La Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) solicitó que el porcentaje de corte se eleve del 7,5 al 20%; una cámara pyme, por su parte, solicitó mejores valores para su producción
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En medio del desabastecimiento de combustibles que se vino registrando en el país, la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) sugirió que se aumente el corte del biodiésel [se elabora en base a soja] del 7,5% al 20%. El lunes próximo se espera que el ministro de Economía, Sergio Massa, lleve el corte en el bioetanol [se produce con maíz y caña de azúcar] del 12% al 15%, pero no sucedería lo mismo con el biodiésel, que se mantendría en el mismo nivel. En el sector aclararon que, si no se modifican las condiciones en el precio de la materia prima, no van a poder producir.
En Carbio indicaron que, “si bien el sector de biodiésel en Argentina atraviesa un escenario complejo en la actualidad, a partir de una menor disponibilidad de materia prima, caída en el volumen exportado y una elevada ociosidad, cuenta con una capacidad operativa que podría elevar el porcentaje de corte en gasoil del 7,5% actual al 20%”. Señalaron que si el corte en gasoil creciera en estos márgenes, las fábricas de biodiésel estarán en condiciones de cumplir con el cupo.
“El conflicto por faltantes de combustible que se vivió al inicio de la cosecha gruesa del año pasado generó algunas modificaciones en materia de biocombustibles. Para paliar los faltantes, el Gobierno estableció a mediados de 2022 que el corte obligatorio pasara de 5% a 12,5%. De este 7,5% de incremento (que se extendió hasta fin de ese año), un 2,5% extra fue para las empresas pymes enfocadas a abastecer el mercado interno y un 5% para el libre mercado, a un precio más competitivo para el consumidor”, indicaron. La Argentina cuenta con una capacidad instalada de elaboración de biodiésel de 3,5 millones de toneladas anual.
Según anticiparon, un 20% implicaría que se podrían volcar al mercado interno unos 2,2 millones de toneladas anuales, mientras que las exportaciones a Europa demandan cerca de 1 millón de toneladas anuales. “El mercado europeo se encuentra en un momento delicado en materia de exportaciones: además del bajo volumen de despachos (2023 cerrará con una fuerte reducción con respecto al año pasado), los precios también están a la baja. El principal inconveniente es la falta de materia prima para que la industria pueda elaborar aceite y biodiésel. La sequía liquidó 30 millones de toneladas y hoy quedan en el mercado disponible menos de 3 millones de toneladas de soja hasta el empalme de la próxima campaña en 2024”, anticiparon.
Carbio advirtió que para salir de la crisis de gasoil actual, el Gobierno debe autorizar a prender las fábricas de biodiésel de exportación para abastecer el mercado interno, sin precio subsidiado, y con condiciones de libre competencia para beneficio del consumidor nacional. “El inicio de las lluvias genera expectativas de siembra en todo el país, es el momento de tomar decisiones inteligentes. Queda poco aceite en Argentina este año, hay que usarlo de la mejor manera posible, autorizando a la exportación a comercializar en el país. Más allá de eso, en 2024 hay que modificar las condiciones de comercialización en el país y permitir la libre competencia, si no seguiremos transitando crisis recurrentes”, dijeron.
Según confirmaron fuentes oficiales a este medio, el ministro Massa aumentará el corte en el bioetanol el próximo lunes en la planta de una pyme cordobesa. A las empresas les anticiparon que el candidato del oficialismo va a visitar esa provincia en el contexto de la campaña.
“Hoy el aceite de soja argentino está regalado: el valor FOB es de 910 dólares mientras que en el mundo cuesta 1200 dólares. No se entiende por qué el Gobierno no autoriza a los exportadores a vender en el mercado”, indicaron fuentes de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara). La industria del biodiésel genera alrededor de 6000 puestos de trabajo, entre empleos directos e indirectos, y en este momento se encuentran en peligro a partir del parate que vive en estos días el sector.
En la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb) aclararon que necesitan que se modifiquen las condiciones para poder producir. “No sabemos si se va a aumentar el corte del biodiésel, pero si no se modifican las condiciones no vamos a poder producir. Necesitamos que la Secretaría de Energía [cartera a cargo de Flavia Royón] y Economía se pongan firme con las aceiteras para que no abusen la posición dominante, porque corremos riesgo”, dijo Federico Martelli, presidente de esa entidad.
El precio de exportación, más los costos internos en caso de que las aceiteras se los puedan vender a US$800 la tonelada, podrían generar márgenes. “Nos están pidiendo US$1200; anulan la rentabilidad de las empresas del biodiésel, porque suben artificialmente el costo de la materia prima. El Gobierno aumenta el precio para poder producir y las aceiteras aumentan la materia prima”, planteó Martelli, quien señaló que los precios de la materia prima “los saca del negocio”.
“El Gobierno tiene que darnos un aumento de precio y controlar el mercado del aceite para que no haya abuso de posición dominante. Para nosotros sería importante que todas las plantas puedan producir biodiésel en su capacidad máxima. No tiene sentido importar gasoil gastando las pocas divisas que tiene el país si nosotros podemos estar produciendo a pleno”, indicó. El directivo deslizó que el corte actual no se cumple.
“Tenemos que preocuparnos por cumplir el que está. Todos los meses hay problemas y nunca se produce todo el biodiésel que se debería producir. Tiene que haber una política regional junto con Brasil, por lo que nosotros deberíamos aumentar parcialmente en el marco de un plan integral para incrementar el corte”, sintetizó.
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