Sucedió en el partido bonaerense de Coronel Pringles, donde al productor agropecuario Diego Arroquy le sustrajeron la mercadería por un valor aproximado de $1.700.000
- 3 minutos de lectura'
Los delitos rurales en la provincia de Buenos Aires no dan tregua a los productores. Días atrás, en el paraje La Reserva, partido bonaerense de Coronel Pringles, en el campo que alquila desde hace más de 10 años, el ingeniero agrónomo Diego Arroquy, se encontró con la lamentable sorpresa que, durante la noche de hace dos sábados, unos individuos entraron al establecimiento, cargaron aproximadamente unos 40.000 kilos de soja por $1.700.000 y huyeron del lugar.
Según contó el productor a LA NACION, todo habría ocurrido pasadas las 20 del 4 del actual en el campo ubicado sobre un camino vecinal ciego, a unos 12 kilómetros de la ruta 51, que une dicho paraje con la localidad de Pringles.
“Semanas atrás se nos había roto el tractor que utilizamos para embolsar la soja, por lo que empezamos a realizar otros laboreos en el campo, como cargar el trigo. Hacía unos días que nos lo habían reparado y entregado por lo que estaba tapado con una lona hasta que se retomen de nuevo la recolección de la oleaginosa. El lunes pasado, cuando mi gente fue trabajar se encontró con la cadena del candado de la tranquera destrozada, con el tractor en otro lugar sin la lona y un bolsón de soja abierto”, dijo.
“Me avisaron y fui a ver. Ahí me di cuenta que lo habían utilizado para cargar la soja en un camión para llevársela. Hasta el sábado a las 20 estaba todo perfecto porque un vecino había estado y no vio nada fuera de lugar”, agregó.
Para Arroquy, era “gente baqueana la que estuvo en el lugar porque sabía manejar el tractor pero que en el apuro se olvidaron de sacar la traba del hidraúlico y la máquina [extractora] fue tirando soja al suelo durante el trayecto que duró la carga”.
“No les habrá llevado más de dos horas. Esto estuvo muy organizado, todo articulado, donde deben estar involucrados el dueño de un camión o el chofer, un datero o entregador y gente implicada para poder transitar y vender la mercadería sin papeles porque los que se llevaron la mercadería sabían adónde llevarsela. En el campo también había trigo embolsado pero es evidente que buscaban soja”, enfatizó.
Vale recordar que en julio de 2020 cuando comenzó una ola de vandalismo rural, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, en conjunto con el legislador del Frente de Todos Ramiro Gutiérrez, presentaron un proyecto de ley donde se propone la tipificación del delito de vandalismo rural con una pena de hasta cinco años de prisión, modificando los artículos 186 y 189 del Código Penal. Desde ese momento, la iniciativa aun no fue tratada en el recinto.
La sensación del productor, que inmediatamente realizó la denuncia correspondiente pero todavía no hay pistas ciertas, es de una “extrema impotencia”.
“Nunca me ha pasado nada semejante. Da mucha tristeza que sucedan cosas así. No me entra en la cabeza que una persona pueda actuar de esta manera, que está robando el trabajo y esfuerzo de otro. Da pena que tengamos un país donde sucedan estás cosas que una persona pueda hacer”, se lamentó.
Por último, señaló que la única manera de terminar con los delitos es la prevención. “Se deben poner más cámaras de seguridad en las rutas. Lamentablemente, la cámara que estaba en la circunvalación de entrada a la ciudad de Coronel Pringles no funcionaba, sino se podría tener alguna pista de cuál es el camión y hacia dónde se fue. Hay que tener políticas de prevención y no encontrar el delincuente”, finalizó.
Otras noticias de Soja
Más leídas de Campo
Murió Luciano Miguens. Por qué fue la pieza clave de la Mesa de Enlace durante el conflicto donde el campo se defendió del kirchnerismo
“Vengan el año que viene”. Un municipio descarta cambiar una polémica tabla para el cálculo de una tasa
Dictamen. El procurador de la Corte de Santa Fe emitió una opinión clave para el caso del millonario concurso de Vicentin
Tras una feroz granizada. Piden usar aviones no tripulados para evitar daños por tormentas severas