Implica una nueva etapa del programa vigente desde 1993; también deja afuera a productores extranjeros
Tras dar de baja a fines de julio pasado 880 grupos de Cambio Rural, hoy, a través de la Resolución 249-E/2017 publicada en el Boletín Oficial, el Ministerio de Agroindustria de la Nación “creó” el “Programa Cambio Rural”.
Lo que parece un juego de palabras no es más que una descripción de la realidad. Vale recordar que Cambio Rural fue creado en 1993 y que en 2014 el programa fue relanzado bajo la denominación Cambio Rural II, con la inclusión de la agricultura familiar en transición hacia la capitalización y con la dotación de herramientas operativas y financieras para impulsar el agregado de valor.
A partir del cambio en la orientación dispuesto por las actuales autoridades de Agroindustria, y más específicamente por la Secretaría de Agricultura, a cargo de Ricardo Negri, y por la Coordinación Nacional, dirigida por el diputado Juan Casañas (UCR Tucumán), Cambio Rural modifica el segmento de destinatarios y excluye a la agricultura familiar, que ni siquiera es nombrada en las 29 páginas del nuevo manual operativo del programa.
Entre los considerandos de la resolución se señala que luego de sus más de 20 años de existencia “el Programa ha ido desviándose paulatinamente del fundamento de su acción. Que, como consecuencia, a pesar del esfuerzo empleado y recursos invertidos, los resultados obtenidos no alcanzan para posicionar a la pequeña y mediana empresa rural en los niveles óptimos y necesarios de eficiencia productiva que les permitan enfrentar exitosamente las fluctuaciones económicas y climáticas. Que por todo lo expuesto, se entiende necesario proceder a una reestructuración del Programa”.
Estas consideraciones contrastan con las opiniones recogidas por LA NACION en una reciente nota, donde productores y técnicos destacaron las mejoras que implicaron el trabajo en Cambio Rural. De igual modo, puertas adentro del INTA, que es el organismo que colabora con Agroindustria en la ejecución del programa en el territorio, aún se suceden las críticas desde las diversas experimentales que tratan a diario con los grupos de Cambio Rural, por la forma en que se sucedieron las bajas. Tan es así que hasta el cierre de la semana pasada continuaban las gestiones para reincorporar grupos dados de baja.
En ese sentido, Sergio Ondo Misi, coordinador Nacional del INTA en Cambio Rural, contó a LA NACION que se recibieron “pedidos específicos desde las coordinaciones regionales del INTA, por grupos que tenían un buen trabajo hecho y una importante organización, por lo que se consideraba relevante mantenerlos. Eso fue evaluado por Agroindustria y se les concedió la continuidad, por lo menos para que cumplan con el período de tres años estipulado por el programa”. Y añadió: “Me pareció una buena señal del Ministerio, tras la gran baja de grupos que hubo, reconsiderar la decisión a partir del pedido de quienes más conocen el trabajo de los productores, que son las experimentales”.
En el mismo sentido, el presidente del INTA, Amadeo Nicora, dijo a LA NACION: “Estamos en proceso de aceitar el trabajo con la coordinación de Cambio Rural de Agroindustria, al punto que estamos logrando que se reincorporen algunos grupos dados de baja. Cuando se trabaja con tanta gente y en un país tan diverso se pueden cometer errores. Lo bueno es poder generar el ámbito de trabajo conjunto donde estamos analizando uno por uno los grupos”.
Requisitos excluyentes
Entre los requisitos que se exigen a quienes quieran formar parte de esta nueva versión de Cambio Rural se incluye “ser nacido en territorio argentino o ser hijo de ciudadano nativo”. Con esta disposición, quedan excluidos buena parte de los productores del Cinturón Verde del Gran La Plata, que abastecen el consumo de verduras y hortalizas de grandes áreas del conurbano bonaerense y de la Ciudad de Buenos Aires, dado que en más de un 80% son agricultores bolivianos nacionalizados. De hecho, 21 de los 27 grupos de Cambio Rural de la región fueron dados de baja recientemente y los seis restantes concluyen su período de trabajo en diciembre próximo.
“Todos los agricultores familiares hortícolas comercializan la totalidad de la producción, pero igual los borran del programa, ahora, por ser extranjeros. Parece que no se dan cuenta que ponen en riesgo la seguridad alimentaria nacional o ¿seguirán importando verduras y hortalizas, como ya lo están haciendo?”, lamentó un técnico promotor de un grupo de productores del Cinturón Verde del Gran La Plata que pidió preservar su identidad. Y agregó que la misma situación se replica en los cordones urbanos de Córdoba, Mendoza, San Juan, La Rioja y de Santa Fe. “Con este tipo de medidas excluyentes se pierde soberanía productiva y puestos de trabajo, justo en sectores donde el asesoramiento en Buenas Prácticas Agrícolas genera el mayor impacto. Resulta irracional”, concluyó.
Otros dos requisitos que confirman el cambio de orientación hacia un segmento de productores entre medianos y grandes son: “Desarrollar la actividad productiva y/o de servicios con carácter exclusivamente comercial” y “reunir un ingreso anual neto para sí, superior al 50% de los ingresos totales”.
Para los agricultores familiares el desarrollo de la actividad productiva implica una doble función: autoabastecimiento de alimentos y la generación de excedentes comercializables. Justamente, el trabajo en grupo, la capacitación y el asesoramiento técnico dentro de Cambio Rural contribuía a optimizar la producción y el agregado de valor para multiplicar los excedentes y, así, generar un mayor ingreso económico para las familias del campo.
Consultado sobre el rumbo que toma Cambio Rural, Nicora, dijo que lo que sucede hoy “no es un ajuste, sino otra manera de enfocar al sujeto del programa. Veníamos trabajando con una determinada tipología de productores, que a partir de una definición de Agroindustria se restringe a otro tipo de destinatarios. Es un cambio en la visión del usurario de Cambio Rural”.
En cuanto a la posibilidad de que una parte de los grupos dados de baja de Cambio Rural pasen a depender del Ministerio de Desarrollo Social bajo la figura de Grupos de Abastecimiento Local, nada se dice en la resolución publicada hoy, aunque en el INTA aseguran que ya se comenzó a trabajar con cerca de 300 de los 880 grupos dados de baja.
Temas
- 1
- 2
Opinión. Zonas de exclusión: no es el glifosato sino el asfalto el que mata la vida biológica de los suelos
- 3
Recuperación: las exportaciones del principal complejo argentino tocaron en volumen su nivel más alto en cinco años
- 4
Caliente en invierno y fresco en verano, el rancho mantiene su identidad cultural