En las regiones donde se recolectó soja y maíz los rindes cayeron, por la sequía, a niveles mínimos
- 4 minutos de lectura'
“Es una catástrofe. La cosecha es mucho menor a lo que esperaba, que era muy poco”, dice el productor agropecuario Jorge Giampauli, que estimaba un rinde de al menos 10 quintales de soja en su campo de San José de la Esquina, en Santa Fe, pero consiguió solo tres quintales. El impacto de la sequía se está haciendo visible con estos malos rendimientos, un drama para los productores.
Desde 1987 que se dedica a la actividad y afirma: “Nunca en mi vida vi algo así”. Su testimonio se replica en gran parte del sur santafecino. Allí, según contaron a LA NACION los productores, antes de comenzar la trilla aguardaban obtener al menos 10 quintales, pero al ingresar las máquinas a los lotes sacan menos de 5 quintales. Son resultados pobres frentes a rindes que no suelen bajar de los 40 quintales en un año normal. Lo mismo ocurre con el maíz, donde la producción es menos de la mitad de lo esperado.
Ante una performance tan mala, algunos productores, después de haber entrado al lote con la cosechadora, levantan la plataforma de la máquina y se van del lugar. Otros prefieren recolectar igual el cultivo.
No obstante, todos coinciden que el rinde es más bajo de lo esperado, no alcanza para cubrir los gastos e incluso quienes tienen que pagar a un tercero el servicio de recolección del cultivo directamente deberán poner plata de su bolsillo.
“La calidad tampoco sirve para nada. No conviene trillar porque da menos de 5 quintales y, encima, hay descuentos de un 40% a 60% porque hay mucho grano verde y dañado”, dice Giampauli, que también presta servicios de siembra y cosecha a terceros. En total trabaja 200 hectáreas.
El productor relata que hace unos días cosechó el campo de un cliente que sacó solo tres quintales de soja. “En ese caso le conviene no trillarlo porque para pagar el servicio tiene que poner plata de su bolsillo”, señala.
El área que no será cosechada de soja marcará un máximo histórico para el país. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) señaló que la superficie perdida a nivel país alcanzará la suma de 3,64 millones de hectáreas.
“En esta zona venimos de tres cosechas con poco rinde, pero este año fue terrible, algo nunca visto. Soy un productor chico, vengo arrastrando deuda de otros años; si no tengo una ayuda de la provincia o de la Nación no puedo volver a sembrar”, expresó.
“Esperaba cosechar menos de lo que estimaba la mayoría, pero no tanto menos como lo que encontré”, afirma Walter Hoffer que, al igual que Giampauli, no sale de su asombro. Cosechó en su campo de 400 hectáreas en donde hace agricultura y ganadería, a 35 kilómetros de Rosario, con resultados que hasta el momento fueron “muy decepcionantes”.
El productor proyectaba obtener por lo menos 10 quintales por hectárea de soja, pero en las 11 hectáreas que ya cosechó le rindió menos de un quintal. En tanto, en maíz aguardaba 20 quintales y solo sacó 10.
“En un año normal en esos lotes saco 50 quintales. Hay lotes que vamos a trillar para no dejarlos en el campo, pero no cubro los gastos. En los lotes de maíz que tengamos la posibilidad largaremos las vacas”, explica.
Frente a este escenario Hoffer, dice que trata de mantener el “buen ánimo”. Señala: “Pasamos varias sequía, pero nunca una tan larga como esta. Son muy fuertes las pérdidas”, remarca.
“Era mi mejor lote, aparentaba 10 o 15 quintales de soja pero me dio cuatro quintales”, dice el productor agropecuario Alberto Luis Sparvoli. “Hasta hace un mes y medio que hubo un golpe de calor estaba para 20 quintales, pero se cocinó todo. Es un desastre. Ese lote otras veces daba 40 a 45 quintales, son las consecuencias de todo esto”, agrega.
Esta nota se publicó originalmente el 20 de abril pasado
Otras noticias de Comunidad de Negocios
Más leídas de Campo
De Menem a Macri. Cómo despega la economía cuando se quitan las retenciones
Paso exitoso. Puso a las vacas en galpones y con robots y el cambio fue impactante
“Oportunidad única”. Un diputado propone atraer US$300 millones para reconvertir en biocombustible para aviones una refinería de YPF
“Fue espectacular”. Llegó el agua a zonas que estaban expectantes para cambiar el rumbo del año