El cierre del año estaría mostrando una merma del 10%, según coinciden fuentes de la actividad; los industriales apoyan el fin de la fijación de precios mientras los productores resisten
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POSADAS, Misiones.- Tras el primer año del gobierno de Javier Milei, pocas economías regionales sufrieron una transformación y un cambio rotundo de las reglas de juego como el sector de la yerba mate. El producto de consumo masivo más popular de la Argentina, que atraviesa un momento de auge mundial sin precedentes por influencers de la talla de Messi, Colapinto o estrellas de Hollywood, terminó el año 2024 con una histórica caída de las ventas en góndola.
Según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), los despachos a salida de molino se ubicaron en noviembre pasado en 22,14 millones de kilos, acumulando ventas totales por 238 millones de kilos en los primeros once meses de 2024. Un mes “normal” en esta industria madura representa entre 24 o 25 millones de kilos.
Se trata del menor nivel de ventas en los primeros 11 meses desde 2016. La caída inicialmente se había explicado por los stocks de yerba mate que acumularon tanto familias como supermercados y mayoristas sobre el final del gobierno anterior con la intención de “cubrirse” de una aceleración de la inflación o una eventual hiperinflación, comprando un artículo como la yerba, fácil de guardar y de segura colocación o consumo futuro.
Sin embargo, los meses fueron pasando y, a pesar de la estimación inicial de que las ventas en góndola se acomodarían luego de que los stocks en alacenas o galpones y depósitos se consumieran, lo cierto es que los números siguen arrojando ventas muy bajas respecto al año anterior. Si bien las estadísticas de diciembre se conocerán en tres semanas, según fuentes de la industria, el año terminó confirmando el desplome en torno al 10%, sin grandes cambios.
Así fue como terminó el primer año de un sector que cambió sus reglas de juego de raíz a partir de la llegada de Javier Milei, que desreguló totalmente el sector al quitarle las potestades de regular el precio de la materia prima (hoja verde y yerba canchada) al INYM, vigentes desde 2002.
Además, la política de Milei en torno a la yerba mate, diseñada e impulsada por Federico Sturzenegger, también incluyó el final de los controles de precios que con mano más dura o más blanda, en general rigieron en los últimos 22 años, siempre buscando asegurar el abastecimiento de yerba barata a los grandes centros urbanos. “Ahí donde desregulás, los precios caen un 30%, aproximadamente”, dijo Sturzenegger, el mes pasado en una entrevista en LN+, donde ratificó que la desregulación yerbatera le parece al gobierno nacional no sólo un acierto sino también un ejemplo de política exitosa a seguir y profundizar.
Mientras esto pasa, en Misiones, donde hay unos 12.500 pequeños productores, la mayoría con yerbales de entre 5 y 25 hectáreas, aumentan las protestas, incluyendo asambleas, cortes de ruta y paros donde dejan de cosechar y entregar materia prima. El malestar y la decisión de no cortar hoja verde y entregarla durante la zafriña o cosecha de verano (diciembre-marzo), en protesta por los bajos precios que están pagando secaderos e industriales, cumplió el primer mes aunque con efectos muy acotados.
El gobernador Hugo Passalacqua apoya a los productores yerbateros y se comprometió a elevar al gobierno nacional la demanda de que nombre a un presidente del INYM, acéfalo desde el 10 de diciembre de 2023. Ese cargo debe ser designado por la Secretaría de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación, encabezada por Sergio Iraeta. El 23 de diciembre pasado, Iraeta recibió al director del INYM Gerardo Vallejos y al ministro del Agro, Facundo Sartori, y a pesar de sus pedidos no se comprometió a ninguna respuesta y apenas “tomó nota” de la solicitud.
“Terminamos un año atípico y arrancamos un 2025 con perspectivas que el presidente nos escuche y nos devuelva las potestades al INYM, que nos dejó a merced del poder económico de cuatro grandes industrias”, dijo a LA NACION Julio Petterson. Contó que la hoja verde hace un año se pagaba a 370 o 400 pesos el kilo de hoja verde y hoy se está pagando a 150 o 160 pesos, explicó. “Esto ya vivimos en los 90 cuando cosechar era más caro que dejar en planta”, dijo.
