La poderosa industria estadounidense del etanol, vista como un eslabón virtuoso en la cadena de valor del maíz, cruje al ritmo del derrumbe del precio del petróleo y amenaza con convertirse en un fundamento negativo para las cotizaciones del cereal, que hoy cayeron otro 3% en la Bolsa de Chicago y que acumulan un descenso próximo al 13% en lo que va del año.
Al cierre de los negocios en la plaza estadounidense, la posición mayo del maíz perdió hoy US$4,23 y terminó con un valor de ajuste de 135,43 dólares por tonelada, que quedó un 12,9% debajo de los 155,41 dólares a los que se cotizaba en la última rueda de 2019.
La caída del precio del maíz, en una rueda en la que la soja y el trigo se negociaron con ligeras subas, fue consecuencia del nuevo descenso del valor del petróleo, de 28,70 a 26,95 dólares por barril. Al cierre de 2019 el crudo se cotizaba en torno de los 61 dólares, es decir, un 55,8% por encima del nivel actual.
El movimiento bajista del petróleo, que se acentuó a principios del presente mes, responde a los anuncios de mayor producción por parte de Arabia Saudita y de Rusia. Esa mayor producción ahora choca con una menor demanda, a partir del fuerte freno de la actividad económica en buena parte del mundo, como consecuencia de la pandemia de coronavirus, que ya obligó a varios gobiernos a restringir el movimiento del comercio y de las personas, para intentar contener el virus.
"El crudo se enfrenta al mayor shock de la demanda en su historia con la parálisis del comercio mundial a causa de la pandemia, y al mismo tiempo, Arabia Saudita y Rusia aumentan drásticamente su oferta para llevar a otros productores a la quiebra", le dijo hoy a Reuters Matt Weller, de la firma estadounidense Gain Capital.
Ese escenario complejo encuentra a la industria del etanol, que en los Estados Unidos tienen al maíz como materia prima casi excluyente, con los peores márgenes en ocho años. Con datos de la Asociación de Combustibles Renovables, la semana pasada Reuters recordó que durante el año pasado 10 plantas productoras de etanol redujeron su producción o directamente cerraron. "Al menos la mitad de la industria está sangrando con tinta roja en este momento", le dijo a la agencia de noticias Mitch Miller, director ejecutivo de Carbon Green BioEnergy en Lake Odessa, Michigan.
Números detrás de la caída
Para comprender dónde confluyen los caminos del petróleo con los del maíz es necesario tener en cuenta que de los 347,78 millones de toneladas cosechados por EE.UU. en el ciclo comercial actual, 137,80 millones (poco menos de tres cosechas completas de la Argentina) tienen por destino la industria del etanol, según cifras del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
Entonces, el eventual cierre de más plantas productoras del biocombustible, frente a un negocio que por el derrumbe del petróleo perdió estímulo y rentabilidad, ahora pone en riesgo esa relevante demanda doméstica de maíz. Este es un tema sobre el que ya se especula en Chicago, en momentos en que comenzaron las siembras tempranas del cereal estadounidense 2020/2021 que, según el Foro Anual del USDA, cubrirían 38,04 millones de hectáreas, una superficie mayor a los 36,30 millones implantados en el ciclo precedente.
En ese mismo Foro, desarrollado a fines de febrero, los técnicos del organismo proyectaron el volumen de la nueva cosecha de maíz en un récord de 392,70 millones de toneladas, frente a los 347,78 millones precedentes.
Por lo avanzado del calendario agrícola y por la incertidumbre que todavía envuelve a la soja en Estados Unidos, que pese a la firma de la "fase uno" del acuerdo con China el 15 de enero pasado todavía no vio reactivarse el comercio con el principal comprador mundial de la oleaginosa, los operadores consideran que la intención de siembra de maíz no se modificará y que se mantendrá en torno de los 38 millones de hectáreas previstos por el USDA.
Por todo esto, dada la posición de Estados Unidos como formador de precios del maíz –es el principal productor y exportador mundial–, un agravamiento de la crisis actual por el combo petróleo-coronavirus podría tener consecuencias globales sobre el ciclo comercial 2020/2021, con un nivel de competitividad del cereal estadounidense en el mercado exportador (por precios bajos) que obligará al resto de los países proveedores (Brasil, la Argentina y Ucrania, fundamentalmente) a ponerse a tono para no perder mercados.
Cierres de la soja y del trigo
Fuera del protagonismos del maíz, hoy la soja registró muy leves subas en la Bolsa de Chicago. En efecto, las posiciones marzo y julio sumaron US$0,92 y 0,18, al cerrar con ajustes de 302,86 y de 305,34 dólares por tonelada.
Lo propio ocurrió con el trigo. En Chicago, los contratos mayo y julio subieron US$0,45 y 0,18, en tanto que sus valores fueron de 183,44 y de 183,72 dólares por tonelada. En la Bolsa de Kansas, los mismos contratos recuperaron US$3,12 y 2,57, tras terminar la jornada con ajustes de 158,82 y de 160,94 dólares.
Mercado local
Con volúmenes negociados muy escasos, en el mercado doméstico la demanda de maíz volvió a ofrecer hoy hasta 135 dólares por tonelada disponible para la zona del Gran Rosario y 150 dólares para Necochea, pero recortó de 170 a 150 dólares su propuesta para Bahía Blanca, donde el valor vigente hasta ayer fue producto de una necesidad concreta por completar envíos al exterior.
Por maíz con entrega en abril los exportadores redujeron sus ofertas de 150 a 145 dólares por tonelada para Bahía Blanca y de 140 a 135 dólares para el Gran Rosario.
En el Matba Rofex las posiciones abril y julio del maíz resignaron US$1,50 y 2,60 al cerrar con ajustes de 138,50 y de 129,20 dólares por tonelada.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) informó que los consumos pagaron entre 8600 y 9900 pesos por tonelada, según calidad, condición, procedencia y forma de pago.
En cuanto a la soja, las fábricas ofrecieron hoy 215 dólares por tonelada con entrega inmediata sobre el Gran Rosario, US$5 más que ayer. Por el grano con entrega entre abril y mayo la propuesta abierta fue de 190 dólares por tonelada, una cifra que impidió cualquier tipo de acuerdo entre las partes.
En el Matba Rofex las posiciones mayo y julio de la soja perdieron US$1,50 y 1,20, tras cerrar con ajustes de 212,20 y de 216,80 dólares por tonelada.
Respecto del trigo, las ofertas por grano disponible, que son muy puntuales y por volúmenes reducidos, se mantuvieron en 200 dólares por tonelada para Bahía Blanca y en 190 dólares para el Gran Rosario, mientras que para Necochea bajaron de 192 a 190 dólares.
Las propuestas por el trigo de la próxima cosecha, para las entregas en diciembre, se mantuvieron en torno de los 160 dólares por tonelada.
En el Matba Rofex la posición marzo del trigo bajó US$1 y cerró con un ajuste de 190,50 dólares por tonelada, en tanto que los contratos julio y diciembre sumaron US$0,40 y 0,30, tras terminar la jornada con valores de 194,50 y de 160,30 dólares por tonelada.
La BCBA informó que los molinos pagaron entre 12.000 y 13.300 toneladas por tonelada de trigo, según calidad, procedencia y forma de pago.
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