En el campo celebraron el fuerte respaldo que tuvo el banderazo en más de 80 localidades del país contra la expropiación de Vicentin y le respondieron al presidente, Alberto Fernández, que antes de la movilización había dicho: "Creo que es gente que está confundida".
Para los dirigentes del agro, en la mavisa protesta se cristalizó no solo el rechazo al avance a la propiedad privada por el caso Vicentin, sino también a cualquier avasallamiento del Poder Ejecutivo sobre otro poder, como el Judicial, que lleva adelante el concurso de acreedores de esta ceralera que tiene una deuda declarada por casi $100.000 millones.
Entre otros ruralistas, Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), participó de una concentración en Villaguay, Entre Ríos. Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), lo hizo en una caravana en la zona de Capilla del Señor, en tanto que Matías de Velazco, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), estuvo presente en Gonzales Chaves.
"Los productores no están equivocados. Si no entienden bien el mensaje del campo, se va a generar un conflicto grande entre el campo y el Gobierno", señaló el presidente de Carbap en diálogo con LA NACION.
"Hoy no es un reclamo por la rentabilidad, es un reclamo por la calidad institucional y el equilibrio de poderes", agregó De Velazco.
En plena campaña electoral, Fernández le había pedido a la Mesa de Enlace olvidar el conflicto de 2008, marcado por cuatro meses de pelea por el proyecto de retenciones móviles. Cristina Kirchner era la presidenta y Fernández su jefe de Gabinete. En ese momento, Fernández negociaba cambios con los ruralistas que eran frenados por el fallecido expresidente Néstor Kirchner. Para los productores, ahora es Fernández en calidad de presidente quien no parece atender los rclamos. Vale recordar que la relación campo-Gobierno viene tensionada desde que subió las retenciones a la soja del 24,7 al 33% y al trigo y el maíz de 6,7 a 12%.
"La gente está muy compenetrada en ponerle límites al Ejecutivo. La gente está muy molesta con las actitudes del Ejecutivo", agregó el presidente de Carbap, que contabilizó más de 50 movilizaciones entre Buenos Aires y La Pampa.
Chemes, que estuvo en Villaguay, por su parte expresó que el banderazo "está mostrando lo que la gente quiere". El presidente de CRA agregó: "La gente está aprendiendo que las cosas se consiguen luchando. El castigo año tras año nos enseña que hay que seguir luchando. Cada medida es un castigo para el campo". Remarcó que el objetivo del banderazo es "la defensa de la independencia de los poderes".
El máximo dirigente de CRA respondió las críticas de Fernández a la movilización. "Lamentablemente, el Gobierno, cuando la sociedad toma una actitud, nos toma de confundidos. En este caso el confundido es el Gobierno que quiere que el Ejecutivo avance sobre el Poder Judicial", afirmó.
Desde Coninagro, ante una consulta, Carlos Iannizzotto, presidente de la entidad, prefirió no opinar sobre la jornada ni los dichos de Fernández. En cambio, sí habló su vicepresidente, Norberto Niclis, en el banderazo en Avellaneda, donde está Vicentin.
"Si queremos tener esperanzas de que esto se revierta, tenemos que tener la esperanza de que el Presidente tuvo un diagnóstico equivocado. El día que lo anunció dijo que con esta noticia debían estar muy contentos todos los empleados de Vicentin y productores. Me parece que queda a la vista que eso está lejos de la realidad. Los empleados de Vicentin están acá y en otros banderazos porque quieren seguir siendo empleados de la firma. Los productores, las cuatro entidades agropecuarias, por unanimidad, no queremos la expropiación de Vicentin ni de nadie. Creo que queda claro para el gobierno provincial y nacional que hay una razón muy fuerte para que tanta gente, en medio de una cuarentena, del miedo por nuestra salud, de nuestros padres e hijos nos congreguemos igual para defender el país", señaló Niclis.
Más temprano, Pelegrina había señalado en declaraciones radiales: "El banderazo no es solo por el caso Vicentin. Acá hay gente que ve un atropello sobre las libertades y el derecho de propiedad. Hay también gente que no pertenece al sector pero ven al igual que sus principios, derechos, se ven amenazados. Es una reacción en general en favor de los valores de la Nación y la República. Y también contra el abuso de poder y el avance del sector público sobre el privado".
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