La soja se cotizó a 335,20 dólares, con una quita de US$ 1,38; en Rosario subió de 3850 a 3900 pesos
Tras operar con subas próximas a los US$ 2 por tonelada hasta la mitad de la rueda, el cierre de los negocios volvió a ser adverso ayer para los precios de la soja en la Bolsa de Chicago, producto de la presión bajista de las abundantes exportaciones brasileñas y de una mejora anunciada para las condiciones climáticas sobre el medio oeste de los Estados Unidos, que posibilitaría el avance de la siembra y una buena emergencia de los cultivos ya implantados.
Al término de las operaciones, las pizarras mostraron quitas de 1,38 y de 1,10 sobre los contratos julio y agosto de la soja, cuyos ajustes resultaron de 335,20 y de 336,30 dólares por tonelada. La posición noviembre perdió US$ 0,18 y quedó con un precio de 337,22 dólares.
Desde la mañana, Brasil fue motivo de noticias bajistas para los precios de la soja. Primero, el Ministerio de Agricultura de ese país estimó un crecimiento de entre un 2 y un 3% de la intención de siembra 2017/18 de la oleaginosa, frente a los 33,8 millones de hectáreas de la campaña 2016/17. Luego, la Secretaría de Comercio Exterior informó que durante mayo las exportaciones brasileñas de poroto de soja sumaron 10.959.858 toneladas, por encima de las 10.432.129 toneladas de abril y de las 9.915.098 toneladas embarcadas un año atrás.
A contramano de las bajas externas, en la plaza local volvió a primar la necesidad de mercadería de las fábricas, que propusieron $ 3900 por soja con entrega inmediata sobre las terminales del Gran Rosario, 50 pesos más que anteayer.
En el Mercado a Término de Buenos Aires la soja también logró evadir la tónica bajista externa. Las posiciones julio y noviembre sumaron US$ 1 y 0,30, mientras que sus ajustes fueron de US$ 244,70 y de 251,30.
Respecto del maíz, los contratos julio y septiembre en Chicago perdieron US$ 0,59 y terminaron la jornada con ajustes de 145,86 y de 149,01 dólares por tonelada. La previsión de un tiempo más seco sobre el Medio Oeste de EE.UU. resultó bajista, dado que posibilitaría el cierre de la siembra del cereal y contribuiría a mejorar la condición de las plantas en las zonas que registraron excesos de humedad.
Además, como en el caso de la soja, entre los fundamentos bajistas del maíz ayer se sumó Brasil, luego de que André Pessôa, director de la firma Agroconsult, estimó la producción brasileña del 2016/2017 en 100 millones de toneladas, producto de las buenas condiciones climáticas que acompañaron la campaña. Esta previsión récord superó los 92,80 millones calculados por la Conab y los 96 millones proyectados por USDA.
Acerca de los precios de los cereales en el mercado doméstico, los exportadores volvieron a ofrecer ayer $ 2350 por tonelada disponible de maíz, mientras que por trigo pagaron entre 2550 y 2600 pesos por tonelada, sin variantes.
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