Cuando llegó a Las Lajitas, el campo de unas 35.000 hectáreas solo tenía 900 aptas para la producción. Poco a poco en la compañía portuguesa fueron ampliando los límites productivos. Comenzaron con agricultura e inversión en riego. En ese momento no había accesos adecuados al campo y el casco solo contaba con una casa sin electricidad. La empresa tuvo que construir un planteo productivo desde cero en una zona prácticamente virgen.
Inicialmente se realizaron inversiones para llevar a cabo algunas campañas agrícolas en las áreas despejadas. Posteriormente se decidió explorar la ganadería para aprovechar las tierras del monte y compensar así los años de baja productividad en la agricultura. El proyecto contempló una ganadería integral, incluyendo cría, recría, terminación a corral y cabaña. Actualmente están en un proceso de reconversión con proyectos de bonos de carbono. Y cultivan maíz, chía, sésamo, poroto mung y algodón.
“La Argentina tiene bastantes similitudes culturales con Portugal, pero lo que me fascina de este país es que tiene un sector productivo donde se comparten muchos conocimientos. Además, las grandes extensiones productivas, los amplios proyectos con los que cuentan las empresas y la adaptación rápida de la tecnología. Es fascinante”, comentó. Indicó que cuando llegó la siembra directa apenas estaba empezando. Mientras en la Argentina este sistema avanzó rápidamente, en Portugal seguía siendo un avance lento.
Con los años, Roquette armó su vida en el país, se enamoró de una salteña, Magdalena, con quien tuvo cuatro hijos. También está muy involucrado en la actividad gremial. Comenzó a participar cuando surgió la controversia por la resolución 125 de 2008 de retenciones móviles. Sintió la necesidad de defender el proyecto y el sector. Primero se unió a la Sociedad Rural de Salta (SRS), donde comenzó como vocal y luego fue secretario. Con el tiempo se involucró en Prograno, que más tarde se transformó en Federsal, entidad que agrupa a la SRS, Prograno, Grupo Lajitas y Legumbres del NOA y tiene representación en CRA.
Impulso
Hace dos años lo invitaron a formar parte de la mesa ejecutiva de CRA como representante de Federsal y en noviembre de 2023 fue nombrado tesorero de CRA. “Cuando se armaron las listas, Carlos Castagnani (actual presidente de CRA) me dijo que quería que fuera tesorero. Yo no quería ningún rol ejecutivo porque estaba en Salta, pero él insistió en que aceptara el desafío porque creía que podría modernizar la tesorería. Así que fue otro desafío que acepté”, dijo Roquette.
Señaló que su trabajo se enfoca en la modernización. “No se trata de ganar dinero, sino de hacer actividades gremiales”, enfatizó. En este nuevo rol lo que buscará es “dejar las cuentas ordenadas, pero que CRA pueda participar y acompañar a todas sus confederadas con presencia de su CD. También que ingresen fondos a las confederadas que puedan dentro de sus provincias seguir haciendo sus gestiones gremiales”.
Por otro lado, se refirió a la situación del sector. “Los principales desafíos que enfrenta el sector agropecuario son las retenciones y la reducción de la carga impositiva que pesa sobre el productor. Además, hay problemas de coyuntura, como el tema de Visec [plataforma para garantizar que la soja y la carne que llega a Europa es libre de deforestación], al que CRA está adherido, y no estamos completamente de acuerdo con las barreras arancelarias que impone la Unión Europea”, dijo.
“Otro punto de discusión es la identificación electrónica obligatoria del ganado, una medida con la que no estamos totalmente conformes, ya que creemos que no beneficia a todos los productores y que no debería ser obligatoria, dado que ya existe un sistema de identificación en funcionamiento”, agregó.
Por último, en relación a las retenciones, concluyó: “La Argentina es uno de los pocos países que aplica retenciones a las exportaciones agropecuarias, lo cual nos pone en desventaja en comparación con otros países agroganaderos a nivel mundial, que no tienen retenciones y logran aumentar su producción. Parece haber algo que no estamos entendiendo correctamente en nuestra política agropecuaria”.
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