Con el fallecimiento, ayer en Rosario, de Marcelo Muniagurria, el ruralismo perdió a una de sus figuras más destacadas. Su defensa en favor de la producción, con la capacidad de mantener el diálogo y la búsqueda de consenso más allá de las diferencias, fue valorada tanto en diferentes entidades del sector.
Entre otros cargos, se desempeñó como presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), entre 1997 y 1999, presidente de la Sociedad Rural de Rosario y directivo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
"Fue una gran persona y un gran dirigente de nuestra institución; siempre trabajando de cerca a los productores y con una mirada muy certera del sector agropecuario cuando le tocó defenderlo", dijo a LA NACION Dardo Chiesa, presidente de CRA.
En el plano político tuvo una amplia trayectoria. Diputado nacional por el justicialismo, entre 1991 y 1995, vicegobernador de Santa Fe, acompañando a Carlos Reutemann, entre 1999 y 2003, y, años más tarde, uno de los principales referentes del PRO en su provincia.
Como ruralista creía que el campo debía ampliar su influencia en la sociedad. "Haría falta que se promoviera un mayor contacto con el Poder Legislativo; debemos trabajar más con ellos para que los proyectos tengan mayor alcance", le había dicho a LA NACION en una entrevista.
Muniagurria nació en la localidad de Figheira, cercana a Rosario, se recibió de ingeniero agrónomo y se dedicó a la fruticultura en su establecimiento La Concepción. Tras su paso por la actividad pública se dedicó también al rubro inmobiliario en el que fue socio de Jorge Messi, padre del capitán de la Selección y Barcelona, Lionel Messi, en el desarrollo de un barrio privado.