Las últimas lluvias ayudan a los maíces de siembra temprana y permiten poner el foco en lo que resta de la implantación
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Los dos meses del año que restan nos encuentra con un poco de alivio en las principales regiones productoras del país. Si bien la distribución es muy heterogénea, en las distintas zonas pareciera que El Niño mostró al fin la oreja.
Con menos de la mitad de la superficie sembrada de maíz, estas lluvias empiezan a acompañar a los sufridos maíces implantados en septiembre. La mayoría de los lotes sembrados tempranos estaban ya fertilizados con nitrógeno, situación que va a ver favorecida la disponibilidad del nutriente en una etapa clave como es inicio de encañado.
La estrategia de los lotes de maíces tempranos sembrados en septiembre estaba sustentada en aprovechar esa precipitación del 1 y 2 de septiembre que en nos garantizaba humedad desde 0 a 40/60 cm de profundidad dependiendo de la calidad de los lotes y de las precipitaciones obtenidas.
Esa condición nos garantizaba llegar a noviembre sin déficit hídrico gracias a la rusticidad y bajos requerimientos que tiene el cultivo en etapas vegetativas. Pero necesitábamos algo de lluvias para fines de octubre o principios de noviembre ya que las condiciones climáticas fueron muy adversas durante esa fase, humedades relativas bajas, viento, amplitud térmica y heladas fueron una constante desde la emergencia hasta ahora en una primavera que no solo afectaba al maíz, sino que también puso techo a los potenciales de los pocos lotes de trigo implantados.
Soja
Estas condiciones de humedad van a generalizar el inicio de la siembra de soja en casi todas las regiones de la zona núcleo. Es necesario optimizar todos los aspectos de esta nueva campaña en la cual no puede ser acompañada de errores de manejo, principalmente en los referentes a falta de monitoreo de los lotes.
Venimos desde hace numerosas campañas alertando sobre la presencia creciente de bicho bolita en los lotes. En la campaña 2017/18 causó la resiembra de varios lotes. Este crustáceo causa daños directos sobre el rendimiento ya que afecta la cantidad de plantas por superficie. Darse cuenta cuando clavamos la sembradora que hay presencia ya es tarde, al menos para esa siembra ya que las aplicaciones con insecticida no funcionan. La mejor estrategia es monitorear el lote con anticipación a la siembra y aplicar cebos tóxicos si existe la plaga en el lote.
Siguiendo con soja, también volvemos a reiterar nuestra recomendación frente a presencia de malezas resistentes activas en la época de siembra. Frente a estos escenarios de malezas complicadas en implantación es preferible retrasar la fecha de siembra e intentar un control total antes, porque los controles de malezas difíciles con el cultivo ya nacido no son efectivos y aumentan el riesgo de fitotoxicidad en la soja.
Se larga la campaña de gruesa, falta todo el maíz tardío, falta cosechar el trigo, sembrar los cultivos de segunda, resta casi toda la película del maíz temprano y recién empieza la soja de primera. Pero cuando llueve al productor agropecuario le empieza sembrar optimismo mientras también siembra sus lotes. Ojalá El Niño se termine de consolidar y vengan buenas…las necesitamos.
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