Permite no sólo aprovechar un recurso estacional rico en nutrientes, sino que, además, se reducen los efectos negativos sobre el ambiente (suelo, agua y aire)
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Cuando una fruta u hortaliza alcanza un alto grado de madurez no se puede comercializar como tal y es ahí que aparece una gran oportunidad para utilizarlas en la producción de leche o carne con bajos costos, debido a que son productos o residuos de descarte que no tienen otro uso.
La utilización de los cítricos (naranjas, limón, etc.) en sus diversas formas (fruta fresca, bagazo o ensilado y pellet de pulpa) permiten no sólo aprovechar un recurso estacional rico en nutrientes, sino que, además, se reducen los efectos negativos sobre el ambiente (suelo, agua y aire).
El bagazo (residuo de frutas frescas) se caracteriza por tener altos niveles de agua (mayor al 80%), de carbohidratos solubles (azúcares simples) y estructurales (hemicelulosa, celulosa y pectina) fácilmente fermentecibles en rumen, generando ácido propiónico y acético, respectivamente, aunque los niveles proteicos son bajos.
En orden de preferencia y calidad nutricional del bagazo de mayor a menor se ubican limón, pomelo, naranja y, finalmente, la mandarina. Esta última posee el mayor contenido de aceites esenciales que le confieren al material un olor desagradable para los animales, por ello, se trata de evitar su uso, aunque en la medida que se lo mezcle con forrajes fibrosos (pajas) u otro tipo de cultivos (maíz o sorgo), se logran silajes de buena calidad.
Otra forma muy interesante para usar los cítricos son los pellets de pulpa. Porque conservan muy bien la calidad original, por la simpleza en el manejo y mayor conservación (manteniéndolos en ambiente seco) y porque permiten ser trasladados a grandes distancias y ser comercializados. Esta alternativa permite concentrar los azúcares (energía), aromas y licores y las proteínas.
En cambio, para conservar al bagazo se debe ensilar o suministrarse fresco, aunque ésta última alternativa no es recomendable porque se descompone rápidamente desarrollando hongos y malos olores.
Almacenamiento y distribución a los animales
Existen dos formas de almacenar y suministrar la pulpa de cítricos (limón, pomelo, naranja y mandarina).
Fresca
Se puede descargar la pulpa fresca en una ensenada o loma. Siempre es mejor que el suelo esté entoscado o sobre una loma plástica (similar a la que se usa para tapar los silajes). El aprovechamiento se hace en “autoconsumo” con un alambre eléctrico.
Para ello es conveniente desarmar henos (rollos o fardos) sobre el piso y volcar la pulpa sobre los mismos, con varios objetivos: a) absorber los efluentes, b) reducir la formación de barro y c) que no se pierdan los nutrientes en los jugos. Además, el heno aportará fibra para mejorar el proceso de rumia. También se puede distribuir con una pala mecánica en grandes comederos.
Ensilado
Se puede lograr muy fácilmente el proceso de fermentación en el ensilado del bagazo, con mínimas pérdidas de material, tapándolo siempre con polietileno. En diferentes experiencias de campo se observa que el bagazo fermentado posee mayor aceptación por parte de los animales que el fresco.
Calidad de la pulpa o bagazo de cítricos
Las principales características nutricionales del bagazo de citrus (limón, pomelo, naranja y mandarina) son:
- Bajo porcentaje de materia seca: 14 a 25% de materia seca (MS)
- Moderada a alta concentración energética: 2.6 a 3.4 Mcal EM/kg de MS
- Alta degradabilidad ruminal: 72 a 94%
- Bajo contenido proteico: 7 a 10% PB
- Moderada degradabilidad de la fibra: 16 a 40 %
- Rico en calcio: 0.54%
- Rico en vitaminas
Frutos enteros frescos y pulpas de naranjas y limón
La naranja fresca, aparte del elevado grado de humedad, es rico en azucares solubles (50% MS) y pectinas (20% MS). El limón tiene menor contenido en azucares (26%) y mayor de pectinas (27%) que las naranjas y mandarinas . En todos los casos, son muy palatables y muy bien aceptados por los animales.
La pulpa es el residuo que queda tras la extracción del zumo en la industria y constituido principalmente por la piel, semillas y las membranas internas del fruto. Para facilitar el proceso de extracción, en las industrias, se le añade agua por lo que el contenido en humedad es semejante al producto fresco.
La pulpa, debido a que está triturada, se ensila fácilmente, sin necesidad de utilizar ningún tipo de tratamiento, una vez amontonado y protegido de la lluvia y el aire, a los 20 días estará el pH (acidez) completamente estabilizado. Como forma de disminuir la cantidad de efluentes conviene mezclar el ensilado de pulpa con paja de cereales, que retendrán la humedad y aumentarán la fibra efectiva del ensilado.
El autor es nutricionista de INTA Bordenave, afmayer56@yahoo.com.ar
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