“Deterioro brutal”: bronca, quejas y un temor constante en una de las peores rutas del país

SANTA FE.- El comienzo de la cosecha gruesa en el centro norte santafecino y otras provincias de la Mesopotamia que descargan sus producciones en las procesadoras instaladas en el sur de este territorio enfrenta un serio problema. No es la sequía, tampoco las inundaciones. Es el pésimo estado de la ruta nacional 11, que une Rosario, donde funciona el polo oleaginoso más importante del país, con Chaco y Formosa.

El estado de esa carretera, en el tramo Santa Fe-límite con Chaco, “es deplorable”, sostuvo un documento refrendado por la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), entidades y empresas de la región, quienes admiten que “no tenemos la potestad de modificar esa situación” porque “esa es una atribución del gobierno nacional, que debe generar las condiciones indispensables que como ciudadanos merecemos y solicitamos”.

Pero alertaron que “la RN 11 se encuentra sumida en un profundo estado de abandono, lo cual origina enormes pérdidas económicas y, peor aún, la muerte y el daño físico y emocional crónico afectan a muchas personas y familias”.

En el reciente documento multisectorial de la producción dijeron: “No queremos ser relegados únicamente a la condición de contribuyentes. Pedimos a los gobernantes que se aboquen de inmediato a torcer esta historia que nos sume en el aislamiento y la indefensión y nos permitan la plena integración”.

Pero la reacción no es sectorial. Comenzó a expandirse desde el sábado pasado cuando pobladores de las ciudades a la vera de la ruta salieron a reclamar por las obras indispensables para poder circular sin tener que enfrentar el temor a un accidente, como los que semanalmente amplían las estadísticas. En lo que va del año 9 personas perdieron la vida por ese motivo. En 2023 fallecieron 38.

Impacto

Solo en los 450 kilómetros de La “Carretera Juan de Garay”, según la denominación oficial de la RN 11, entre Santa Fe y Florencia, en el límite con el Chaco –el tramo más afectado- se produce trigo (392.600 hectáreas), girasol (99.400 hectáreas), maíz (252.173 hectáreas), soja (1.060.700 hectáreas) y sorgo (163.800 hectáreas) y se movilizan anualmente 1.350.000 animales bovinos a través de 27.000 camiones; 416.000 cerdos en 2310 camiones y 26.500.000 pollos en 8857 unidades de transporte.

Carsfe y las entidades y empresas firmantes avalaron el reclamo de los productores, quienes repiten a diario que en los últimos años fueron muy escasas las obras de mantenimiento en ese tramo de la ruta. “El estado de abandono que presenta se traduce en un deterioro brutal, convirtiéndola en intransitable y muy peligrosa para quienes se aventuran a viajar por ella”, subrayó.

Mariano Zuqueli, productor de San Justo, fue contundente ante la consulta de LA NACION: “La ruta se encuentra totalmente deteriorada. Hace más de seis años que no tiene ningún tipo de arreglo ni bacheo en la calzada y en las banquinas. Tampoco en las alcantarillas ya que se observa que algunas están descalzadas. Además, las banquinas están tan descuidadas que tienen pastos de más de dos metros de altura”, remarcó.

Y apoyándose en la respuesta de los habitantes de la región que días atrás protagonizaron un “abrazo” simbólico a la RN 11, Zuquelli alertó que “hay que pasar a los hechos, a las obras. La declaratoria de emergencia ya fue; ahora necesitamos respuestas a corto y largo plazo”, insistió.

Otro productor de la zona, Marcelo Riboldi, amplió el cuadro de situación descripto y alertó que “a 7 kilómetros de San Justo una alcantarilla en el medio de la ruta está a punto de derrumbarse y cortar el paso, justo cuando está comenzando la cosecha. La situación es gravísima y repetimos que el reclamo no es a un partido político. Pasaron varios gobiernos, prometieron y no cumplieron”.

Añadió: “No queremos que el reclamo tenga como respuesta un par de arreglos, rellenando los baches para la foto y al poco tiempo todo vuelva a ser como antes. Creemos que debe encontrarse una solución que se mantenga en el tiempo”. Remarcó: “La ruta ya no va más. El tramo Santa Fe-San Justo tiene 90 años y hasta la vieja carpeta asfáltica está deteriorada y ya no se puede reparar más”.

El problema, como se observa, no es nuevo. También lo padecen los automovilistas que deben enfrentar altos costos para reponer ruedas u otros componentes que se deterioran con los baches. En el caso de los camiones hay tramos que se circula a paso de hombre, más en jornadas con precipitaciones, porque el pavimento o el asfalto prácticamente no existe.

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