Luego del desperdicio de miles de kilos en Entre Ríos por parte de los productores, en el gobierno provincial indicaron a LA NACION que la situación se podría haber evitado si se hubiera avanzado con el ingreso del producto a ese país
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Tras el desperdicio de miles de kilos de mandarinas por parte de productores de Entre Ríos debido a los bajos precios, caída del consumo y una industria colapsada de mercadería, en diálogo con LA NACION fuentes del gobierno provincial manifestaron que parte de esta situación podría haberse evitado si se hubieran logrado avances en la apertura del mercado de Estados Unidos para la producción. Aseguraron que esta oportunidad estuvo cerca de concretarse en 2019, pero se estancó durante el gobierno anterior.
“Conocemos el problema. No es tanta la fruta que se está tirando, hay situaciones puntuales por un exceso de producción, un mercado de frescos muy deprimido y las fábrica de jugos que no dan abasto”, explicaron fuentes del gobierno entrerriano respecto a la cruda realidad que enfrentan los productores en “El pueblo de las mandarinas”, como se conoce a Villa del Rosario. Esta zona lidera la producción en Entre Ríos, con aproximadamente 150 millones de kilos producidos por unos 400 productores en unas 5000 hectáreas.
En las últimas semanas se publicaron imágenes de camiones descargando miles de kilos de mandarinas en basurales locales, reflejo de esta situación complicada. Frente a ello, en la Asociación de Citricultores de Villa del Rosario habían explicado que con precios entre $40 y $50 por kilo los productores no logran cubrir los costos de producción.
En el gobierno provincial señalaron que “este problema es en parte resultado de no haber avanzado en la apertura de Estados Unidos, que estaba casi lista en 2019 y todo el gobierno anterior no trabajó nada en la apertura de Estados Unidos para la fruta fresca, que sería una salida muy importante, como la que tiene Uruguay hoy que también tuvo sobreproducción y con el mercado de Estados Unidos les sirve de buffer para todo eso”.
En noviembre del año pasado, el anterior gobierno emitió un comunicado informando que las entonces Secretarías de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería habían presentado ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) un reclamo por la demora injustificada en la apertura del mercado de Estados Unidos a los cítricos dulces de la Argentina. Según detallaron, esta cuestión se había planteado en “numerosas ocasiones a nivel bilateral, reiterando que este producto es la prioridad número uno en las negociaciones de apertura con EE.UU., y que por ser contraestación no representa riesgo alguno para la producción norteamericana”.
Contexto
En este contexto, en Entre Ríos, que es la segunda provincia productora de mandarinas, lamentaron la pérdida de “la oportunidad de seguir invirtiendo en plantas para jugo debido a la alta demanda y los buenos precios que se espera que continúen debido a los problemas de HLB en Estados Unidos y Brasil”.
“Hay que mirar hacia adelante. Estos problemas se solucionan con la apertura de mercados en los que estamos trabajando con el gobierno nacional y cancillería. La Secretaría de Economía de Entre Ríos está trabajando para avanzar en la apertura de Estados Unidos. La India es otro país en el que estamos trabajando para cerrar los últimos pasos que faltan para la apertura comercial y más inversión en plantas de jugos. Ese es el camino”, manifestaron.
José Carbonell, presidente de la Federación Argentina del Citrus (Federcitrus), destacó el potencial del mercado citrícola estadounidense, ejemplificado lo ocurrido con el limón, donde se convirtió en el segundo cliente más importante y podría alcanzar el primer puesto este año. Esta situación se debe a la baja en la producción de limón norteamiercano, lo que ha permitido a la Argentina satisfacer sus compromisos.
En cuanto a los cítricos dulces, en Florida, el principal productor de EE.UU., perdió el 90% de su producción debido al HLB. A nivel mundial la producción de cítricos ha disminuido de 70 a 40 millones de toneladas en las últimas dos décadas, lo que ha elevado los precios de las naranjas y ha hecho más atractiva a la industria de este producto. En este contexto, se prevé un aumento en la superficie plantada de naranjas destinadas a la industria, impulsada por los buenos precios de la fruta fresca y sus subproductos.
Destacó que actualmente los productos derivados de la industria tienen mayor valor que el producto fresco. “La disminución en la producción debido al HLB en Florida, centroamérica, México y Brasil ha ocasionado un incremento en los precios y en la demanda de estos derivados industriales. El problema radica en que en el NEA, durante muchos años, la capacidad de molienda se mantuvo estática: no hubo inversiones ni ampliación de la capacidad de molienda. Por lo tanto, en un año donde la producción ha aumentado de manera generalizada y las fábricas son más atractivas, estas no están dando abasto”, explicó.
Por otro lado, destacó los problemas que hay con el tema de las restricciones por controles que hay para epxortar. “El mercado externo de la fruta es restrictivo porque en el caso de Europa el protocolo fitosanitario a veces se usa de manera paraarancelaria y España, que es el país que más defiende su citricultura, actúa como comisario fitosanitario de todas las importaciones de Europa”, dijo.
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