En Gualeguaychú, el Grupo Bermejo produce madera de eucaliptus con un modelo de negocios que incluye el manejo por ambientes y el sistema de plantación directa
Es una apuesta fuerte. "La Argentina tiene ventajas naturales para la forestación, pero está muy atrasada respecto de otros países sudamericanos. Como empresa, llevamos diez años en la producción y comercialización de madera de eucaliptus y tenemos una amplia experiencia. Por eso, nos gustaría contribuir al crecimiento del sector", dijo Marcos Pereda, presidente del Grupo Bermejo, un holding especializado en la gestión y administración de empresas agropecuarias familiares. Y subrayó: "Lo más interesante es la renta, que triplica a la ganadera y en muchas zonas duplica a la agrícola".
En 2007, el grupo adquirió el establecimiento El Potrero de San Lorenzo, ubicado a 20 km de Gualeguaychú, Entre Ríos. "Con nuestro perfil, lo que nos atraía del campo era el potencial ganadero. Había 2300 hectáreas forestadas, pero estaban deterioradas por décadas de extracción sin manejo adecuado. Al poco tiempo, vimos la oportunidad de orientarnos a maderas de alto valor y el rubro se convirtió en el driver del negocio", contó.
Para Agustín Dranovsky, CEO del grupo, un paso clave para el éxito fue la puesta en marcha de un plan maestro. "Conocimos a Gustavo Cetrángolo, consultor forestal, quien nos presentó distintos modelos de negocios. Uno era producir maderas finas para pasteras y fábricas de tableros, que requiere unos ocho años para la tala rasa. El otro apuntaba a maderas aserrables para la construcción y la industria de palets, que demanda diez a once años, pero cuyos mejores precios justifican la espera", recordó.
Otra cuestión que se consideró es que en la Mesopotamia argentina, excelente para el eucaliptus, hay numerosos aserraderos, pero no se cuenta con un mercado de pulpas desarrollado como en Brasil, Uruguay y Chile. En ese sentido, en los últimos 20 años hubo grandes inversiones en plantas celulósicas en los países vecinos, pero las crisis económica de 2001 y el conflicto de las pasteras ahuyentaron los capitales del territorio nacional. "Finalmente, decidimos producir rollos para aserraderos y destinar las partes finas del árbol, un 20%, para pulpa o tableros", afirmó Dranovsky.
Expertos en árboles
La firma debió sortear varios desafíos para aprovechar a pleno la aptitud forestal del campo, ubicado en el límite sur de la región agroecológica del eucaliptus. "Fue necesario desarrollar genética propia adaptada a la zona. Es algo en lo que no puede haber errores porque cualquier inversión es a diez años", apuntó.
A esto se sumó el manejo por ambientes, que maximizó la producción por hectárea, además de un sistema de "plantación directa" que dejó atrás la tradicional quema de residuos, ganando sustentabilidad. "Decidimos plantar entre los gruesos tocones de eucaliptus que quedaban del monte anterior, porque sacarlos era muy costoso. Para ello, utilizamos un despejador, que separa las ramas del suelo y lleva atrás una rastra que hace el laboreo simultáneamente. Así, ahorramos tiempo y bajamos costos", detalló.
Otro reto fue la lejanía del cluster forestal de Concordia. "No había contratistas cerca, se traían incluso desde Corrientes. Hubo que desarrollarlos y capacitarlos para llevar adelante las nuevas técnicas de manejo, de modo de contar con madera de calidad homogénea", subrayó.
Todos estos avances permitieron estabilizar la oferta y pasar de la comercialización del monte en pie a puesto en camión o destino. "Desde la compañía, coordinamos las tareas entre contratistas, transportistas y clientes, todo ello mediante acuerdos de largo plazo", enfatizó el CEO.
Esta estrategia contribuyó a que en menos tiempo de lo previsto se duplicaran las ventas a 80.000 toneladas al año, además de triplicarse la cartera de clientes. "Los aserraderos son pymes, no es como vender a cerealeras, hubo que analizar el riesgo crediticio y aprender a gestionar la cobranza. Por nuestra parte, nos especializamos en producir el árbol que ellos precisan, hasta qué diámetro debíamos engrosarlo: un beneficio para todos", indicó.
