Entidades del sector criticaron las presiones que, aunque negadas por la Secretaría de Agricultura, trascendieron para que no suba más la hacienda
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Luego de que eslabones de la cadena cárnica denunciaran intimidaciones de funcionarios para que en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) el precio del kilo de novillo no sobrepase los $1000, algo que hoy estuvo por encima de esa marca, y de que el Gobierno desmintiera que se hubiese recurrido a esa maniobra, referentes del sector agropecuario rechazaron cualquier intervención en la actividad. Otros prefirieron abstenerse de opinar sobre trascendidos que fueron negados por el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo en sus redes sociales.
Horacio Salaverri, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), se mostró en contra de las constantes intervenciones del Gobierno en el sector productivo. “Siempre hemos rechazado los cupos, las intervenciones en los mercados, los precios máximos y los mínimos que afecten la libre oferta y demanda. Ahora, utilizar llamados y comunicaciones anónimas para amedrentar a los compradores y vendedores realmente no solo es desleal, sino que es repudiable”, remarcó el dirigente a LA NACION.
Hoy por la mañana circuló un mensaje de un matarife que alertaba al resto de los eslabones de la cadena que no se podía pagar más de $1000 el kilo vivo, si no se corría “el riesgo de que procedan a la baja directamente de las matrículas”. Desde la cartera agrícola aclararon a este medio que “nadie del Gobierno llamó para presionar. Desmentimos drásticamente que alguien haya hecho eso”, aclararon.
Para Salaverri, preocupa mucho más en las condiciones que se está dando: “Son momentos en el que maneja la economía del país es un candidato a presidente. Si este tipo de acciones se realizan hoy, se puede pensar que también se van a repetir en el futuro. Eso ya no es problema de ahora, sino que llena de preocupación a todo el sector si vuelven este tipo de medidas que uno pensaba que estaban agotadas y que no se deberían aplicar. Y lo peor es saber si esta va a ser una práctica permanente de ahora en más”.
Inmediatamente, la entidad ruralista salió con un comunicado donde “repudia y rechaza cualquier actitud insensata e intimidatoria que interfiera con el libre desarrollo del Mercado Agroganadero de Cañuelas”.
“El amedrentamiento a consignatarios y/o compradores que operan en el mercado físico de ganados mediante llamados telefónicos, mensajes o “aprietes”, instando a comprar hacienda a valores menores a los del mercado, con precios topes, nos retrotrae a acciones y medidas fracasadas realizadas hace 17 años con nefastas consecuencias por todos conocidas”, enfatizó.
“Es por ello que rechazamos de plano la idea de encontrarnos con este tipo de malas praxis por parte de funcionarios públicos, que solo intentarían sin éxito tapar el sol con las manos, sin reconocer que el origen del tema que se pretende solucionar (precio de la carne) está solamente en las variables inflacionarias y monetarias del país (alta inflación y bajo poder adquisitivo). Ninguna medida en los mercados podrá resolver las causales del origen”, remarcó.
“El titular de Aduana, ahora a cargo de la Unidad de Control de Precios, Guillermo Michel se equivoca claramente si pretende avanzar en ese sentido, tal como afirman versiones periodísticas. Desde Carbap defenderemos la normal operatoria del mercado físico de ganados, hoy en Cañuelas, el cual es una importante referencia de los valores del precio de la ganadería en todo el país y rechazamos la intervención e imposición de precios de sugerencia o al oído”, agregó en el documento.
En el mismo sentido, Gabriel De Raedemaeker, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), sostuvo que es una muestra más de la génesis de este Gobierno, de la impronta, la intervención permanente en cada uno de los mercados, en este caso, los mercados agropecuarios.
“Está claro que el ministro candidato [Sergio Massa] pretende mantener esta situación artificial para hacerle creer a la gente que la situación está mucho mejor de lo que está en realidad. Esta nueva distorsión que genera con esta ampliación del tipo de cambio para todos los productos de exportación y el mantenimiento artificial también del valor del tipo de cambio en $350 no hace más que generar estas distorsiones que terminan trasladándose necesariamente a precios. Porque si quienes tienen que comprar maíz para alimentar la hacienda tienen que pagar más caro el maíz y después no pueden trasladar ese costo al precio final del producto, la situación te lleva al quebranto”, precisó.
Además, añadió que lo que está haciendo Massa con esto es promover más distorsiones a lo largo de la cadena, por lo que calificó de una “enorme sucesión de equivocaciones” las decisiones del ministerio. “En el manejo de la economía que está llevando adelante, le va a generar al país más costos de los que ya está pagando en esta campaña, que sin lugar a dudas, debe ser la más cara de la historia para lograr la presidencia. Todas estas distorsiones cambiarias después se trasladan a un incremento de deuda del país. Es un nuevo desatino total que ya no sorprende y es parte de la impronta y de la génesis de este gobierno”, detalló.
Por otra parte, señaló que el objetivo de la intervención es “mantener engañada” a la sociedad para que de esa forma “lo voten y pueda llegar a la presidencia”. “Es una muestra más del engaño en que nos hacen vivir”, resumió.
Para el presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), José Colombatto, noticias como estas no agregan novedad ni sorpresa. “Es una más de un arsenal de medidas y acciones intervencionistas que vienen de larga data con el kirchnerismo. Son modalidades que tuvieron mucha repercusión con el exsecretario de Comercio, Guillermo Moreno, pero que nunca dejaron de existir”, afirmó.
Señaló que “lamentablemente se intenta amañar un mercado transparente y equilibrado solo con fines electorales”.
“Se trata de tapar el sol con la mano, para esconder la realidad de una actividad productiva para que no tenga impacto en el índice de inflación. Es triste y cada vez más preocupante que solo les importe mantener el poder, pero a costa de disfrazar la verdad, camuflar la realidad y no pensar nunca en las medidas de fondo que necesita la producción y el país”, indicó a LA NACION.
“Uno debiera preguntarse para qué les interesa sostener un poder de esta naturaleza por el hecho de perpetuar privilegios. Venimos de años de intervencionismo, de una presión impositiva imposible de sostener y de una política de parche sobre parche. No puedo ni siquiera imaginar cómo podrían ser cuatro años más de este modo. Es sencillamente paralizante pensar ese escenario”, añadió.
Otra fuente del sector agroganadero sostuvo que la consigna de no superar los $1000 se trata de un tema de contener los precios. “No es el Gobierno al único al que le interesa que la carne no aumente, nunca se sabe cómo se origina”, afirmó. “Es absolutamente repudiable no conduce más que a disminuir el efecto contrario de desalentar la producción, y generar un problema futuro peor al que ya de por sí va a haber con respecto al faltante de hacienda”, afirmó.
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