Empresas que venden maíz pisingallo, maní y carne, entre otros rubros, alertan dificultades para la operatoria ante el impacto de la pandemia sobre el comercio exterior, que reconfiguró flujos de transporte
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Exportadores de maní, carne y maíz pisingallo (se usa para pochoclo) alertan que, desde hace aproximadamente un mes y medio, no pueden enviar toda la mercadería requerida por sus clientes de otros países debido a que hay poca disponibilidad de espacios en buques y no se consiguen suficientes contenedores. Además, advierten que hubo un aumento “exorbitante” de las tarifas de los fletes oceánicos.
“En el último mes y medio vivimos en una incertidumbre absoluta sobre nuestras operaciones, porque a las reservas que teníamos confirmadas las líneas marítimas no solo las han venido reprogramando y han postergado los embarques, sino que también han hecho un reajuste de tarifas imponiéndonos aumentos exorbitantes que van desde 50 hasta el 100 por ciento más del flete contratado”, dijo a LA NACION Diego Yabes, vicepresidente de la Cámara Argentina del Maní.
Además, detalló que, a pesar de que aceptan las reprogramaciones mientras hay tarifas al 50 o 100% más, eso no les garantiza que van a tomar la carga. “Tampoco están abriendo la agenda de reservas para octubre, noviembre y diciembre. Recién estamos hablando de cargas para agosto o septiembre, con lo cual esto también genera mayor incertidumbre”, indicó.
Esta problemática se ha ido acrecentando en el último mes y medio, pero tiene su origen en la pandemia porque quedó afectada la logística de los barcos para atender al comercio exterior. El año pasado, durante meses las embarcaciones quedaron boyando y no podían entrar en los puertos. Esto hizo que “para fin de 2020 y principios de 2021 la demanda de contenedores creció desde pisos históricos a nivel nunca antes vistos”, explicó en diálogo con LA NACION Julio Delfino, presidente del Centro de Navegación.
En este marco, se juntó la carga que estaba retrasada en puerto esperando el barco, la que ya tenía definido un equipo en otro barco y la nueva que se proyectaba con el siguiente barco programado. “El mundo en promedio se quiso poner al día, a la normalidad frente a una oferta de barcos que operativamente no pudo o puede resolver en semanas los varios meses de atrasos, que la pandemia había dejado”, detalló.
“Estamos en fletes inéditos en portacontenedores, en algunos tráficos como ser Asia a la cabeza o el Caribe, mientras que otros mercados como el norte de Europa o el Mediterráneo fueron afectados por la operación, pero no en los precios de sus fletes”, remarcó.
Frente a esta realidad, los exportadores se han visto fuertemente perjudicados porque deben afrontar mayores costos que no son transferibles a los clientes e incumplen contratos de venta al exterior con penalización económica. Además, perciben una menor facturación y, por consiguiente, menores ingresos para las obligaciones salariales, impositivas y con proveedores.
“El contexto lo comprendemos, lo que no comprendemos y estamos pidiendo es que se clarifique y se haga un esquema de carga para que podamos proveer y tener información para poder brindárselos a los clientes”, sostuvo el vicepresidente de la Cámara Argentina del Maní, y agregó: “Estamos en manos de las decisiones de las marítimas que, a su vez, no brindan información”.
El panorama es similar para los exportadores de maíz pisingallo. “Estamos pasando momentos muy angustiantes porque estamos con un problema muy grave, desde hace un mes y medio no podemos entregar la mercadería a nuestros clientes de distintas partes del mundo”, indicó Alberto Marchionni, presidente de Alberto L. Marchionni SA. También denunció un aumento de precios: “Si bien los fletes marítimos han aumentado de manera general, en algunos destinos en particular el incremento ha sido de manera extraordinaria”, indicó.
Otro de los afectados es el sector de la carne. Al cepo a las exportaciones y a la espera de que se liberen más cupos, se le agregó un nuevo problema: no consiguen contenedores para la embarcación de los cortes. “Esto empezó a generarse hace aproximadamente un mes y medio, 45 días, y con el paso del tiempo se va agudizando. Estamos trabajando en identificar las causas para así podernos abocar a solucionar el problema”, sostuvo a LA NACION Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes ABC, que agrupa a la industria exportadora.
“Hicimos gestiones a través del gobierno nacional para ver si se puede hacer alguna convocatoria a las marítimas”, indicó. Ayer, Ravettino se reunió con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y le planteó el problema: “Dijo que se iban a hacer cargo de la problemática. Esperemos que para la próxima semana tengamos alguna respuesta”.
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