Padres y alumnos del Colegio Agropecuario Salesiano Del Valle, en 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires, reclaman por las residencias; el caso se repite en otras instituciones bonaerenses
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Tiago Ramos tiene 14 años, es de 9 de Julio y cursa “orgulloso” el 2º año en el Colegio Agropecuario Salesiano Del Valle, en 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires, a unos 90 kilómetros de donde vive con su familia.
Si bien todo el año pasado su escolaridad fue de manera virtual por la pandemia, imaginó que este año sería distinto porque los protocolos presentados por el establecimiento educativo habían sido aprobados y mediante burbujas semanales el ciclo escolar comenzaría sin inconvenientes el 8 de marzo pasado.
Con entusiasmo, volvió a la escuela donde se reencontró con sus compañeros de otras zonas de la provincia, a quienes casi no había visto durante el 2020. Casi el 100% de los 275 alumnos vive lejos de allí y permanece en el colegio bajo la modalidad de internación.
En esas tres semanas, Tiago fue el encargado de mantener el apiario y de la producción en la huerta. Junto a otros compañeros primero sembraron y luego, día tras día, se ocuparon de regar y controlar que no haya presencia de malezas y plagas.
Todo iba en su ritmo normal pero a finales de marzo pasado una inspección del Ministerio de Educación bonaerense le comunicó al directorio que debían suspender la residencia estudiantil y el comedor.
“Fue un balde de agua fría para mi hijo, nunca lo había visto llorar así. Esperó tanto este año para regresar a la escuela. Nuestra escuela se basa en las prácticas a campo, no sirve la modalidad virtual”, dijo Vanesa Rabenna, productora agropecuaria y madre de Tiago. Su caso se repite en decenas de familias más.
“Mi hija mayor se recibió en esa escuela y desde chico Tiago tenía decidido también ser alumno allí. Desde un primer momento se cumplieron las burbujas y cada una de ellas se quedaba una semana completa en la escuela y a la semana siguiente regresaban a sus casas”, agregó.
Para Rabenna, hay un enorme desconocimiento de cómo es la educación en las escuelas agrarias, donde las familias de los alumnos viven lejos y buscan una alternativa educativa con salida laboral para el sector agropecuario.
“Lo único que pedimos es que nuestros hijos vuelvan a las clases presenciales porque es allí donde aprenden los conocimientos para que el día de mañana tengan un futuro, más allá de las materias tradicionales”, indicó.
“Los protocolos que hizo el gobierno provincial son para las escuelas de las ciudades no de las rurales. Los chicos no pueden ir por cuatro horas al colegio y volverse a sus casas que están muy lejos. Las burbujas que armaron los directivos funcionan perfectamente y no se juntan con otras, ni en el comedor y en los dormitorios. Además, muchos chicos viven en el campo y no cuentan con conectividad ni con herramientas tecnológicas para hacer los deberes que envían los profesores”, añadió.
La situación de los chicos del Colegio Salesiano Del Valle se repite en cientos de escuelas agropecuarias bonaerenses, donde tanto directivos como padres y alumnos solicitan la reapertura de las residencias y la vuelta a clases presencial. En este sentido, cientos de familias de distintos colegios de Carlos Casares, Saladillo y 25 de Mayo, entre otros, se unieron para dar visibilidad a la problemática que atraviesan e hicieron reclamos a las autoridades provinciales.
En este contexto, la senadora provincial de Juntos por el Cambio, Felicitas Beccar Varela, señaló que “el gobierno bonaerense desconoce el contexto rural y no atiende la problemática de las escuelas agrarias y agrotécnicas”.
“Hace falta que las autoridades provinciales salgan de los escritorios de La Plata, recorran las escuelas agrotécnicas, perciban su realidad y les den las respuestas que se merecen”, dijo.
Para la senadora bonaerense, las escuelas rurales “son la base de la movilidad social. A través del aprendizaje teórico y práctico en sus entornos productivos hacen la diferencia para muchos adolescentes que de otro modo quedarían relegados a una situación de vulnerabilidad por falta de oportunidades.”
En línea con esta problemática, la senadora, junto a los legisladores Carolina Tironi y Alejandro Celillo y Carolina Tironi presentaron un proyecto en el que solicitan que se proceda a realizar las correspondientes habilitaciones de las residencias y comedores de estas instituciones a los fines de garantizar el efectivo acceso a la educación de forma presencial.
“Hoy los internados están cerrados y la enseñanza es incompleta por la falta de criterio sanitario, científico que tiene el gobierno provincial, y por su desconocimiento sobre nuestra realidad en la ruralidad”, finalizó.
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