En los últimos 16 años, el 87% de las provincias argentinas tuvo una caída en la cantidad de explotaciones agropecuarias. Solo Tierra del Fuego, Jujuy y Catamarca aumentaron sus establecimientos. A nivel país, el promedio de unidades descendió un 25%.
Los datos surgen del último Censo Nacional Agropecuario (CNA) realizado el año pasado. El anterior censo completo sobre el sector fue en 2002, ya que el relevamiento que se hizo en 2008, en plena pelea entre el campo y el anterior gobierno por el proyecto de retenciones móviles, quedó incompleto.
Mientras que en 2002 se relevaron 297.425 explotaciones agropecuarias con límites definidos, los datos de 2018 mostraron 222.201 en todo el país. En el censo de 1988 había 378.357 explotaciones. Si se comparan esos datos con los de 2018, la merma trepa al 41,2%.
Aunque la mayoría de los campos se encuentran en Buenos Aires, en los últimos 16 años la provincia bajó de 51.107 a 36.594 establecimientos, una variación negativa del 28,4%.
La provincia que tuvo la mayor merma en unidades de explotaciones fue Tucumán, donde la caída fue del 58,82%. Le siguieron Neuquén, Entre Ríos y Santa Cruz, con una baja de 37% cada una.
La baja no quita que haya provincias que ampliaron su cantidad. Por lejos, Tierra del Fuego es donde más se expandieron los establecimientos, pese a los problemas que hoy hay con los perros asilvestrados que atacan ovejas. Pasó de tener 90 hace 16 años, a 147 en la actualidad (63,3% de aumento). Le siguieron, muy por debajo, Jujuy, con un incremento del 7,6% y Catamarca, con un 3,9%.
Por otro lado, si se tiene en cuenta la superficie de hectáreas, entre 2002 y 2018 hubo en el país una baja del 11%.
Por provincias, Santa Cruz lideró el ranking con un desplome del 34%. Luego se ubicó Catamarca con una merma del 27%.
En contrapartida, las provincias donde hubo un aumento en la superficie de hectáreas fueron Neuquén (59%), Santiago del Estero (21%), Jujuy (13%), San Luis (8%), San Juan (6%) y Tucumán (1%).