Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), culpó por esa situación, que se dio en los últimos 15 años, a las políticas como las retenciones
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ROSARIO.- En los últimos 15 años la Argentina perdió alrededor de US$25.000 millones en inversiones para la soja, desde producción primaria, industrialización, máquinas, transformación, exportaciones por aplicar políticas públicas antiexportadoras, como las retenciones. En tanto, resignó generar divisas por US$45.000 millones también con este complejo.
Estos datos los brindó Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), en su exposición en el panel llamado “Desafíos y oportunidades en los Agronegocios: análisis actual y futuro para el sector público y privado”, en Experiencia IDEA Rosario.
“Cuando uno ve cuánto hubiésemos generado de divisas en los últimos 10 años, es exactamente la deuda externa con el Fondo Monetario: la Argentina podría haber generado US$45.000 millones solo si permitiera que la soja tuviera una curva de crecimiento como Estados Unidos. Si hubiéramos crecido como Brasil tendríamos US$70.000 millones en los últimos 10 años. Si hubiéramos crecido al mismo ritmo que un país desarrollado que no tiene la soja como prioridad, pero el mundo sí la demanda, habríamos generado exactamente lo que ahora le debemos al FMI. Esto es imperdonable“, enfatizó.
“Competimos con Brasil y Estados Unidos. Son 100 mercados que nos compran, el principal cliente de la Argentina es Vietnam, hace muchos años que dejó de ser Europa. Mientras Brasil creció un 88% en la producción de soja y Estados Unidos un 36%, la Argentina, cero. Mientras Brasil y Estados Unidos industrializaron la soja, con un crecimiento del 55% para Brasil y un 27% Estados Unidos, la Argentina creció a un ritmo cero. Mientras esos países crecieron un 145% en producción y exportaciones de biodiésel, la Argentina creció cero. Llevamos 15 años absolutamente estancados. Hace 15 años que nadie genera un dólar más en la Argentina y que nuestros competidores nos pasaron por encima”, agregó.
Para Idígoras, hay un debate que siempre se da todos los años con todos los gobiernos con el tema de las retenciones. “Este es un gobierno que dijo, primero, que las retenciones no deberían existir, que son distorsivas y abusivas, pero que no es el momento para sacarlas. Y uno se pregunta cuándo es el momento para sacarlas, porque siempre hay alguna razón para no sacarlas”.
“El Gobierno ahora tomó una medida positiva de bajar y eliminar unas posiciones arancelarias para la vaca y la carne vacuna. Pero hay que ir directamente por el corazón, por la madre de la gran batalla de retenciones, que es la soja que tiene 33% sobre el valor FOB. Esto lleva a que dentro de unos meses, no sé cuántos productores, con el aumento de los insumos que tienen, con el tipo de cambio y con el valor internacional a la baja, van a decidir invertir en soja en la Argentina. Y si eso no sucede, ¿qué va a pasar en 2025? Si bajáramos solo del 33 al 25% [las retenciones], en seis meses tenemos US$5000 millones más. Hay que tomar esas decisiones y la mejor alternativa que tenemos es que tengamos una ley con un programa de eliminación de los DEX [derechos de exportación]. Es la única alternativa y es el momento político para hacerlo. No va a haber muchas más oportunidades para la Argentina. Queremos ver cosas concretas, somos ansiosos, no queremos perder los próximos años”, remarcó.
El directivo de Ciara- CEC destacó que el Gobierno coincide con el concepto de bajar las retenciones con el sector, pero no con los tiempos, donde los últimos se necesitan que sean mucho más cortos: “Hoy aquel que está produciendo en el campo sabe que no le cierran los números y la única manera de que cierren esos números es un programa de baja de retenciones. No solamente para el productor, también para la industria que compra soja, la transforma y la vende al mundo. Y también hasta para el mismo Gobierno en materia de cómo unificamos el tipo de cambio y cómo levantamos el cepo. ¿Dónde generamos dólares en 2025? Una baja de retenciones a la soja es el mejor camino para lograr la unificación del tipo de cambio”.
En este contexto, el directivo recordó que la capacidad ociosa de las plantas industriales es muy alta: “En el mejor de los casos, puede estar en un nivel de uso del 65% y con ese número festejamos porque perdemos menos plata. En tanto que nuestros competidores están en capacidad total, con inversiones entre US$4000 y US$5000 millones por año para incrementar esa capacidad”.
Con una mirada productiva a mediano plazo, Idígoras dijo que se podría producir 200 millones de toneladas más de granos, pero no hay infraestructura disponible. “No hay rutas que las aguanten, no existen accesos a los puertos que hoy están en peores condiciones que la zona de conflicto bélico de Ucrania; además tenemos una autopista que hace 15 años era muy linda, la Hidrovía, pero hoy los barcos cada vez son más grandes y con más calado. El gobierno anterior estatizó la administración, pero después se dio cuenta que no tenía capacidad para hacerlo, entonces se contrató al dragador, generando un sobrecosto fenomenal, y que ahora lo tenemos que pagar nosotros porque le debe 90 millones de dólares. Pero más allá de eso, estamos regalando volumen de exportación a Brasil. Salen los barcos de la Argentina y se tienen que ir a Brasil a terminar carga, porque acá salen semi llenos o vacíos. Por eso si queremos crecer hay que invertir en infraestructura”, describió.
A modo de conclusión, Víctor Accastello, subgerente General de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), que también compartió el panel, destacó las cosas que necesita el sector para crecer: “Una nueva ley, nada más, una nueva ley que marque ese sendero de crecimiento. Después el empresario se acomoda y podemos competir. La curva de aprendizaje está hecha en la Argentina, sabemos hacer bioetanol, de hecho lo estamos exportando a Europa como el biodiésel. Hay oportunidades ahora, en el corto plazo, es rápido el retorno, porque ya en 2026 podríamos estar creciendo en producción con alguna ampliación o nuevas plantas industriales”.
Para Idígoras, lo que falta es una cohesión como sector agroindustrial para tener una única agenda. “Tenemos tantas visiones como cantidad de productores, acopiadores, transformadores, industriales, exportadores existen. Y eso nos hace muy débiles política y electoralmente. Los gobernantes en la Argentina no ganan una elección porque hablan bien del agro, sino que ganan porque hablan en su contra”, finalizó.
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