En 24 horas a un productor se le quemaron más de 1200 hectáreas de forestación

En tan solo 24 horas se quemaron las más de 1200 hectáreas de forestación que Juan Paul, productor forestal de Berduc, vecino al Parque Nacional Palmar, hacía 22 años había plantado. “Es el sueño del inversor, el trabajo de la gente que plantó el árbol, lo cuidó y el futuro de los aserraderos. Todo se esfuma en un día”, dijo.

Los largos períodos sin lluvia, las altas temperaturas, la baja humedad y las ráfagas de viento que se estuvieron registrando en el último tiempo confluyeron en una predisposición para los incendios en la región. En Entre Ríos se estiman que al menos 5000 hectáreas ya fueron alcanzadas por las llamas. En este contexto, los productores de la zona aseguran que se están quedando sin recursos y piden ayuda al gobierno nacional.

“Vemos que la Nación está muy preocupada por los parques nacionales, los montes nativos, mientras toda la parte productiva queda fuera del radar y quedamos a la buena de Dios”, reclamó Paul.

Ocurre que esta situación se replica desde hace varios dias en diferentes puntos del país. Se registraron focos en Chubut, Río Negro, Neuquén, Santa Fe, Misiones. En este contexto, el Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema), junto con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, declaró la “emergencia ígnea en todo el territorio nacional” por un plazo de 12 meses, en función del “riesgo extremo de incendios de bosques y pastizales”.

“La gente está agotada, es día tras día luchando contra el fuego, es un infierno y las perspectivas para los próximos días no son buenas”, comentó el productor. Durante los últimos años, los productores de la zona trabajaron para hacer redes de detección y contención de incendios. “Nos sentíamos bastante confiados, pero esta situación realmente nos ha pasado por arriba. Uno ve que los recursos se van terminando”, agregó.

Los productores mantuvieron una reunión con el ministro de Producción, Turismo y Desarrollo Económico de Entre Ríos, Juan José Bahillo. Allí plantearon la necesidad de aumentar los recursos para enfrentar la situación.

Durante los últimos años, los productores de la zona trabajaron para hacer redes de detección y contención de incendios. “Nos sentíamos bastante confiados, pero esta situación realmente nos ha pasado por arriba. Uno ve que los recursos se van terminando”, señaló.

Paul contó que el fuego todavía requiere la atención permanente de quince personas porque sigue quemando. “Los recursos y la gente se van haciendo finitos y es muy difícil”, alertó.

En la superficie quemada tenía 600 hectáreas de pino maduro y 100 hectáreas de eucaliptus maduro listas para la venta. También había 600 hectáreas de pino y eucaliptus más joven que “directamente se pierde”. Para un eucaliptus de ocho años, por ejemplo, no queda más opción que volver a cortarlo y esperar que brote.

En tanto, Fernando Dalla Tea, gerente de Masisa Argentina, describió la situación como “dramática”. La firma tiene forestaciones en la zona de Entre Ríos y Corrientes. Al igual que Paul, remarcó que los productores y las empresas tienen estructuras para preparase para los incendios, pero en años como este se ven “superados”.

“Las pérdidas de superficie y de valor económico son enormes”, indicó. En el caso de la firma afrontaron cuatro siniestros grandes y aún están evaluando las pérdidas. “Todo el tiempo estamos viendo el pronóstico de 15 días y no hay ninguna lluvia que uno pueda suponer que va a cambiar esta situación”, indicó.

“Nosotros usamos unos indicadores que combinan distintas variables climáticas como alerta de incendios y los indicadores que estamos teniendo estos días para la zona de Entre Ríos son los máximos históricos que no hemos registrado. Sabemos que estamos en una situación crítica”, explicó.

Por esa razón los productores se reunieron con las autoridades provinciales para poder contar con más recursos para los próximos meses.

Según precisó, de parte de la provincia está el compromiso de reforzar el apoyo a los bomberos. Los productores pidieron que se realicen campañas mediáticas para concientizar sobre la situación. En lo que respecta a una posible ayuda financiera, como el pronóstico es muy malo por ahora se centraron en buscar recursos para afrontar la crisis. Más adelante igual será un tema a tratar.

En este contexto, en una reunión la Mesa de Enlace de Entre Ríos le planteó al ministro de Economía provincial, Hugo Ballay, la preocupación por los efectos de la sequía. Juan Diego Etchevehere, director del Distrito Entre Ríos de la Sociedad Rural Argentina (SRA), señaló que se le señaló al funcionario “que la situación actual del campo es crítica producto de la sequía, el maíz se encuentra en un 80% en estado regular a malo, la soja de segunda en un 58% y la soja de primera en un 46%”.

“Los campos naturales se han secado por completo y las pasturas implantadas están bajo estrés hídrico. Hoy la respuestas forrajeras son nulas, y tanto la ganadería como la lechería están pasando un pésimo momento”, señaló.

“Le solicitamos al ministro Ballay la declaración de emergencia agropecuaria en toda la provincia de Entre Ríos. Le transmitimos también que no hay ningún margen para incrementos impositivos y menos aún para la sola mención de crear nuevos tributos, en alusión al Consenso Fiscal 2022″, afirmó.

Entre Ríos aumentó su presión tributaria en un 75% en los últimos 10 años y se mantiene entre las provincias de mayor presión fiscal del país.

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