En varias zonas de la pampa húmeda se registró este fenómeno que provocó daños en soja y maíz, según reportaron los productores
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Solo diez minutos de una intensa granizada fueron suficientes para diezmar el 85% de la producción de soja del productor agropecuario Diego García Álvarez en un campo familiar ubicado en la localidad bonaerense de América. La devastación afectó al menos 120 de las 140 hectáreas destinadas a la oleaginosa, con pérdidas de rendimiento estimadas en más del 90%. “Era como si estuviese nevando, porque el suelo quedó completamente cubierto de blanco. Fue un desastre”, dijo el productor.
Este escenario se repitió durante el pasado fin de semana en diversas áreas de la región pampeana. Se registraron importantes episodios de caída de granizo y fuertes vientos en el nordeste de Buenos Aires, así como en algunas localidades del sur de San Luis y Córdoba, lo que provocó daños de variada intensidad en los cultivos. En este contexto, los productores recorren los lotes afectados para evaluar el grado de afectación.
El ingeniero estimó que, aproximadamente, el 10% de las 300.000 hectáreas productivas del partido de Rivadavia [América es la cabecera] se vieron afectadas. No obstante, los grados de afectación varían según los distintos cultivos y los estadios fenológicos en que se encontraban.
“Las sojas de primera y los maíces tempranos fueron los más afectados. En el caso de las de primera, estaban comenzando el estado reproductivo R1-R2, mientras que los segundos se encontraban en plena flotación, en el inicio del llenado de granos”, explicó. Los maíces y sojas en estado vegetativo tienen una mayor capacidad de recuperación. También se observó que las sojas de segunda sobre trigo fueron menos afectadas.
Joaquín Lopetegui, otro productor de América, está evaluando pérdidas que oscilan entre el 30% y el 40% en los rendimientos de las 180 hectáreas de maíz que hizo. “Fueron 10 minutos de pequeñas piedras, pero en gran cantidad, que causaron mucho daño”, precisó.
Además de su actividad como productor, Lopetegui se desempeña en la distribución de insumos. Hoy a la mañana viajó hasta Chacabuco para supervisar la recuperación de los cultivos de maíz de un cliente que había sufrido una tormenta de granizo similar el pasado 24 de diciembre para usarlo como referencia para tomar decisiones sobre cómo manejar los maíces afectados. En ese caso, de los 10.000 kilos que proyectaban que iba a rendir ese maíz ahora espera que llegue aproximadamente a 6000 kilos. El productor calculó que algo similar va a pasar en el campo que alquila en América.
Más casos
Al campo del productor Marcelo Bongiovanni, ubicado siete kilómetros al norte de Tilisarao, San Luis, el granizo llegó ayer al mediodía. Relató que, al igual que en América, si bien no era de un gran tamaño, cayó con mucha intensidad y en gran cantidad. “La zona más dañada es desde Tilisarao al norte. Fue una manga que abarcó unos 10 kilómetros de largo y 40 de ancho. Hay muchos lotes afectados, pero con diferentes grados”, señaló. En ese sentido, indicó que hay que esperar entre cinco y siete días para evaluar los daños; no obstante, en su caso, hay 50 hectáreas de soja y 20 de maíz que ya se notan “muy dañadas”.
En esta zona, lo que agravó la situación es que la mayoría de los lotes se sembraron tarde. El granizo llegó con los maíces en una etapa muy temprana. “Hay bastante superficie perdida. Hay maíces que estaban entrando en floración y hay un daño floreal de 15 a 20%”, señaló.
Eduardo Sierra, agroclimatólogo, explicó que lo que “llama la atención” es la extensión que abarcaron estas tormentas severas que se estuvieron dando. En ese sentido, afirmó que entre el 17 y el 25 de diciembre pasado se formó una línea de turbonada que abarca unos 1000 kilómetros. Es una formación lineal que puede extenderse a lo largo de varios cientos de kilómetros y está caracterizada por la presencia de fuertes vientos, lluvias intensas, rayos y, en algunos casos, tornados. “Ahora ya no hay línea de turbonada, sino tormentas severas sobre áreas grandes que no llegan a ser una línea de turbonada, pero llama la atención la gran extensión que están abarcando”, expresó.
Como dato positivo, Sierra destacó que llovió en casi toda el área agrícola. “Las lluvias fueron desparejas, pero llevaron agua a casi toda el área agrícola; hay muy pocas zonas que todavía no recibieron agua. Esto mejora mucho la perspectiva para la siembra de cultivos de gruesa, aunque genera preocupación en los cultivos de fina debido a la actual fase de cosecha. Se observa una pérdida significativa de lotes de trigo, aunque no tanto en el caso de la cebada”, remarcó.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) emitió un informe en donde dio detalles de que las recientes tormentas generaron impactos notables, especialmente en el oeste de la región y la provincia de Córdoba
Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro de la entidad, informó acumulados de hasta 70 milímetros en Colonia Almada y cifras similares en localidades cercanas. En Córdoba, en Toledo, se observaron daños considerables en lotes de maíz debido a un temporal de fuerte viento y granizo. La BCR señaló que la región experimentó lluvias intensas y vientos fuertes.
En La Pampa, Buenos Aires y otras áreas también se registraron importantes acumulados de lluvia, con localidades como General Acha en La Pampa con más de 50 milímetros y Trenque Lauquen en Buenos Aires con 40 milímetros hasta el viernes. La BCR resaltó que las precipitaciones, caracterizadas por su velocidad y volumen, generaron situaciones problemáticas, con algunos lugares de Córdoba recibiendo 140 a 150 milímetros en tan solo dos o tres horas.
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