![Gustavo Ponce especialista en trabajo infantil de la Organización Internacional del Trabajo](https://www.lanacion.com.ar/resizer/v2/gustavo-ponce-especialista-en-trabajo-infantil-de-TEVDX57A3BDUJFU2XF6CSGZ6AM.jpg?auth=e088772dea5e0a4d72199b31cb8f21905132bb29cd06262f4cb9330590a9fde6&width=420&height=280&quality=70&smart=true)
En 2018 el problema del trabajo infantil alcanzó a más de 763.000 víctimas. De ese total, casi el 20 por ciento vive en zonas rurales y realizó trabajos relacionados con el cultivo, ordeñe y la pesca, según la última encuesta por Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (Eanna), elaborada por el Indec y la Secretaría de Gobierno de Trabajo y Empleo.
Gustavo Ponce, especialista en trabajo infantil de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Argentina, dijo que para conocer los datos reales de la medición, el estudio se dividió en los sectores urbano y rural. "Alguien que está en el ámbito rural está en doble riesgo de caer en trabajo infantil que los del ámbito urbano y el problema más serio es que el trabajo infantil se naturaliza. Se piensa que si los chicos trabajan tienden a ser más responsables", explicó en una entrevista con LA NACION, en la que se refirió a los programas de la entidad internacional contra el flagelo.
-¿Cuál es el porcentaje de niños que trabajan en el sector agropecuario?
El 20% de los encuestados trabajan en zonas agropecuarias. Alguien que está en el ámbito rural está en doble riesgo de caer en trabajo rural que los del ámbito urbano. Ésta encuesta cuantifica un fenómeno que es terrible y que tiene que ver con el contexto familiar en general, si hay trabajo infantil es porque hay trabajo informal de los padres.
-¿Cuáles son las actividades en los que más se presenta el trabajo infantil?
-Yo creo que la pregunta es en qué actividades no se presenta el trabajo infantil y la respuesta sería en muy pocas. Inclusive, en las que menos hay es en las que están más mecanizadas o en las que tienen mucha vinculación, o que la mayor parte de los productos se exporta, porque aumentan los controles, pero en general hay en la mayoría de las actividades. Chicos que hacen mandados, que cuidan a personas adultas, en las cosechas, empaquetado, distribución, que separan hojas de tabaco. La pregunta es dónde no. No podemos afirmar que haya cadenas libres de trabajo infantil, pero sí que hay empleadores, empresas y un control gubernamental que tienen mayor poder de eficacia en algunas cadenas. Las actividades como el ajo tienen un programa específico para controlar este flagelo que se llama Offside-marcando la cancha, que sirve para fortalecer las políticas de estado y las iniciativas del sector sindical encargadas de la erradicación del trabajo infantil. De ese programa participan unas veinte instituciones y actores sociales, incluyendo a representantes del Gobierno, para combatir el trabajo infantil en el sector agropecuario
El relevamiento de datos realizado por la OIT, arrojó que las actividades en donde se registraron los porcentajes más altos fueron: el ajo, algodón y el tomate. En 2017, el 13,7% de los niños y niñas de entre 5 y 15 años trabajó en el cultivo en huertas, fincas, granja o quinta para vender.
-¿Cuáles son las provincias que más registran trabajo infantil en las zonas rurales y por qué?
-La encuesta mostró que Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza son las provincias que más trabajo infantil tienen. En el área rural se da por el pago destajo y por bulto. En el caso de la cosecha, te pagan por producción; si vos tenes que levantar yerba o tabaco, cuando la cosecha suele hacerse en la época del receso escolar. Y lo que se paga por bulto es baste poco entonces los familiares hacen participar a los chicos que no están yendo a la escuela.
Los chicos estudian y trabajan; empiezan en la actividad tempranamente. Los padres que tienen chicos entre 8 y 10 años van haciendo que los hijos trabajen y estudien. Se piensa que si los chicos trabajan tienden a ser más responsables, comparados con sus compañeros que solo estudian. Esos niños deberían estar jugando y aprendiendo. Esa permisividad positiva hay que desarmarla y demostrar los riesgos que corren para la salud.
-¿Cuál es el factor que determina que un chico termine haciendo un trabajo?
La educación de los padres. A un menor nivel educativo, hay mayor riesgo de que los niños entren en el trabajo infantil. Uno de cada 10 niños en la Argentina trabaja, hay que hacer algo para poder erradicarlo.
Según la OIT, en 2017 había 117.092 niños y niñas que realizaban actividades en la zona rural, lo que corresponde al 9,36% del total de los niños y niñas encuestados en ese sector. De ese total, 72.808 niños y niñas tenían entre 5 y 15 años.
-¿Cuáles son los riesgos que corren para la salud?
