El ingeniero químico que tiene una gomería donde no para de vender por un increíble motivo
En Concepción del Uruguay, Entre Ríos, Edgardo Fontana realiza el recapado de neumáticos, en especial de maquinaria agrícola; el faltante de mercadería nueva le dio un fuerte impulso a su negocio
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LA NACIONMariana Reinke
Desde antes que comience la pandemia contratistas y productores agropecuarios venían advirtiendo sobre el faltante de insumos nuevos para el agro, en especial neumáticos para maquinaria agrícola. Sin embargo, en los últimos meses, la situación se agravó por las restricciones a las importaciones.
En plena siembra de soja y maíz y, a poco de comenzar la cosecha de trigo, Edgardo Fontana hace malabares para darle una solución a quienes se acercan a la gomería en la localidad entrerriana de Concepción del Uruguay, donde trabaja hace 30 años.
Si bien muchos lo conocen como “el rey del recapado”, este ingeniero químico nacido en la ciudad de Calchaquí, en el norte de Santa Fe, prefiere decir que solo hace bien su trabajo.
Según contó, su vida transcurrió en tierra santafesina (primaria y secundaria en Nuestra Señora de Guadalupe y la etapa universitaria en la Universidad Nacional del Litoral), hasta que en 1989 conoció una mujer entrerriana que lo llevó a vivir a su provincia. Su suegro tenía una gomería de compraventa de neumáticos usados y recapados en el acceso al pueblo y, si bien él tenía un título no muy relacionado con esa actividad, se metió de lleno a trabajar allí.
La especialidad del comercio es la reconstrucción de neumáticos de máquinas agrícolas. En particular, su fuerte son las gomas de tractor y de la maquinaria vial. También trabaja, aunque en menor medida, con ruedas de camiones de transporte y automóviles particulares.
Su labor es ardua; además de la comercialización del producto, debe seguir atentamente el pulido de cada cubierta, estar en la fabricación de la fórmula, cuando se cocina y se arma la banda, sumado a la compra de las materias primas.
En los últimos tiempos, debido al faltante de mercadería, su actividad vive un “boom”. Al respecto, contó a LA NACION: “Hoy se trabaja de manera impresionante por el tema de la importación cerrada. Hay un incremento exponencial en el mercado de gomas usadas. Para nosotros, hubo un aumento exponencial en nuestras ventas. Todos se quejan de la falta de productos nuevos”.
Sin embargo, advirtió que no siempre fue así. Las tres décadas que lleva trabajando en el rubro estuvieron plagadas de fluctuaciones coyunturales, a veces imposible de sobrevivir.
“Es muy difícil trabajar sin previsibilidad en la Argentina. Tenés momentos buenos como este pero luego te viene un panorama negro. Por ejemplo, hubo tiempos en que la devaluación ayudó a nuestro trabajo, pero otros en que abrieron la importación que directamente fue pésimo para nosotros”, describió.
Si bien está contento por el auge que vive su trabajo, alertó que la inflación, así como también la suba de las tarifas y el valor creciente de un dólar que no para, influye en los costos finales para comprar la materia prima para sus reparaciones.
En cuanto a valores, detalló que una cubierta recapada sale entre un 50y 60% de lo que cuesta una nueva, pero la cuestión más importante de esta movida es la importancia que tiene en estos tiempos el reciclado, la regeneración y la reutilización de estos productos.
“El recapado ayuda a cuidar el medio ambiente, una manera de dar sustentabilidad en los tiempos que corren. El recapado es sinónimo de reciclado. Se ahorra en petróleo y en caucho”, dijo.
Señaló que el recapado de neumáticos de camiones de transporte es el más complicado de realizar por el daño que produce la fricción con el asfalto, en tanto una rueda de tractor se puede llegar a reconstruir hasta tres veces: “En la actualidad, estamos reparando cientos de ruedas de tractor por mes. Con un buen trabajo, una rueda usada queda como nueva”.
Por este fenómeno, la gomería incrementó su clientela zonal y hoy en día tiene repartos en Mendoza, San Juan y La Pampa, donde se realizan envíos a través de un trasporte. En el norte, como Salta, son ellos mismos quienes hacen la distribución. Asimismo, además de las ventas, realizan trabajos para aquellos productores que buscan recapar su propio neumático.
Para el comerciante, la demanda va a continuar en ascenso. “Son cada vez más personas que antes no compraban gomas usadas que ahora comienzan a hacerlo. No hay dólares en la Argentina, por lo que la búsqueda de recapados va a seguir creciendo”, finalizó.
Por Mariana Reinke
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