Para Martín Nava, analista financiero de AZ-Group, “es tal la incertidumbre cambiaria y la presión devaluatoria que conviene mantener en stock los granos para ganar con la potencial diferencia del tipo de cambio”
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La mejor alternativa para financiar la compra de insumos para la siembra de granos gruesos 2023/24, para quien carezca de los fondos necesarios luego de una mala campaña 2022/23, es el endeudamiento en pesos mediante el uso de tarjetas agropecuarias, cheques de pago diferido o prestamos de evolución. Estas alternativas resultan más convenientes que los créditos en dólares o los canjes de insumos por grano a cosechar en el otoño de 2024.
Al pasar revista a la financiación que ofrecen las tarjetas agropecuarias, Martín Nava, analista financiero de AZ-Group, destaca que AgroNación es la que ofrece plazos más largos para el repago (hasta un año) y tasas de interés muy bajas: 107% nominal anual, cuando el solicitante no conserva más del 5% de su última producción de soja. También se ofrece diferir el plazo del cupón hasta 18 meses con una tasa del 98% anual, pero con amortizaciones mensuales de capital. Esta característica “lo hace más adecuado para el tambo que para la producción de granos”, distingue Nava.
Le sigue el Banco Provincia de Buenos Aires, con su tarjeta Procampo, que también permite largos plazos de repago. Recientemente, el banco lanzó la Procampo Digital, que da la posibilidad de financiar insumos a 180 días con una tasa del 62% nominal anual, la mejor tasa del mercado, siempre en los casos de los productores que no conservan más del 5% de la cosecha de soja.
“Es un plazo que permite llegar bien a la amortización con una cosecha de girasol, por ejemplo, y con la fina cosechada y eventualmente cobrada”, razona el experto. Esta tasa se aplica a insumos comprados a YPF Agro, que pueden ser combustibles, fertilizantes, herbicidas, etc.
Dentro de la banca privada, Nava destaca la plataforma Nera de pagos y financiamiento del agro, que otorga plazos de hasta siete meses con amortización trimestral o cuatrimestral, con una tasa del 107% nominal anual. Cuando los productores agotan sus márgenes de compras con las tarjetas, pueden desarrollar un espacio de negocio a través del pago de insumos con cheques de pago diferido con algunos proveedores de insumos, con tasas que van del 90 al 98% y con plazos de hasta 180 días.
Otra posibilidad son los préstamos para evolución, a 180-210 días, con pago de capital e intereses al vencimiento, con una tasa del 109% nominal anual. “Los productores que retienen más del 5% de la cosecha de soja en stock deben pagar tasas del orden de 140% anual”, diferencia el experto.
Créditos en dólares y canjes
Las tasas nominales en dólares son mucho más bajas que las de pesos, pero Nava no las recomienda porque “quien las toma queda fuera del arbitraje favorable que propone el Rofex actualmente”. Para todas las posiciones futuras de este mercado “hay una tasa implícita en pesos que devenga un rendimiento de más del 200% anualizado. Esto quiere decir que a aquellos productores que hayan tenido una cosecha 2022/23 aceptable y puedan retener granos para venderlos en el otoño de 2024 les conviene hacerlo, porque esa decisión les rendirá como un plazo fijo al 200% anual.
“Con esa tasa, bien pueden aceptar una tasa de interés del 140% en sus préstamos para financiar insumos. En cambio, si se financian al 3 ó 4% en dólares quedan afuera de este beneficio cambiario”, diferencia el especialista. Por la misma razón, Nava desaconseja el canje de insumos por granos futuros.
“El canje es una figura que consiste en confrontar dólares contra dólares: me dan insumos en dólares y yo contra eso entrego determinadas toneladas de granos valuadas en dólares. Aunque la relación insumo/producto pudiera estar favorable frente al precio futuro de algún cultivo, es tal la incertidumbre cambiaria y la presión devaluatoria que conviene ir a una financiación en pesos y mantener en stock los granos para ganar con la potencial diferencia del tipo de cambio”, aconseja.
En síntesis, hay herramientas para el financiamiento de la campaña 2023/24, con tasas convenientes para los productores que quedaron con bolsillos flacos luego de última campaña agrícola. Ante ello, deben gestionar las calificaciones y la vinculación con los bancos.
“Hay un poco de tiempo hasta el 20 de octubre, que es el último día hábil antes de las elecciones, una fecha hasta cuando el Gobierno asegura un tipo de cambio oficial estable para mantener sus aspiraciones electorales. Entonces, los insumos dolarizados no se van a encarecer en pesos hasta ese momento, y hay unos días para tomar crédito vía tarjetas o cheques y pesificar el insumo antes de las elecciones”, concluye el consultor.
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