Como la forestación está en la cresta de la ola, el universo de los árboles vuelve a escena con todo su esplendor. Aparecen con potencialidad olvidada innumerables especies y uno de los árboles destinado a obtener un retorno triunfal por sus virtudes es el varias veces milenario e histórico ginkgo biloba.
Verdadero personaje del reino vegetal, el ginkgo desde hace años cautiva la atención de los investigadores y ha resultado ser un proveedor de materia prima de calidad para la industria farmacéutica. Según los estudios internacionales, este memorable sobreviviente de dinosaurios, cataclismos y brutales tempestades, guarda en su esencia valiosas propiedades curativas que lo convierten en un protector de la vida (de las hojas se extraen flavoglikocide).
Con derivados de ginkgo los laboratorios más prestigiosos del mundo producen medicamentos de avanzada y cada vez son más los preparados de la farmacobotánica que cuentan con su presencia. Reconocido como un "fósil viviente", además de curar cuerpos y almas, el viejo árbol originario de China, también resulta un excelente auxiliar en la lucha contra la polución ambiental.
Sus pequeñas hojas con forma de abanico, casi divididas en dos lóbulos, absorben con la sabiduría que le confieren los siglos de presencia en este mundo, la contaminación de la atmósfera y ayudan a limpiar el aire.
Reproducción
De copa abultada, su primitivismo queda demostrado en la forma rudimentaria en que su óvulo es fecundado: igual que en los helechos, se realiza mediante células espermáticas que se desplazan libremente. La fecundación se produce frecuentemente después de que su fruto amarillo, ovoidal -sólo está en los ejemplares femeninos- se ha desprendido.
Sagrado para los monjes budistas, es un ser que se desarrolla lentamente. Crece unos 15 centímetros el primer año, 30 el segundo y en tres décadas llega a medir 10 metros de altura. De tronco fino, pero resistente, se reproduce a partir de esquejes y de semillas. Se trata de un árbol dioico (hay ejemplares femeninos y masculinos) que ya comenzó a cultivarse comercialmente en los Estados Unidos, donde hay una megaplantación con fines comerciales compuesta por varios millones de ejemplares en pleno crecimiento. Alternativa para gente con espíritu ecológico y paciencia, el inolvidable ginkgo puede expandirse con la pausa de milenios sobre suelos rústicos y bien drenados. Especie para tener en cuenta, se une a otras tantas de escasa difusión en el exterior que están tentando con sus potencialidades a productores con visión de futuro. En Escandinavia, por ejemplo, están plantando árboles que podrán ser cosechados dentro de un siglo porque serán requeridos como proveedores de materia prima para diferentes usos en el próximo milenio.