Mateo Zelich se interesó desde siempre por la entomología y formó una atractiva colección con ejemplares de diferentes especies
LIEBIG, Entre Ríos.- Parece ser una de las tantas casas inglesas que abundan en el pueblo de Liebig. Y sería así si no fuera por las dos lámparas con forma de víboras que alumbran el jardín y un cartel a modo de recepción que reza Butterflies, anticipando lo que se esconde en su interior.
Un hombre de 82 años, en silla de ruedas y con una pierna amputada debido a una picadura de yarará es el anfitrión que, junto con su hija Sonia, está encargado de la exposición de Mariposas e Insectos, promovida y construida por ellos mismos.
Mateo Zelich es médico rural, pero su verdadera pasión son los insectos y por eso desde siempre se interesó en la entomología. "Me dediqué a los insectos toda la vida. De chico vivía a unos 500 metros del pueblo, era todo selva y bosque, así que siempre andaba metido en el pantano. Cuando empecé la escuela, en vez de estudiar las materias que tenía que rendir me iba a la biblioteca y leía libros de ciencias naturales", contó Zelich.
En 2004 el museo abrió sus puertas al público y ofreció una variedad de insectos de casi todo los tipos, especies, colores y orígenes.
Restos fósiles, cascarones de Sauropódos (dinosaurios herbívoros que habitaban el sur de América), muelas de mastodontes, víboras en formol, animales petrificados y rocas milenarias formadas por sedimento que contienen agua en su interior, son algunas de las cosas que se exponen.
También hay mariposas amarillas de Madagascar, verdes de España y de diferentes tonalidades de la selva amazónica, norte y centro de América, India, Japón, China, Italia, Malasia, Palestina, Perú, Bolivia y la ex Unión Soviética enviadas especialmente para Zelich por un canje.
Los escarabajos del desierto del Sahara y coleópteros de colores metálicos plata y oro traídos de Australia, sur y centro de América, junto con las cigarras cantoras y mariposas transparentes de la selva amazónica, completan una colección que recorre los cinco continentes. "Me escribo con coleccionistas de todo el mundo; acá están desde las mariposas más grandes hasta las más exóticas. Están casi todas", afirmó Zelich.
Mediante el canje de especies con otros coleccionistas o entomólogos y cazando él mismo logró armar esta muestra que inicialmente era una colección privada.
Luego de la visita de funcionarios del Museo de Ciencias Naturales de La Plata decidió abrir al público. Así comenzó el proyecto. "Era una lástima que semejante colección estuviera guardada y oculta. Los insectos son los polinizadores de las plantas, no habría frutas ni nada sin ellos. Son los que mandan sobre el planeta; los humanos no tenemos nada que ver."
Descubrimiento
En 1979, luego de un estudio minucioso, publicó la primera lista de aves de los departamentos de Colón y Concepción del Uruguay, dando a conocer más aves en estos lugares que las que hasta ese momento se reconocían en la provincia de Entre Ríos. A raíz de esto descubrió una nueva especie, a la que llamaron Sporophila Zelichi en su honor.
En esta pequeña localidad "la diversidad del medio ambiente hace posible la existencia de una gran cantidad de especies que no se desarrollan en otros lugares", tal es el caso del ave que lleva su nombre. Por ésta y otras razones es que Mateo Zelich se volvió a asentar en Liebig, el pueblo donde nació. Hace tres años dejó de ejercer la medicina, pero lo que nunca pudo abandonar es aquello que realmente lo apasiona desde gurisito: la entomología.
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