En medio de la fuerte necesidad que tiene el país de que ingresen más dólares, en 2021 las exportaciones agrícolas no traerán más divisas para la Argentina: llegarán menos. Así lo sostiene una estimación para la campaña 2020/2021 realizada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. El próximo año está previsto que las ventas al exterior de los productos de los principales cultivos para grano comercial aporten US$25.156 millones, un 3% por debajo de 2020.
Esto ocurrirá en el marco de una disminución de la cosecha esperada a causa del clima por las menores lluvias y también por un estancamiento debido a la mayor carga impositiva sobre el sector. La nueva campaña se da también en un marco influido por el coronavirus, las tensiones entre China y los Estados Unidos y la peste porcina africana que también impacta sobre el mercado. Estos factores fueron destacados por Nelson Illescas, de la Fundación INAI en el encuentro.
El único dato positivo para el Gobierno es que, tras haber aumentado las retenciones (llevó del 24,7 al 33% los derechos en soja y del 6,7 al 12% en trigo y maíz, entre otros productos) tendrá una mayor recaudación fiscal en general: en 2021 embolsaría del sector el equivalente a US$10.954 millones, una mejora del 3,2%. "Caen todos los indicadores, pero crece la contribución del sector (por la presión impositiva)", dijo Agustín Tejeda Rodríguez, economista jefe de la Bolsa de Cereales porteña.
En un seminario donde los técnicos de la entidad presentaron sus proyecciones, brindaron otras cifras, al margen de las exportaciones, que tampoco son alentadoras: la superficie sembrada total -considerando los seis principales cultivos, soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo- caerá un 1,2%, en tanto que la cosecha se recortará un 6,1%.
En rigor, la siembra total rondará los 33,15 millones de hectáreas y la producción global 120,8 millones de toneladas, respectivamente. Para destacar, será la segunda campaña agrícola consecutiva que tendrá una caída de sus números.
En el caso de la siembra total, se implantaron 33,63 millones de hectáreas en 2018/2019, se pasó a 33,55 millones de hectáreas en 2019/2020 y ahora se caerá otro escalón, a 33,15 millones de hectáreas, según los datos que presentó Esteban Copati, jefe de estimaciones de la entidad.
En cuanto la cosecha, siguió el mismo recorrido bajista. Exceptuando los 96,95 millones de toneladas de la sequía de 2017/2018, se recolectaron 137 millones de toneladas en 2018/2019, luego se descendió a 128,7 millones de toneladas en 2019/2020 y ahora se calculan 120,8 millones de toneladas.
Lo que están viendo en la Bolsa de Cereales porteña es que la producción agrícola entró en una suerte de estancamiento. Esto se puede dimensionar con el Producto Bruto Agrícola (PBA) de las cadenas agrícolas. Ese PBA creció 2% entre los ciclos 2015/2016 y 2018/2019 (tuvo impacto la baja de retenciones y la quita de trabas para exportar), pero cayó 5,7% el último ciclo agrícola y para 2020/2021 se prevé otro descenso, en este caso del 0,2%, que dejaría el PBA en US$31.173 millones.
Tejeda Rodríguez destacó precisamente que con dos años de caída del PBA el campo muestra signos de estancamiento. En tanto, con políticas que favorezcan la actividad, para 2029/2030 el país podría duplicar su tasa de crecimiento en la producción de granos, según la proyección de la entidad.
Esto último es claramente visible en el siguiente punto: mientras con una política más restrictivas para las exportaciones en la producción de granos solo se crecería un 3% para 2029/2030, subiría un 16% en un escenario con continuidad de políticas para el sector y un 34%, a cerca de 180 millones de toneladas, con un marco más favorable con incentivos para la producción y la exportación.
En cuanto a las producciones esperadas para 2020/2021 por cultivos, en trigo se aguarda una cosecha de 17,5 millones de toneladas, una merma del 6,9% versus el ciclo agrícola anterior. Vale recordar que en un relevamiento de inicio de la campaña la entidad esperaba incluso para la nueva cosecha 21 millones de toneladas, volumen que se fue perdiendo por efecto de la sequía.
En cebada, en tanto, se proyecta 3,7 millones de toneladas, un 5,7% más; en maíz 47 millones de toneladas, un 8,7% de caída; en soja 46,5 millones de toneladas, una retracción del 5,1%; en girasol 3,1 millones de toneladas, una baja del 8,8%, y en sorgo 3 millones de toneladas, una mejora del 20%.
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