En conferencia de prensa, el ministro Julián Domínguez defendió la suba de derechos de exportación a la harina de soja y el aceite; aseguró que el Ejecutivo busca dar “previsibilidad” a los productores
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El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, ofreció este sábado una conferencia de prensa con detalles respecto del aumento de 31% a 33% de las retenciones de harina y aceite de soja y la creación de un Fondo Estabilizador de Trigo, medidas que se conocieron más temprano a partir de la publicación de sendos decretos en el Boletín Oficial. Durante el acto, calificó las decisiones de “temporales” y aseguró que el Gobierno trabaja para dar “previsibilidad” a los productores, que son “la gallina de los huevos de oro” de la Argentina.
“El Presidente de la Nación nos encomendó a sus ministros la tarea de instrumentar las medidas necesarias para estabilizar el precio del trigo a valores prebélicos mientras duren las consecuencias del aumento a causa de la guerra y desacoplar el precio argentino de los precios internacionales”, apuntó el funcionario al comienzo de su discurso, en el que explicó que el valor del cereal aumentó un 37% como consecuencia del conflicto Ucrania-Rusia.
A continuación, afirmó que Fernández marcó para ello dos objetivos claros: “Tratar de cuidar a los consumidores y que la medida no perjudique a los productores argentinos”. Y siguió: “Por eso el Presidente ha decidido la creación del Fondo Estabilizador Temporal del Trigo Argentino, cuya instrumentación y administración quedará a cargo exclusivamente de la Secretaría de Comercio Interior, que constituirá un fondo fiduciario al respecto y dará en los próximos días las indicaciones”.
“En lo que a nosotros hace, la medida establece la suspensión temporaria del diferencial de 2% de los derechos de exportación de harina y aceite de soja del decreto 790 del año 2020. Esto hará que vuelvan al 33%, porcentaje que ya las empresas le descuentan al productor, por lo que no se lo afectará con esta medida”, enfatizó.
Seguidamente, puntualizó que la decisión alcanza a 11 empresas exportadoras, de las cuales 8 representan el 95% del total de exportaciones. Y agregó: “Respecto de los productores argentinos que han provocado una cosecha récord en trigo, hemos decidido abrir los registros de exportación de la cosecha 22-23 por un total de 8 millones de toneladas de trigo que se suman a las 2 millones de toneladas ya autorizadas. Con esta decisión pretendemos lograr el objetivo de darles previsibilidad para la próxima siembra y lograr un nuevo récord de producción”. En esa línea, también señaló la necesidad de reforzar el compromiso argentino con la seguridad alimentaria global a partir de una producción mayor y más sustentable.
“Estamos trabajando para darle a la gallina de los huevos de oro de este país, que es el productor, la previsibilidad y la confianza que requiere”, insistió Domínguez y remató: “Estamos convencidos de que estamos contribuyendo al bien común”.
Tras su alocución, el ministro respondió las preguntas de la prensa y en ese contexto aseguró que el Gobierno tiene la decisión de “no tocar las retenciones a maíz, trigo, soja y aceite de girasol”, dado que “cada vez que se afectaron, la Argentina cayó en su intención de siembra”.
En materia jurídica, dijo sobre el aumento de los derechos de exportación a la harina de soja y el aceite: “Entendemos que las condiciones de justo y de razonabilidad están absolutamente abarcadas. Y respecto al reclamo de las entidades, no tengo nada que opinar. Vamos a trabajar para dar la mayor certeza que el sector pueda, pero un mensaje les quiero transmitir: las medidas las tomamos pensando en el bien común y en el interés de la nación”.
De esta forma, el funcionario le respondió a la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), que este sábado rechazó la decisión del Gobierno de aumentar por decreto las retenciones al considerar que la medida “no tiene legalidad” y “castiga el empleo industrial”.
Las iniciativas del Ejecutivo, que se dan en el marco de la “guerra contra la inflación” declarada por el presidente Alberto Fernández a partir del viernes, obedecen a “la nueva coyuntura internacional que impone la toma de medidas urgentes que coadyuven a la estabilización de los precios internos de productos esenciales para la alimentación de los argentinos y las argentinas, así como mantener un volumen adecuado a las necesidades de abastecimiento del mercado interno, fomentando una mayor producción de estos bienes en la cadena que va desde el productor primario y la productora primaria hasta los consumidores y las consumidoras finales”, según se detalló de manera oficial.
Asimismo, el Gobierno sostuvo que el Fondo Estabilizador pretende “garantizar un patrimonio de afectación específica que contribuya a mitigar el alza del precio de la tonelada de trigo que requiere la cadena de molienda argentina, considerando los valores, anteriores al conflicto, de las mercaderías involucradas”.
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