La oleaginosa tiene el mismo poder adquisitivo de bienes de construcción que en los momentos más críticos de la economía
Un camión de soja valuado a los precios internos compra actualmente una cantidad de metros cuadrados de construcción bastante similar a la de comienzos de la década del 2000. Esto no tiene que ver con alguna circunstancia adversa asociada a los precios internacionales. Por el contrario, el precio promedio de exportación de la soja de 2012 fue 3,3 veces superior al precio promedio de exportación de 2001 (US$ 561 la tonelada vs US$ 172 la tonelada).
El retorno a los niveles observados en momentos críticos de la economía argentina y de muchos productores agrícolas del país se explica por:
- a) Elevados impuestos (35% derechos de exportación).
- b) Una inflación doméstica en bienes construcción excepcionalmente alta (promedia el 25% anual entre 2009 y 2012).
- c) Un tipo de cambio que en los últimos años ha copiado sólo un tercio de esta inflación.
Una estimación propia indica que el poder de compra interno de un camión de soja puede quedar en 12,4 metros cuadrados en este 2013, un 11% por debajo del nivel de 2012 y un 29% por debajo del promedio de los últimos 21 años.
A consecuencia de los nuevos y más desfavorables "términos de intercambio" previstos, se requiere que la producción de soja de este año crezca al menos en 5 millones de toneladas para que la campaña 2012/2013 tenga un poder de compra en bienes construcción similar a la que tuviera la campaña 2011/2012.
En 2002 un camión de soja de 28 toneladas valuado a los precios internos podía financiar casi 30 metros cuadrados de construcción; esa era la relación que quedaba determinada considerando el precio de la oleaginosa y los costos de la construcción (valor metro cuadrado de construcción de la ciudad de Córdoba).
Ese año y los dos que le siguieron fueron muy favorables en términos de poder adquisitivo de la oleaginosa en bienes construcción; seguramente este factor sea uno de los que permiten explicar la rápida recuperación del sector luego de la profunda crisis de 2002. En setiembre de 2005 el nivel de actividad de la construcción (según mediciones del Indec) ya superaba los máximos de la década de los 90.
En 2012 un camión de soja pudo comprar 13,8 metros cuadrados de construcción. Para tener una perspectiva histórica, este valor está un 25% por debajo del nivel promedio del período posconvertibilidad (18,4 metros cuadrados por camión) y, lo que sorprende, un 15% por debajo del nivel del período de la convertibilidad (16,3 metros cuadrados por camión). Adicionalmente, hay que retroceder hasta 2001 para encontrar un valor menor (12,8 metros cuadrados).
La soja tiene hoy casi el mismo poder de fuego en términos de bienes construcción que en los momentos más críticos de la economía argentina.
Compensar
Se espera una recuperación importante de la producción de soja en 2013. Dependiendo del clima, se pueden lograr entre 50 y 54 millones de toneladas, es decir, entre 10 y 14 millones de toneladas más que en la anterior campaña (un aumento de entre 25 y 35%). Se trata de un flujo de ingresos adicionales no menor, cuyo impacto positivo se sentirá sin dudas en la economía.
El efecto multiplicador de esta posible producción adicional no tendrá la potencia que habría tenido años atrás, al menos no en términos de bienes de construcción, uno de los sectores claves por sus vinculaciones con muchas otras actividades productivas y su gran capacidad de generación de empleo. Esta estimación supone que:
- a) Se cumplen las proyecciones de precios internacionales que por estos días manejan los mercados de futuros, que indicarían una leve baja en los precios medios de 2013 respecto de 2012.
- b) La tasa de devaluación anual del peso se estaciona en un nivel del 20% (tal como fuera anunciado por el Secretario de Comercio).
- c) Los costos de la construcción siguen creciendo al ritmo que traen en los últimos 3 años (25% promedio anual).
- d) Se mantienen sin cambios los derechos de exportación y la política comercial que se aplica sobre la soja.
Lo anterior implica que parte del aumento de la producción de soja que se espera para este 2013 se deberá destinar a "compensar" la caída de poder adquisitivo.
Sucede que bajo un escenario macroeconómico como el esperado la producción de granos debe crecer si quiere seguir "comprando" la misma cantidad de bienes construcción que un año atrás.
Un ejercicio de actualización puede ilustrar este punto: para "comprar" la misma cantidad de bienes construcción que lograban 40 millones de toneladas de soja en el 2012, se requerirán este año unas 45 millones de toneladas, a consecuencia de los nuevos y más desfavorables "términos de intercambio" previstos.
En otras palabras, se requiere que la producción de este año crezca al menos en 5 millones de toneladas para que la campaña 2012/2013 tenga un poder de compra en bienes construcción similar a la que tuviera la 2011/2012.
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