"La semana pasada hice cálculos de resultados económicos esperados de los cultivos de grano grueso con los precios del Mercado a Término para la época de cosecha y vi que el maíz es el que sale mejor parado", afirma un productor del sur de Santa Fe, que no se amilana con las bajas del cereal durante esta semana en Chicago, que las considera propias de la volatilidad estacional de ese mercado.
"Con 170 dólares por tonelada para el maíz de primera y 270 dólares para la soja, el cereal le saca 300 dólares por hectárea a la oleaginosa en esta zona, si se alcanzan rindes históricos", evalúa. Y añade que hay muchos productores que están tomando coberturas con los precios del maíz a cosecha, con el que se obtiene un buen margen bruto, mientras que están más remisos a venderse en soja o en trigo.
"Con la napa cercana, el maíz es un cultivo bastante seguro por más que en primavera aparezca una Niña débil", confirma. El productor detalla que "en las lomas arenosas optaré por el girasol, que rinde bien en veranos con lluvias menores a lo normal, como puede ocurrir en 2017. Los lotes más flojos y irán a soja, si no tienen malezas resistentes a glifosato, o a sorgo si hubiera que combatirlas".
Alta salinidad en superficie
Un problema frecuente en muchos lotes en 2016 es la sal en superficie. "Es un coletazo de los anegamientos y encharcamientos provocados por El Niño. El agua en exceso solubilizó las sales del perfil y las trajo a la superficie. A medida que las partes inundadas se van secando queda el salitre a la vista, que es una limitante seria si el lote se trabaja con un barbecho limpio, con miras a la siembra de granos gruesos", advierte el productor.
Para atenuar este inconveniente, algunos agricultores están optando por la cebada -un cultivo más tolerante a la salinidad- o el por trigo combinado con un cultivo de segunda. "Si se siembra cebada, que enseguida absorbe agua de los primeros 10-15 centímetros de profundidad, las sales quedan en esa capa y no llegan a la superficie; en un barbecho limpio para granos gruesos, en cambio, el sol va secando el suelo y las sales quedan a la vista", diferencia el productor.
"Quien no tenga pensado sembrar granos finos, por lo menos debería hacer un barbecho con muy buena cobertura, que no deje evaporar el agua y cristalizar las sales, y pensar en el sorgo granífero, un cultivo rústico, capaz de desarrollarse en condiciones desfavorables", añade. En las zonas que han sufrido anegamientos hay distintas situaciones de salinización: "Hay napas con 3 gramos de sales por litro y otras con 0,5 gramo. Para tomar las mejores decisiones es conveniente tomar una muestra de suelo con barreno y llevarla a analizar a un laboratorio. Con el resultado en la mano, el productor puede tener una referencia de cuán grave es el problema por enfrentar", aconseja un técnico que trabajo en la zona.
Avanza la siembra de trigo
En el sur se Santa Fe se está completando la siembra de todo el trigo planificado para evitar el riesgo de no poder ingresar con camiones de fertilizante si volviera llover y para bajar la profundidad de la napa. Las variedades de ciclo largo ya están implantadas y se avanza con las de ciclo intermedio.
A diferencia del año pasado, los cultivos se fertilizan muy bien con nitrógeno y fósforo. "En esta campaña se buscará cumplir con los requerimientos de calidad, principalmente con la aplicación de fertilizante nitrogenado, además de elegir una buena variedad. Vamos a asegurar 110 kilos de nitrógeno por hectárea a la siembra y, si el clima acompaña, agregaremos 40 kilos por hectárea con espiga a 10 centímetros para asegurarnos el peso de grano y el contenido de proteína y de gluten", plantea el productor. El cultivo vuelve a dar margen positivo en la campaña 2016/2017 y se puede implantar nuevamente en campos alquilados, combinado con un cultivo de segunda como soja o maíz.