En nuestra empresa nos dedicamos, entre otras cosas, a las siembras con clientes o propias, en campos alquilados en el sudeste de la provincia de Buenos Aires. Cuando comenzamos a planificar la rotación de esta campaña, el girasol linoleico tenía buenas expectativas para obtener uno de los márgenes más altos dentro de los cultivos tradicionales de la zona. Según Agustin Baque, asesor de mercados, los precios ofrecidos por las fábricas para marzo de 2021 reflejan un escenario global de stocks de aceites ajustados, debido a problemas productivos en palma (falta de mano de obra en Malasia) y sequía en Ucrania, Rusia y la Argentina (ver página 6). Los márgenes brutos se han tornado muy atractivos y lo posicionan como el cultivo más interesante en nuestra región.
Para planificar la siembra de girasol debemos conocer los ambientes en los cuales estamos trabajando. El girasol es un excelente antecesor para la fina. La cebada y el trigo son los cultivos preponderantes de esta zona, en los que estamos viendo efectos muy notorios de heladas en rastrojos de soja, y no así en los cultivos de fina sembrados sobre rastrojo de girasol.
La heterogeneidad en el sudeste hace que esas condiciones pueden variar entre suelos profundos y someros y condiciones agroclimáticas de alta y baja productividad. Es un verdadero rompecabezas en el que la peor condición para el cultivo son los suelos someros y las bajas precipitaciones durante el periodo crítico, con muchas posibilidades de sufrir estrés calórico e hídrico.
Con precios competitivos para los cultivos de gruesa, estamos recomendando posicionar el girasol en ambientes de máxima productividad y el maíz en ambientes de menor potencial, por su capacidad de tolerar mejor el estrés y adaptarse mejor a las siembras tardías, pudiendo diversificar riesgo y darle estabilidad al sistema.
Cuando planificamos la elección de híbridos, para esta zona la ventana es bastante acotada, (sobre todo en los de alto potencial de rendimiento y porcentaje de materia grasa elevada). En cuanto a los híbridos de girasol alto oleico, esto es aún peor ya que no sólo hay pocos interesantes, sino que todos los años hay problemas para conseguirlos.
La capacidad de producir materia grasa es una característica intrínseca de cada hibrido que es afectada, obviamente, por algunos factores climáticos como temperatura, radiación, agua. Este potencial está asociado positivamente con la radicación y negativamente con la temperatura. Pero, claramente, el factor más importante es el genético. Hay materiales en el mercado que poseen 54% de grasa, lo que lo que corresponde a un factor de bonificación de 24% (2% por punto por encima de 42%).
Esto realmente impacta de manera muy positiva en los resultados económicos, sobre todo si pensamos que se bonifica la calidad de la mercadería, sin ningún costo, ni de mayor precio de cosecha, sin flete, sin gastos de planta, con factores que oscilan entre el 14 y el 18%.
Los semilleros han desarrollado híbridos de gran estabilidad, materia grasa y potencial de rendimiento. Esto, sumado a las interesantes perspectivas de precio, hace que en la zona el girasol sea uno de los cultivos con mayor crecimiento en superficies.
El cultivo de girasol, sigue siendo por lejos uno de los mejores cultivos para nuestra zona, con excelentes condiciones agronómicas, y económicas. Teniendo en cuenta todos estos factores hemos logrado un coeficiente de variación del 8 % de rendimiento. Lo que explica que también es un cultivo estable agronómicamente.
Responsable de Producción Agropecuaria de Alea y Cía. Agricultura
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