Así lo sostiene un informe realizado por la consultora Verónica Geese, que destaca que “mañana mismo” eso sería posible
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CÓRDOBA.- Según un informe privado, el gobierno nacional tiene una oportunidad con el biodiésel en momentos de escasez de gasoil. Verónica Geese, consultora del sector, sostiene que en los combustibles se están viendo las consecuencias de la “inconsistencia de la política energética local”. A su criterio, en el caso del gasoil, “se hizo todo mal” y la industria del biocombustible “podría reemplazar mañana mismo el 80%” del importado.
Admite que la producción de más biodiésel para el mercado local implicaría, en el inicio, una pérdida de divisas por el aceite de soja que se dejaría de exportar, pero enfatiza que la Argentina es “un gran jugador en ese mercado mundial, más importante que en el de la soja” (grano) por lo que, seguramente, “si se retirara subiría el precio con lo que se equilibrarían los números”.
La experta analiza que la Argentina importa gasoil todos los años para usarlo en vehículos y en generación eléctrica (en este último caso, exento de impuestos) y, para pagarlo, se deben ¨sacar dólares del bolsillo, los que no sobran”.
“Teníamos una ley que hacía que cada litro de gasoil que se vendía tuviera un 10% de biodiésel, por lo cual importábamos menos gasoil en los últimos años, pero en el 2021 el oficialismo la cambió para bajar el porcentaje al 5%”, describe y plantea que se hizo “todo” para disminuir el uso de biocombustible, “algo inentendible, sólo en la Argentina se retrocede en la descarbonización y diversificación de la matriz energética y en la sustitución de importaciones”.
Añade que la escasez de gasoil y la suba de su precio “amenazan de paralización al campo; al sector que provee dólares, el que mueve la rueda productiva”. Insiste que, de ese mismo sector, “surge la solución”. Está “largamente probado”, por la experiencia de Santa Fe entre 2018 y 2020, que el B100 y el B25 se pueden usar en motores grandes “sin complicaciones”.
Industria
Así, también se podría sustituir el gasoil que le va a faltar al transporte de cargas y de pasajeros, “con la capacidad instalada actualmente en las plantas grandes y pequeñas de biodiésel”.
Geese sostiene que, mirado sólo desde el punto de vista fiscal, ese aceite de soja que no se exportaría más reduciría la recaudación. Pero apunta que ese es un “análisis aislado” y se debe “poner en la balanza el beneficio ambiental de bajar las emisiones de gases efecto invernadero del país, de mejorar el aire que respiramos, de generar empleo y de sostener la producción y cosecha para hacer posibles muchísimos más dólares de los que se pierden por dejar de exportar aceite”.
“Mañana mismo la industria del biodiésel podría reemplazar el 80% del gasoil importado”, afirma a LA NACION y cree que el por qué no hacerlo merece una “explicación” del gobierno nacional.
“¿Dejarán que el bio pruebe su importancia o van a seguir haciendo el juego a los de siempre? Hoy el peligro es muy grande, corren riesgo los dólares que necesitamos como el aire mismo, por eso, sepamos que el costo de una mala decisión lo pagaremos todos, hoy con inflación y menos producción, y mañana con más concentración y menos federalismo”, añade.
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