Una de las fortalezas de la diversificación de El Potrero se demostró cuando cayeron los precios internacionales de los granos. "Aun cuando la forestación no había llegado a su potencial, nos sostuvo todo el esquema", aseguró Dranovsky. Como contrapartida, en el último año hubo un freno en la construcción, que afectó a la madera. "El sector se está empezando a reactivar. De cualquier modo, el eucaliptus sigue creciendo, se pueden postergar las ventas y la cuestión pasa a ser sólo financiera", señaló.
En vista del aumento de producción que tendrá el establecimiento en el corto plazo, el próximo paso será exportar a China, un mercado enorme para maderas, inaugurando los envíos argentinos del rubro al gigante asiático. "Uruguay ya lo está haciendo. Los importadores chinos piden la base del rollo, que es la de mayor diámetro, mientras que sólo algunos aserraderos locales cuentan con tecnología para procesar ese tipo de materia prima", aseguró Dranovsky.
Crecer con el sector
Pereda piensa que es hora de darle mayor escala al rubro forestal. "Estamos armando un fondo para hacer plantaciones en Corrientes, donde el crecimiento del eucaliptus es de los más altos de la región y, por ende, se maximizaría la renta. Se puede participar con campos y con capital, con retornos de entre 15 y 20% en dólares. Es una inversión muy sólida, a prueba de inflación y devaluación, que está muy difundida en el mundo. Queremos impulsar esta movida en el país", planteó.
Desde 2000, la superficie forestada argentina se estancó en 1,1/1,2 millones de hectáreas, mientras que Uruguay no alcanzaba las 650.000 y hoy posee prácticamente la misma que nuestro país. La balanza comercial nacional es deficitaria en US$ 600 millones, básicamente por la importación de papel y cartón, cuando hay potencial para ser exportadores netos, con ingresos por 2000 millones de dólares.
"Podríamos triplicar el área forestada, generando 350.000 nuevos puestos de trabajo en el interior", finalizó Pereda.
Generaron una red de contratistas
En pleno conflicto por las pasteras, cuando muchos forestadores paralizaban sus inversiones, el Grupo Bermejo lanzó un plan maestro para obtener madera de eucaliptus.
"La estrategia se orientó al mercado. El Potrero no produce el árbol de manual, lo hace a medida del cliente", dijo el Ing. Agr. Gustavo Cetrángolo, consultor forestal. Y explicó que "muchos se enfocan al eucaliptus de gran diámetro, pero cuando llega al aserradero, no es lo que se esperaba ni se dispone de máquinas para trabajarlo. El principal destino son los pallets, que requiere rollos medianos".
La cuenca del eucaliptus cuenta con 340 aserraderos, la mayoría pymes familiares a las que no les resulta fácil acceder a la tecnología. "El Potrero incorporó prácticas de avanzada, desarrolló contratistas y clientes y logró productos diferenciados", aseveró.
Para Cetrángolo, la clave es la gestión. "No es lo mismo plantar en septiembre que en noviembre, porque hubo problemas operacionales. Se producen pérdidas de calidad. El sector opera en áreas marginales, generalmente con mano de obra poco calificada", advirtió.
Con estrategia y buena ejecución logran los objetivos
Plantearon el negocio forestal mirando las necesidades del mercado. Así definieron el producto para después implementar un manejo novedoso en la plantación con una estricta coordinación de las tareas
Plantan en directa
Implementaron un sistema de plantación directa en lugar de la tradicional quema de residuos. Plantan entre los tocones que quedaban del monte anterior, porque sacarlos es muy costoso. Utilizan un despejador. Así ahorran tiempo y bajan costos
80%
Para rollos
Del árbol del eucaliptus destinan el 80% para producir rollos para aserradero. El 20% restante, las partes finas del árbol, es destinado para pulpa o tableros. En la Mesopotamia argentina no se cuenta con un mercado de pulpa desarrollado como en Brasil
Prueba genética
Para aprovechar a pleno la aptitud forestal del campo, ubicado en el límite sur de la región agroecológica del eucaliptus, desarrollaron genética propia adaptada a la zona. Cualquier error en la elección de plantines sale caro porque son inversiones a diez años
20%
Renta forestal
El retorno calculado para las plantaciones en Corrientes, donde el crecimiento del eucaliptus es de los más altos de la región, es del 15 al 20% en dólares. Prueba ser una inversión muy sólida frente a la inflación y la devaluación, que está difundida en el mundo
Contratistas
Por la lejanía del cluster forestal de Concordia y no tener contratistas cerca, tuvieron que desarrollarlos por su propia cuenta. Los capacitaron para llevar adelante las nuevas técnicas de manejo, de modo de contar con madera de calidad homogénea
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