Tras la oficialización del nuevo esquema que contempla un 75% de liquidación al tipo de cambio oficial y un 25% de libre disponibilidad, los analistas son cautelosos sobre el impacto en la comercialización
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Luego de que el Gobierno oficializara el nuevo esquema del dólar soja basado en una ecuación del 75% al tipo de cambio oficial mayorista y el 25% de libre liquidación, expertos explicaron que los productores van a vender durante estos 19 días hábiles lo que necesitan sí o sí.
En el DNU 443 conocido hoy se especificó que “el 75% del contravalor de la exportación de las mercaderías indicadas, incluidos los supuestos de prefinanciación y/o postfinanciación de exportaciones del exterior o un anticipo de liquidación, que sean objeto de adhesión al Restablecimiento del Programa de Incremento Exportador, deberán ingresarse al país en divisas y negociarse a través del Mercado Libre de Cambios (MLC), en tanto que el 25% restante será de libre disponibilidad”.
En ese sentido, David Miazzo, economista jefe de la Fundación para el Desarrollo Agropecuario (FADA), explicó que “el 25% lo deberían liquidar al Contado Con Liquidación [CCL] no al MEP, porque si bien son la misma herramienta, el MEP es para dólares nacionales; dólares que están dentro de la Argentina y el CCL es para dólares que están afuera. Por tanto, sí o sí, lo van a tener que ingresar al CCL, no van a poder usar el MEP. Si bien el DNU no lo aclara, debería salir la aclaratoria donde se especifique que es 100% para la exportación de soja nacional”.
El economista explicó que no tendría sentido que esta herramienta sea para soja importada. “La soja importada entra como importación temporaria y el exportador debe calzar los dólares del pago de esa importación. No entraría en este esquema, aunque en ningún lugar lo especifica claramente, pero no entraría en este esquema”, añadió.
Así, indicó que con el CCL podría hacerse con distintos instrumentos. “El más líquido, el que más mercado tiene es el AL30, que es un bono, y ayer cerró en $708, aunque hay otros instrumentos que pueden llegar a $750, pero son menos líquidos. Imagino que los exportadores van a usar bonos que tienen mayor liquidez por el volumen que van a necesitar ingresar. Haciendo el 75% por los $350 del tipo de cambio oficial y 25% por estos cerca de $700, que es el CCL, ahí da ese tipo de cambio ponderado de unos $440, que incluso puede ser superior y llegar a los $450 por dólar soja, que sería el nuevo dólar soja”, describió.
Consultado sobre el esquema de pago de los derechos de exportación que deberán ser abonados en un 50% por adelantado, conforme la mercadería de que se trate, en un plazo que no podrá superar el 28 de septiembre de 2023, inclusive, y considerando como base imponible el monto que surja de las divisas ingresadas y negociadas a través del MLC, explicó que este es un pedido expreso de los exportadores. Esto sería por las dudas de que haya algún cambio en el esquema de los derechos de exportación en diciembre, tras un eventual nuevo gobierno.
“Por eso se habla de un adelanto y un certificado de crédito fiscal para pagar los derechos de exportación y después para pagar cualquier otro tipo de impuestos. Los exportadores tienen miedo de que no se llegue a exportar todo lo producido por estas compras y que en diciembre les cambie el esquema de derechos de exportación y se queden con todos los derechos de exportación adelantados, que finalmente no van a tener que pagar”, resumió. El DNU establece que van a tener que adelantar la mitad de esas retenciones y el resto lo podrán hacer cuando se hagan los embarques con margen hasta septiembre 2024.
“Con esto, lo que les dicen es que no se van a quedar con los derechos de exportados adelantados colgados. Si bien esto es una preocupación legítima de los exportadores, por el apuro que tiene el Gobierno para que liquiden y paguen los derechos de exportación, dicen: no me hagan pagar los derechos de exportación que finalmente no voy a tener que pagar. Esto es legítimo. Lo cierto es que el productor ya lo pagó ese derecho de exportación, porque el exportador se lo compró más barato por la existencia. En realidad no hay tanto riesgo para el exportador, porque no sale de su bolsillo, sino que ya salió del bolsillo del productor”, amplió.
Por su parte, Ernesto Ambrosetti, economista y consultor en agronegocios, sostuvo que esta es una medida que conlleva riesgos financieros muy elevados, ya que permite cerrar operaciones a un año vista, por eso es voluntaria. “Distorsionan la competencia entre los exportadores y la transparencia del mercado a pesar de alguna mejora del precio al productor. Esta medida que se diferencia fuertemente de los programas previos conlleva elevados riesgos financieros al permitir cerrar operaciones a un año vista. Al ser una adhesión voluntaria genera desigualdad de competencia entre los exportadores y la pérdida de transparencia de los mercados, a pesar de alguna mejora en los precios que reciba el productor”, afirmó.
Explicó que el adelantar el ingreso de divisas en un 75% y las retenciones en un 50% a valores de un dólar oficial actual de $350, quedando abierta la operación hasta un año, se asume un riesgo financiero muy elevado. “No se conoce cuál será el valor del dólar al momento de cerrar el negocio, pudiendo estar ese valor del dólar oficial a más del doble del actual. Por eso se ofrece el certificado de crédito fiscal, para ser utilizado para el pago de los derechos de exportación u otros impuestos. Esto genera gran incertidumbre, cuyo riesgo también se descuenta del precio al productor”, indicó.
En esa línea, sostuvo que con el afán de conseguir divisas y recursos fiscales a la brevedad se sigue desnaturalizando los mercados, se pierde competencia y transparencia en los mismos. “Esto pasa con medidas cortoplacistas y electoralistas, que no resuelven los problemas de fondo de la Argentina, perdiéndose la oportunidad de comenzar a caminar hacia la unificación del dólar que es lo que necesitamos para iniciar un sendero hacia un plan de estabilización de nuestra economía”, precisó.
Por otra parte, Paulina Lescano, analista del mercado de granos, explicó que los productores van a vender los que necesitan sí o sí. “Escuchaba un caso de alguien que tenía que cerrar un canje con soja disponible, el que estaba esperando para cerrar ese canje, que le cambie el precio o achique la brecha de un día para el otro, es para aprovechar esa oportunidad. No imagino que haya ventas masivas. El término ]MatbaRofex] de la soja septiembre hizo $445, pero el término es con el tipo de cambio a $350, que te da $155.700 para que haya una referencia de precios”, evaluó.
Por eso, afirmó que cuando los productores hacen los cálculos piensan que tendría que valer más la soja. “En una primera instancia, con ese valor, muchísima soja no va a salir, va a salir lo que el productor necesita vender”, cerró.
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