Los especialistas señalan que las altas temperaturas persistirán en los próximos días aunque auguran lluvias y tormentas para el próximo fin de semana
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Con los cultivos de la cosecha gruesa en pleno desarrollo en la zona agrícola y en un contexto donde, en los últimos días, no se registraron precipitaciones, pero sí elevadas temperaturas, algunos productores comienzan a preocuparse. Con el recuerdo latente de lo ocurrido en la última campaña, temen que las lluvias comiencen a escasear y esto afecte el rendimiento de los cultivos. En este escenario, LA NACION dialogó con especialistas que ofrecieron un panorama sobre lo que ocurrirá con el pronóstico en los próximos días y en lo que resta de la campaña agrícola 2023/24.
Los especialistas señalan que las altas temperaturas se intensificarán en el comienzo de la semana, mientras que se esperan lluvias y tormentas hacia finales de la misma. No obstante, existe la posibilidad de lluvias aisladas a mitad de la semana que podrían concentrarse más hacia el centro y sur de Buenos Aires.
Las lluvias de febrero serán cruciales para saber si la cosecha de soja y maíz termina con los volúmenes proyectados y concluye en una cosecha récord de 142,2 millones de toneladas, según la última proyección de la Bolsa de Comercio de Rosario. El ingreso de divisas se prevé en US$34.500 millones, unos US$1300 menos que en el comienzo de la campaña por la baja de los precios internacionales de los granos.
Matías Reinoso, el meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), explicó que las temperaturas altas de la zona núcleo no son tan anómalas. “Este panorama de altas temperaturas se espera que continúe, por lo menos, durante toda la semana , sobre todo entre lunes y el miércoles”, dice. En esa línea, indica que mientras la semana termina con temperaturas máximas de entre los 30 y 33 grados en la zona núcleo, para este lunes y el martes los valores van a estar más cerca de los 35.
Sobre las lluvias, dijo que desde el miércoles hay una probabilidad baja de algunas precipitaciones aisladas en el centro y sur de la provincia, pero podrían llegar a la zona núcleo. ”Las probabilidades son bajas porque en realidad va a llover más al sur. Entonces, por ahí, alguna de las lluvias, se puede registrar un poco más tarde y que haya algunas en la región núcleo”.
Esto, de todas maneras, aclaró, que no provocara un decaimiento abrupto de la temperatura porque “las lluvias se van a producir dentro de la misma masa de aire”. No obstante, ayudarán a momentáneamente refrescar , y moderar las temperaturas de manera muy leve.
“El recambio de masa de aire se podría dar recién hacia el final de la semana que viene. Que esperamos que se desarrollen tormentas y lluvias un poco más significativas en las provincias del centro del país incluyendo la zona núcleo. Buenos Aires, La Pampa y también en el sur del litoral”, expresó.
Para Carlos Zotelo, climatólogo del Conicet, toda la franja central del país “el panorama de temperatura no es alentador”, con valores que alcancen niveles muy extremos, llegando incluso a los 40 grados en la franja sur de la zona pampeana.
En ese sentido, mencionó localidades como Azul, Olavarría y Trenque Lauquen en donde dijo que podría haber temperaturas de entre 35 y 36 grados, y destacó la anomalía en las temperaturas más al sur, como en Bahía Blanca, donde se prevén 40 grados.
En tanto, en lo que es la zona núcleo, informó podría haber temperaturas no tan extremas, pero sostenidas de 35 grados y falta de precipitación durante, por lo menos, los últimos días. Esto hace que la situación durante por lo menos los últimos diez días la situación se vuelva a poner un poco complicada.
“En el sur de Córdoba la falta de humedad en el suelo se va volviendo de vuelta un problema, pero no es todavía del todo grave, pero necesitamos que por lo menos haya precipitaciones como para que el perfil de humedad y de recarga en el suelo vuelva a ser importante”, dice.
En contraste, el norte de Santa Fe, que tuvo precipitaciones abundantes y temperaturas moderadas, no requiriendo lluvias adicionales. “Allí no hacen falta precipitaciones”, afirma. “Viene bien este período para que el suelo vaya drenando el exceso de humedad de las últimas lluvias”, indica.
Finalmente, respecto al norte de la provincia de Buenos Aires, Zotelo lo describió como una situación normal con un buen perfil de recarga. No obstante, hizo hincapié en la necesidad de que comience a haber precipitaciones a partir del martes en distintos focos que afectan al sur de Córdoba, sur de Santa Fe y norte de la provincia de Buenos Aires.
“La dinámica climática se restablecerá a partir de mediados de febrero. No estamos esperando un febrero excesivamente benévolo con las precipitaciones; al contrario, será un febrero con una leve tendencia hacia la normalidad”, manifestó.
El segundo mes del año será un mes más cálido de lo normal, principalmente en la zona núcleo. “Febrero, térmicamente hablando, va a tener temperaturas elevadas nuevamente debido a la situación de bloqueo en el Océano Atlántico, que persistirá durante los próximos diez días. Aunque lentamente van a ir mejorando, principalmente en el norte patagónico, pero en la zona núcleo se van a mantener las altas temperaturas para los próximos 10 días”, comenta.
Mientras que marzo vendrá con temperaturas levemente superiores respecto de los promedios históricos, principalmente en la zona núcleo y también en Córdoba. “Luego, en abril, térmicamente hablando, deberíamos comenzar a sentir el frío, aunque las heladas podrían disminuir debido a que abril podría ser relativamente más cálido. Eso no quita tener heladas tempranas, pero las probabilidades serían más bajas”, manifestó.
Respecto a las precipitaciones, febrero marca un buen ritmo, sobre todo en el suroeste de Córdoba. “Esta es una zona que venía castigada, que fue la que más tarde ingresó en el ritmo de precipitación, ahora se va a recuperar un poco. También en el norte de Santa Fe y el resto de la región va a tener precipitaciones normales.
No obstante, indica que va a costar que la dinámica de precipitaciones en este mes se reactive. En ese sentido, indica que la dinámica de la lluvia se restablecerá recién en la segunda quincena de febrero del 21.” En marzo, comenta que el fenómeno del Niño continuará manifestándose y comenzará a perder intensidad. Abril marcará un mes con déficit de precipitación, especialmente en la provincia de Buenos Aires, Trenque Lauquen, Bolívar, inclusive Azul y tal vez Olavarría.
“Debido a este ritmo corto de precipitación, algunas personas hablan del final del Niño, lo cual es totalmente falso. El Niño sigue activo y va a mantener su actividad de manera importante por lo menos hasta mayo, momento en el cual se espera su debilitamiento y una transición hacia un estadio de neutralidad”, dice Zotelo.
“Aunque algunos modelos sugieren que vendría La Niña, todavía estamos lejos para ver con precisión qué puede pasar”, concluye.
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