La Asociación Mujeres de la Viña, que agrupa a pequeñas propietarias de viñedos de Mendoza, hará su primera exportación a ese mercado con 280 cajas de 6 botellas cada una, con un blend de blancas, un blend de tintas y un malbec
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MENDOZA.- El primer paso rindió sus frutos y ahora van por más. Así, la creación de la Asociación Mujeres de la Viña, que llevó a la producción del vino Apasionadas, escaló otro peldaño: realizarán la primera exportación de la reconocida etiqueta, rompiendo patrones y estereotipos en una industria dominada por los varones.
Esta acción inédita para el grupo de viñateras mendocinas cuenta con el apoyo de la Fundación ProMendoza, entidad público-privada que acompaña a los empresarios locales a internacionalizar sus productos y servicios en el mundo. En esta oportunidad, Estados Unidos es el mercado elegido para empezar a conquistar los paladares más exigentes. Se trata del primer envío de dos pallets del producto que partirán los próximos días a Texas, con el objetivo de ser comercializados desde el “hub” logístico que la provincia cuyana tiene en esa ciudad norteamericana. Son 280 cajas de 6 botellas cada una, con un blend de blancas, un blend de tintas y un malbec.
“Conocimos al importador hace unos meses y hemos ido trabajando juntos para poder exportar haciendo todo lo necesario para internacionalizar nuestro vino. Este próximo 23 de febrero sale el vino rumbo a Houston, donde vamos a completar nuestra primera exportación, y esperamos que sea nuestra punta de lanza para crecer en el mundo”, contó María Elena Salomón, en representación del grupo de mujeres que promueven la integración horizontal de productores vitivinícolas con perspectiva de género.
“Estamos muy contentas con esta primera experiencia de exportar por lo que significa no solo por la posibilidad de que nuestros vinos sean consumidos por personas de otros países sino también de poder traspasar las fronteras con el concepto de nuestro proyecto de mujeres que hacen vino, una bebida con tantas connotaciones subjetivas”, comentó a LA NACION Viviana Lencina, una de las impulsoras de la asociación. “Son vinos con los que contamos tanto para el mercado externo como el interno, con el cual también estamos comprometidas y en el que interesa también atraer un mayor número de clientes”, sumó.
La agrupación, compuesta por una veintena de productoras de viñedos en Mendoza, elaboró su primer caldo en 2020 y en 2023 comenzó a participar de rondas de negocios. Las protagonistas de esta historia que empieza a rodar afuera del país son mujeres propietarias de pequeñas viñas mendocinas, que abarcan entre una y 20 hectáreas, especializadas en la producción de uvas de alta calidad, principalmente en la región del Valle de Uco. En este sentido, la mayoría de ellas comercializa sus productos con bodegas internacionales.
La asociación se formó en 2018 tras un profundo análisis realizado por el Centro de Desarrollo Vitícola La Consulta (Coviar-INTA). En el reporte del estudio se identificó que todas las integrantes, a pesar de realizar sus tareas de manera individual y aislada, compartían las mismas necesidades y tenían el deseo de potenciarse en el sector vitivinícola.
“Es una emoción muy grande que nos embarga, con un largo camino recorrido, haciéndonos cargo de viñedos que nos llegaban por diversas razones de la vida. Empezamos a soñar con hacer nuestros vinos, con la meta de que salieran de Mendoza y del país. El trabajo en equipo y la fortaleza del grupo es apasionante. Nuestro vino estará en Estados Unidos y para nosotras es increíble. Tenemos mucho para seguir dando”, expresó a LA NACION Mariela Ferrón, otra de las hacedoras del sorprendente proyecto.
“Es un placer colaborar con mujeres tan organizadas que con fuerza y dedicación emprenden, colaboran y crecen en el mundo empresarial. Son un ejemplo de trabajo en equipo y un modelo a seguir”, comentó Patricia Giménez, gerenta de ProMendoza.
Desde la entidad explicaron que se aplicó una metodología ágil al proceso de internacionalización, bajo el concepto de “ronda inversa”.
“Estas técnicas vienen a actualizar antiguos procesos de las empresas, adelantando el encuentro de los exportadores con los importadores, aún cuando el exportador no se encuentre listo”, indicaron. De esta manera, la colaboración temprana entre los actores con una oferta exportable aún no desarrollada fue impulsada por la entidad al incorporar a Mujeres de la Viña. “Esto les permitió exponerse al proceso y ajustar sus productos y aprendizaje de ventas, a las necesidades del mercado de destino. Al mismo tiempo, ProMendoza designó un consultor para acompañar en todo el proceso de la exportación”, acotaron desde la fundación.
Desde hace varios años, la entidad pone a disposición de las empresas el Programa Desarrollo de Nuevos Exportadores (NEX), con el cual, apoya y promueve la incursión de empresas pequeñas y medianas a los mercados internacionales con la ayuda de un especialista. Es una herramienta estratégica para lograr mayor presencia de empresas mendocinas en el exterior. En este sentido, en mayo de 2023, ProMendoza creó el programa piloto Ágil NEX, una versión actualizada del tradicional NEX. “Con este programa las empresas acceden al mismo cofinanciamiento del 50% que ofrecía el tradicional NEX, pero siguiendo metodologías ágiles basadas en la entrega temprana y frecuente de valor para nutrir y consolidar sus estrategias de exportación, a través de la colaboración con el cliente”, recalcaron desde el organismo.
Para las integrantes de la asociación, la unión tenía una meta: darle valor agregado a sus uvas. Por eso, todas se pusieron manos a la obra, trabajando de manera articulada. Mujeres profesionales, docentes y amas de casa empezaron a combinar saberes y experiencias para lograr el primer vino: Apasionadas, con el acompañamiento del enólogo Pedro Villalba.
Durante el primer año hicieron 100 botellas para que empezaran a mostrar su trabajo, ya que anteriormente ninguna había producido vino. En el segundo año, realizaron una partida mayor de Malbec y Merlot, para luego avanzar con 2000 litros de vino en tanques y barricas que pusieron en el mercado con la marca Apasionadas. Así, comenzaron a ampliar la producción hasta la actualidad, contando hoy con más producción que destinan a la venta.
“En lo personal, sigue siendo un gran desafío y aprendizaje continuo que nos motiva a mejorar nuestras pequeñas producciones de uva y la calidad del producto que elaboramos. Y creo estamos llevando esperanza a todas las mujeres para que se animen a nuevos desafíos y sobre todo que de manera conjunta se pueden lograr los objetivos propuestos y más”, afirmó Lencina.
Durante su desarrollo, el grupo ha tenido también el acompañamiento económico de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), a través de su unidad ejecutora de Pequeños Productores y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en línea con los objetivos del Plan Estratégico Vitivinícola 2030.
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