La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó que la economía provincial perderá US$5100 millones por la caída de la cosecha; con eso se pueden comprar 211.000 vehículos cero kilómetro de la marca más vendida en el país
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El costo de la sequía para Santa Fe equivale a al precio oficial de venta de 211.000 autos cero kilómetro de la marca con más ventas en el país. Esa es la cifra en la que se traducen los US$5100 millones de quebranto que tendrá el Producto Bruto Geográfico (PBG) santafecino por la sequía. En tanto, en particular para los productores, la sequía dejará pérdidas totales por US$3100 millones.
La comparación fue realizada por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) que, en un informe, mostró la equivalencia de la pérdida económica que tiene el fracaso de la cosecha con los “vehículos que no se comprarán debido a la menor circulación de dinero provocada por la sequía”, señaló.
La BCR informó que solo con computar los resultados en soja, trigo y maíz, el productor ha perdido a la fecha dos tercios de la cosecha. “De 22,6 millones de toneladas que esperaban levantarse al momento de la siembra, hoy se proyectan levantar apenas 7,7 millones de toneladas. Los movimientos de precios, en tanto, con un Brasil que se dispone a sacar un volumen récord de granos desde Sudamérica, poco han ayudado a compensar la pérdida en volumen. De una valuación de casi US$7000 millones de dólares que tenía la producción proyectada al momento de la siembra, hoy se espera que los granos santafesinos se cosechen a un valor total de US$ 2800 millones, perdiendo por tanto el 60%”, sostuvo.
En consecuencia, añadió, en la campaña 2022/23 los productores de Santa Fe incurrirán en pérdidas totales por US$ 3100 millones de dólares. Esto, precisan, si se computan los márgenes que se perdieron en la superficie que no ha podido sembrarse por falta de humedad, las erogaciones en labores de siembra que se perdieron completamente por el fracaso total de la producción y la caída de ingresos por el menor rinde obtenido respecto del proyectado inicialmente.
Según detalló el informe, al disgregar esos US$3100 millones de pérdidas, según detallan arroja que un 57% responde a los productores de soja, y el restante se divide a la mitad entre trigo y maíz.
Por último, en relación con el valor industrial exportador de granos del sur santafesino en el Gran Rosario, el trabajo afirmó que si se computa exclusivamente la exportación de trigo, soja y maíz en grano, así como también de harina y aceite de soja, de 66 millones de toneladas que preveían embarcarse, hoy se proyectan embarcar 37 millones de toneladas.
“En valor, el ingreso de dólares previsto por esta actividad cayó US$ 11.000 millones, o un 42%, pasando de una previsión de US$ 27.200 millones al momento de la siembra a US$ 15.700 millones hoy”, agregó.
Preocupa la falta de condición para la siembra de trigo
De cara a la siembra de trigo, en su informe semanal de la región agrícola núcleo, que comprende el sur de Santa Fe, el norte bonaerense y el sudeste de Córdoba, la BCR arrojó un dato poco alentador: en abril llovió apenas entre el 10% y el 40% del promedio histórico de la región pampeana.
“Con 100 a 120 milímetros de precipitación media, abril era un mes clave para recuperar los 150 a 200 mm que faltan en los suelos, como también es clave mayo, que suele dejar entre 40 y 70 mm. En la región núcleo, abril se despide con 75 a 100 milímetros menos. Sobre la región pampeana, abril totaliza un rango que va del 10 al 40% de la normal”, informó la Guía Estratégica para el Agro (GEA), de la BCR.
En este contexto, la pregunta que planteó la entidad es si mayo puede compensar el déficit de agua y dejar un extra de 70 a 100 mm. “Hoy, en este momento, no hay argumentos para decir que mayo pueda dejar lluvias por encima de la media. Tampoco para pensar en menos milímetros”, respondió Alfredo Elorriaga. “Lamentablemente, en 40 de los últimos 60 años las precipitaciones de mayo fueron iguales o inferiores a la media y, dependiendo de la región, en pocas ocasiones se duplicaron esos guarismos”, explicó.
En tanto, respecto de la campaña de trigo, señaló que en las encuestas se sigue señalando una baja en la intención de siembra, con un rango que va de 15 a 60%. También indican que se destaca la enorme necesidad que hay por hacer trigo y la gran falta de agua en los perfiles.
Por último, se refirió a la cosecha de soja, la cual sigue atrasada y con resultados de rendimiento que “distan de lo que se estimaba antes de entrar en los lotes”, informó.
“A esta altura del 2022, la recolección estaba casi finalizando. Este año el progreso de las labores alcanza al 75% del área”, alertó. Según detallaron: el noroeste bonaerense lleva un avance sobre el 50% de la superficie. El sur santafesino le sigue con el 60%. Y el centro sur santafesino cosechó el 85% de la soja de primera.
El noreste bonaerense y sudeste cordobés son las zonas más adelantadas, donde quedan pocos lotes por recolectar. Pero el avance de las cosechadoras sigue arrojando resultados que distan de lo que se estimaba antes de entrar en los lotes.
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