Apache se dedica a la fabricación de máquinas agrícolas: sus principales productos son las sembradoras de granos gruesos y finos, pulverizadores autopropulsados y descompactadores, además del ensamble de tractores de baja potencia. "Apache cumplió en diciembre 60 años de vida. Estamos muy contentos de ser parientes del campo argentino y por eso salimos al mundo para contagiar a otros", dijo el titular de la firma, Carlos Castellani, a la hora de recibir el premio en la categoría "Ampliando fronteras".
"Siempre usamos el método de cuidar la tierra descansando el 30% del suelo para rescatarlo de la aridez de la siembra directa. Servir al campo es muy importante; es un sector que siempre funcionó, aun con retenciones", sumó Castellani.
La empresa, que emplea a 200 personas, exporta desde los años 80, cuando pocos lo hacían. En un primer momento comerciaba con Bolivia, luego con la República Centroafricana, Benín, Uruguay, Chile y Paraguay. Fruto de las condiciones internas y externas, las exportaciones decayeron, hasta que en 2006 volvieron a recuperar el ritmo. "Con exportaciones de descompactadores, sembradoras y rastras de discos llegamos a Venezuela, Polonia, Sudáfrica, Rusia, Kazajstán, Ucrania y Nueva Zelanda. Hoy exportamos aproximadamente el 15% de la producción, fundamentalmente a Sudáfrica y Bolivia", agregó.
Necesitamos ser más competitivos para exportar bienes de capital y productos industriales: bajar el costo argentino, como el mismo Gobierno sostiene
Su historia comienza en 1957, en la ciudad de Las Parejas, Santa Fe, con la fabricación de bombeadores en un garaje. "En esa época la adquisición de maquinarias agrícolas era un sueño difícil de cumplir: todos los productores agropecuarios las deseaban, pero, al ser importadas, su costo era elevado", explicó el empresario. Así nacieron las primeras sembradoras, a fines de la década del 60, con la "línea roja", una sembradora de granos finos, entre otras máquinas. También se desarrollaron implementos para cultivo y cosecha de caña de azúcar.
"La Argentina no tiene dificultades para exportar granos, aceites y derivados, tampoco carne vacuna, marca registrada a nivel mundial. En cuanto a bienes de capital y productos industriales, en cambio, necesitamos ser más competitivos, es decir, bajar el costo argentino, como el mismo Gobierno sostiene. Sobre todo en las cargas laborales, que gravan excesivamente los salarios y la logística y costo de transporte, sumamente onerosos en relación con otros países", completó Castellani.
Además, dijo que es necesario que el país logre la estabilidad para que los precios en dólares no se modifiquen frecuentemente y hagan perder los mercados conseguidos. Finalmente, explicitó la necesidad de que los agregados comerciales de las embajadas argentinas en el mundo conozcan todos los productos industriales para ofrecerlos. "Podrían mantener informadas a las cámaras sectoriales argentinas y a los mismos fabricantes de las posibilidades de ventas y financiamiento, como hacen los agregados comerciales de otros países que se ocupan de fomentar las exportaciones", concluyó.
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