Si bien es normal escuchar que las dosis deben ajustarse para buscar rendimiento, calidad y reposicion de nutrientes, solo con ésta no alcanza. Es necesario contar con una distribución homogénea del fertilizante que permita lograr una misma cantidad del nutriente que esté a disposición de las plantas.
En un sistema que mayoritariamente utiliza fertilizadoras por proyección (al voleo) con distribución por platos, para la fertilización granulada no puede obviarse este tema. Es clave la regulación de las máquinas donde el punto de caída del fertilizante, la velocidad de giro de los platos y la posición de las aletas influyen notablemente en la eficiencia de la labor.
Las aletas pueden alargarse, acortarse con el fin de mejorar la uniformidad. La velocidad de giro de los platos tiene una influencia directa en el ancho de labor pero, en casos como la urea, si se sobrepasan las 750 rpm aumenta la probabilidad de rotura de granos del fertilizante.
En un estudio realizado por la cátedra de Mecanización Agrícola de la FCA Balcarce (Unmdp) en la provincia de Buenos Aires con 45 máquinas, el 95% de las aplicaciones tuvieron distribución con coeficientes de variación inaceptables (mala distribución). En la mayoría de los casos fue por exceso de velocidad de los platos, lo que dejó una distribución con acumulación en el centro de la franja de aplicación. En otros casos se acumuló fertilizante en los extremos debido a que las aletas de los platos se encontraban en su máxima longitud, algo que se soluciona al acortarlas.
Asimismo, en un ensayo realizado encontraron diferencias de rentabilidad en la producción de maíz de más 100 dólares/ha con una máquina de platos bien regulada versus una sin ajustar. Por eso llamo a tener en cuenta lo que se deja de ganar por no prestar atención a las regulaciones de las fertilizadoras.
Otro tema es la evaluación periódica de la uniformidad de la distribución de las máquinas fertilizadoras para conocer los niveles de variación que presentan con un tipo o más de fertilizantes, aun cuando son recién adquiridas o con muy poco uso.
La regulación de la máquina es una actividad sencilla y de muy bajo costo que puede garantizar un ancho de labor efectivo óptimo y bajo nivel de variación de la dosis objetivo en el terreno.
Por otra parte, si la máquina fertilizadora logra buen desempeño con urea y se utiliza otro fertilizante con mayor SGN y con niveles de dureza similar (superfosfato triple, fosfato diamónico (18-46-0), nitrato de amonio calcáreo (27-0-0), es más probable que la variación esté en el ancho de labor efectivo (mayor que con urea) que en la uniformidad de distribución.
El autor es investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias de Balcarce
Santiago Tourn
LA NACION