En un seminario de la Fundación Producir Conservando se destacó que el país necesita reglas claras para que la agroindustria aproveche su potencial
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Con unas 700 personas que se anotaron para participar de manera virtual, recientemente se realizó un seminario de la Fundación Producir Conservando que tuvo como lema “El futuro es integrados al mundo”.
Según indicó la entidad, el objetivo fue “mostrar qué está pasando en el mundo y el vértigo de los cambios”.
“La capacidad de producción de la cadena agroindustrial de nuestro país está a la vista de todos, aunque existan sectores que no lo quieran ver, pero existe además un potencial tangible que puede ser materializado y canalizado al comercio exterior en una coyuntura que se destaca por la alta demanda de lo que tenemos y podemos hacer, generando de esta manera un mayor flujo de divisas que nos permita crecer, invirtiendo, disminuyendo la pobreza y construir un país más inclusivo”, señaló la organización.
Entre los oradores, Marcelo Elizondo dijo que el comercio internacional ya estaba cambiando antes del Covid-19 y la guerra Rusia-Ucrania y que las tendencias actuales en el comercio son el sostenimiento de la globalización, la revolución tecnológica generando continuos cambios, empresas y no Estados generando los grandes cambios, mayores exigencias de sanidad, calidad, trazabilidad, cuidado ambiental etc.
Se señaló que las disrupciones que se generan continuamente en el mundo serán cada vez más frecuentes y generarán incertidumbre en el comercio.
“El Dr Elizondo planteó que las exportaciones globales crecieron de 19 billones de dólares en 2010 a 28,5 billones de dólares y que en pandemia de Covid 19 frente a una estimación de caída del 30% de las exportaciones anunciada por la OMC la realidad fue solo del 5% y en 2021 se llegó a un nuevo récord de 28,5 billones”, señaló un reporte tras el seminario.
Recordó que existen en el mundo casi 350 acuerdos de preferencias comerciales mientras la Argentina solo participa del Mercosur (que tiene acuerdos con algunos pocos países como México, Perú, India, Israel y en negociación con la UE), un acuerdo bilateral con Chile y algunos acuerdos menores con otros países.
“Destacó que el 60% del comercio mundial en 2022 se realiza entre países que participan de acuerdos económicos de libre comercio (TLC o similares) y donde ya los aranceles no son el tema central, ya que han bajado de 1995 a hoy del 15 al 5% a nivel global, sino que figuran en los acuerdos regulaciones comunes de sanidad, calidad, trazabilidad, propiedad intelectual, regulaciones ambientales, legislación laboral etc”, precisó la Fundación Producir Conservando.
“La inversión extranjera directa sigue creciendo en el mundo y fundamentalmente ocurre en países relevantes en comercio exterior. Como dato contundente, China y Estados Unidos concentran más del 75% de la inversión extrajera directa a nivel global”, añadió la entidad.
Comercio
Por su parte, Marcelo Regúnaga planteó como a partir de la creación del GATT y la OMC el comercio mundial de alimentos y bienes creció de manera importante y dio lugar al crecimiento y desarrollo sostenido de los países que se integraron a la economía global. (Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Corea, más recientemente Chile, México, Perú y Colombia).
“La Argentina eligió el camino equivocado de la sustitución de importaciones y tiene hoy datos muy pobres de PBI, ingreso per cápita, participación en el comercio, competitividad global, etc”, indicó la entidad.
“Regúnaga destacó la fortaleza de Argentina de tener una agroindustria con un sistema de producción sustentable, un enorme potencial de crecimiento y la posibilidad de agregarle valor a lo que se suman otros bienes y servicios exportables. Al mismo tiempo destacó la debilidad del país al no tener una buena imagen externa en el comercio, no contar con acuerdos o alianzas con mercados relevantes, no tener una estrategia ni políticas de inserción comercial en otros países y no contar con una macroeconomía estable y con reglas claras y sostenibles que generen mayor inversión para aumentar la producción y exportación”, señaló.
Regúnaga dijo que se necesita una agresiva estrategia de inserción internacional de bienes y servicios, contemplando la geopolítica y la integración a las cadenas globales y redes.
“Planteó definir políticas comerciales claras basadas en eliminar la desprotección comercial y las restricciones, desregular, sustituir impuestos distorsivos, generar un marco legal para estabilidad de políticas, etc”, afirmó.
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