El presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), Gustavo Idígoras, habló del impacto de la baja de los precios de la soja y la mercadería que aún resta comercializar; la apuesta por una reducción de las retenciones
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Pese a una mejor cosecha de soja que el ciclo pasado afectado por una sequía fenomenal, en un contexto internacional de baja de precios de los granos, probablemente los próximos meses en la Argentina vayan a ser “meses magros en materia de ingreso de divisas de exportación”.
Ese fue el contundente análisis del presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), Gustavo Idígoras, en un escenario donde el Gobierno necesita imperiosamente de dólares.
En declaraciones a Radio Rivadavia, el ejecutivo recordó que esta es una campaña mucho mejor que la del año pasado, en donde el fenómeno climático “se llevó 30 millones de toneladas de soja y unas 10 millones de toneladas de maíz”.
“Es una buena campaña, granos hay con lo cual ya es un dato alentador. Hasta el día de la fecha han ingresado por las exportaciones del complejo cereal-oleaginoso unos US$15.500 millones, aproximadamente”, indicó.
En esa línea, señaló que aun hay muchos granos pendientes que el productor no les fijó precio o no los entregó por aproximadamente unos US$12.000 millones. Pero dijo que el principal inconveniente es que han caído muchísimo los precios internacionales.
“Particularmente, el valor de la soja cayó y este cultivo sigue siendo en la Argentina el gran dador de divisas con la transformación de la oleaginosa en harina, aceite y biodiésel, porque por suerte industrializamos en el país y vendemos productos con mayor valor agregado al mundo. Pero la soja en el mundo ha caído estrepitosamente y hoy estamos en niveles de precios que no se veían desde el año 2006, con una tendencia al menos a quedarse o a descender aun más esos valores, dada la supercosecha una vez más de Brasil, con 170 millones de toneladas y Estados Unidos, que este año va a producir más porque las lluvias fueron más fuertes”, explicó.
“Con lo cual, Estados Unidos y Brasil van a inundar el mundo de soja y China, que no está creciendo, donde está reduciendo sus planteles de cerdo y su principal alimentación es a base de la soja, tracciona mucho menos. No tenemos un escenario que nos ayude”, agregó.
Por lo tanto, remarcó que el flujo de divisas en los próximos meses va a estar claramente morigerado, primero, porque la posición de venta de granos está recién fijada a pagar por parte del productor a diciembre de este año y, segundo, por una fuerte caída de los precios internacionales: “Esto va a llevar que el cierre de agosto, septiembre y octubre vayan a ser meses magros en materia de ingresos de divisas de exportación”.
La alternativa para el directivo de Ciara-CEC sería bajar las retenciones a la soja del 33 al 25%. “El Gobierno nos está intentando enseñar que las soluciones mágicas no existen. Estamos acostumbrados muchas veces que cualquier equipo económico diga ‘tengo un problema de divisas, entonces, devalúo o genero un tipo de cambio especial exportador o bajo retenciones para el corto plazo para generar que los productores le vendan a los exportadores y así estos últimos ingresen divisas. Estos regímenes especiales no van a estar más con este Gobierno. Esto queda claro y esperemos que no esté más a futuro”, señaló.
“Hay un estudio de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires que dice que si bajamos del 33 al 25% los Derechos de Exportación (DEX) de la soja para la siembra que viene en octubre, ya le estás dando una señal productor y habría una expansión de superficie de soja con lo cual la Argentina en el año que viene, a partir de mayo, podría tener US$5000 millones adicionales. Pero el Gobierno ya anticipó que no es el momento para hacerlo, así que vamos a tener que convivir con este nivel de escasez en los próximos meses, sumado a que la capacidad ociosa es fenomenal”, remarcó.
Idígoras contó que, históricamente, el comportamiento del productor es vender sus granos cuando el precio baja. “En este momento no se está dando mucho esa situación porque el productor ya vendió bastante maíz para lograr su financiamiento, su liquidez. Pero ahora debe ver cuál es la proyección de costos para invertir en la siembra de la gruesa, entonces puede haber algún tipo de movimiento de venta”, enfatizó.
“Sin embargo, los costos tuvieron un fuerte crecimiento y esa fue mi señal de alarma al Gobierno, donde una baja de retenciones es un ganar-ganar, porque si no bajamos las retenciones puede ser que se reduzca la superficie de siembra por lo tanto los dólares fuertes del 2025 sean menores. Entonces, por qué no hacemos un esfuerzo todos para hacer crecer esa torta hacia el año que viene porque sabemos que este año ya no hay soluciones mágicas para implementar”, cerró.
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