-El contacto con los agroquímicos, los problemas musculares, accidentes con machetes. Uno de los aliados importantes es el Ministerio de Salud, que funcionan como agentes primarios. Que éstos tengan claro, que cuando lleguen los padres a pedir asistencia médica se sepa que el chico estuvo haciendo trabajo infantil porque la cantidad de accidentes que hay es muy alta. El otro aliado tradicional es el Ministerio de Educación. Necesitamos que se involucren cuando haya registros de chicos que llegan a la escuela cansados por haber hecho trabajo infantil porque estos chicos, comparados con sus compañeros que solo estudian están en desventaja.
-¿Este flagelo es una cuestión cultural o de educación?
-Hay un factor cultural, pero también está el problema de los centros de cuidado que faltan en los sectores agropecuarios. Si los padres los llevan al campo terminan trabajando. No hay sitios donde dejar a los niños, por ende terminan participando en una actividad productiva.También están los chicos mayores que asumen el cuidado de los hermanos menores. Y para erradicarlo, se está trabajando de cerca con el INTA, CRA, Uatre y Renatre. También con los ministerios de Agricultura, Educación, Salud y Trabajo para generar mayor conocimiento del problema. Quizá es un tema que estuvo toda la vida, pero del que no se había tomado conciencia.
-¿A partir de qué edad un adolescente está habilitado para trabajar?
-Entre los 16 y 17 años se puede trabajar legalmente en condiciones de protección. La encuesta realizada por la Eanna determinó que 44.284 niños y niñas consultados tenían entre 16 y 17 años.
¿De qué se trata el proyecto Safe youth at work de la OIT y del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos (USDOL)?
-Salud y seguridad en el trabajo para jóvenes. Se hizo a partir de consultas especiales en colaboración la Superintendencia de Trabajo, Injuve y otras organizaciones. Hay muchos temas dentro de la salud y la enfermedad, que a uno le parecen lejanos: las muertes y lesiones; in itinere, que es una causa de muerte muy alta. Los jóvenes tienen muchos más accidentes que los adultos, tal vez por falta de entrenamiento o porque no saben calcular hacia y desde el trabajo.
¿Cuáles son las metas para paliar este flagelo?
-Para 2025 la meta de la OIT es erradicar el trabajo infantil, pero debemos tener metas concretas. Cada provincia tiene distintos factores de riesgos, lo cierto es que hay algunas que tienen más probabilidades que otras de erradicar el trabajo infantil, pero tenemos que hacer un trabajo más minucioso. No es lo mismo un chico de Misiones que tiene que cruzar un río y lo puede picar una víbora y uno que se toma el Subte para llegar. Hay muchos factores que influyen.
El trabajo infantil en números
El estudio de la Eanna arrojó que en la Argentina trabajan más de 206.000 niños que viven en zonas rurales y 2 de cada 10 realizan alguna actividad productiva. La última encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes, elaborada por el Indec en conjunto con la Secretaría de Gobierno de Trabajo y Empleo en 2018, el problema alcanzó a más de 763.000 niños y niñas. De ese total, casi el 20 por ciento vive en zonas rurales.
Qué dicen las leyes argentinas del trabajo infantil
En la Argentina, la ley N° 26847, artículo 107 del Código Penal, prohíbe el trabajo infantil: queda prohibido el trabajo de las personas menores de dieciséis (16) años, cualquiera fuere la índole de las tareas que se pretendiere asignarles. Las personas mayores de catorce (14) años y menores a la edad indicada en el artículo anterior podrán ser ocupados en explotaciones cuyo titular sea su padre, madre o tutor, en jornadas que no podrán superar las tres (3) horas diarias, y las quince (15) horas semanales, siempre que no se trate de tareas penosas, peligrosas y/o insalubres, y que cumplan con la asistencia escolar.
Mientras que el artículo 25 de la ley nacional N° 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, explica que los organismos del Estado deben garantizar el derecho de las personas adolescentes a la educación y reconocer su derecho a trabajar con las restricciones que imponen la legislación vigente y los convenios internacionales sobre erradicación del trabajo infantil, debiendo ejercer la inspección del trabajo contra la explotación laboral de las niñas, niños y adolescentes. Este derecho podrá limitarse solamente cuando la actividad laboral importe riesgo, peligro para el desarrollo, la salud física, mental o emocional de los adolescentes. Los organismos del Estado, la sociedad y en particular las organizaciones sindicales coordinarán sus esfuerzos para erradicar el trabajo infantil y limitarán toda forma de trabajo legalmente autorizada cuando impidan o afecten su proceso evolutivo.
El proyecto de la OIT y Unicef
El organismo en conjunto con Unicef llevan adelante una iniciativa a nivel regional para una latinoamérica libre de trabajo infantil para establecer un modelo de identificación de riesgo por provincia, y conocer las zonas con mayor y menor probabilidad de trabajo infantil. En la Argentina, la OIT, la Universidad Nacional de Cuyo y la Universidad Nacional Arturo Jauretche acompañan el proyecto de erradicación del trabajo infantil con desarrollo de políticas, talleres, informes y capacitaciones que contribuirán a eliminar el trabajo infantil en el sector agropecuario y la participación de menores de edad en labores peligrosas y con cargas horarias superiores a lo permitido.