Grieta
En este marco, los industriales yerbateros defienden la desregulación a pesar de que en su primer año provocó una caída de ventas histórica y baja en precios en góndola. Algunos industriales son considerados “halcones” del libre mercado, el cual ya hace años venían reclamando por lo bajo o a través de dirigentes políticos allegados al empresariado yerbatero.
Para seguir vendiendo y evitar caídas mayores, muchas marcas líderes (que habían remarcado fuerte en los primeros dos meses del 2024 previendo un salto cambiario y de la inflación mayor), retrocedieron sus precios. Hoy un kilo de yerba de varias primeras marcas se consigue por debajo de los 3000 pesos. Para los industriales, las nuevas reglas del juego llegaron para quedarse, y este año empezaron a volcarse como nunca a nuevas formas de competencia como no se veía desde hacía muchos años. Muchas lanzaron productos nuevos y aumentaron los presupuestos en publicidad.
Y algunas, incluso, empiezan a “tocar” las mezclas y la molienda de sus productos. Por ejemplo, La Cachuera, la yerbatera más grande, lanzó una marca uruguaya que había adquirido hace tiempo, llamada “Libre”, buscando captar a consumidores argentinos que se engancharon con la cada vez más popular Canarias. Yerbateras especializadas en la variedad compuesta (mezclada con hierbas serranas) empezaron a sacar sus productos tradicionales, por primera vez desde que están en el negocio, hace décadas.
Por ejemplo, la cordobesa CBSé, líder en el segmento compuestas y una de las 10 “top” del mercado, sacó la marca “Mateando” hace unos meses, y por primera vez envasa en su planta de Santa Ana, a 40 kilómetros de Posadas. También Verdeflor, otra firma de origen cordobés, lanzó su propia yerba tradicional. Esta yerbatera también se metió en 2024 entre las 10 de mayores ventas del país.
Otra novedad fue el desembarco de una yerbatera, Salam, de Andresito, en el fútbol, con la sponsorización del campeón Vélez Sarsfield. E incluso la yerbatera Urrutia (que produce marcas como Natura) se animó a entrar a la cartera de sponsors que apoyaron a Franco Colapinto en la F-1.
“Hay que buscar otras formas de ser más competitivos, una posibilidad es bajar el componente de poleo, para incorporar más yerba al producto, también recortar el valor de la estampilla del INYM que hoy cuesta 25 pesos por kilo o bajar Ingresos Brutos a la industria yerbatera”, dijo a LA NACION Daniel Notta, vinculado a Yerbatera Misiones SRL, de la familia Puerta.
Notta fue protagonista de la desregulación del sector a comienzos de los 90, cuando siendo director de la CRYM (Comisión Reguladora de la Yerba Mate) vio como el gobierno de Carlos Menem y Domingo Cavallo liquidaron ese ente regulador y liberalizaron el sector durante toda esa década. La historia terminó con el tractorazo del 2001 que derivó en la sanción de la Ley 25.564 que ordenó la creación del INYM, de la cual Notta también fue el primer presidente en 2002.
“Yo soy un acérrimo defensor del INYM, pero no para fijar precios de la materia prima, sino para dedicarse a promoción y estadísticas, quizás haya que recortar un poco la cantidad de personal, pero no demasiado, el organismo puede reconvertirse y ser de gran utilidad para esta nueva etapa”, señaló Notta, quien había sido elegido por Sergio Vilella para presidir nuevamente el organismo a comienzos del 2024. Sin embargo, los meses fueron pasando y la designación de Notta nunca se oficializó y terminó quedando sin efecto, prolongando la agonía del INYM, que hoy se encuentra muy condicionado para tomar decisiones importantes sin un presidente.
Otro Menem apoyó la desregulación
En este marco, otro Menem llegó a Posadas hace una semana. Martín Menem, el titular de la Cámara de Diputados, estuvo el 27 de diciembre último junto a Karina Milei para participar de la inauguración del sello LLA Misiones. En la conferencia de prensa que ofreció ese día, al ser consultado sobre la cuestión yerbatera, Menem le cedió la palabra al abogado Adrián Núñez, a quien eligieron en LLA para ser el representante en la tierra colorada.
“Es un tema sumamente complejo que no tiene una solución fácil y sencilla, pero no va con la idea de La Libertad (Avanza) regular precios, y la solución va a tener que aparecer por ahí (en un mercado libre), entiendo que en una mesa de trabajo del sector productivo con funcionarios nacionales”, dijo Núñez, ante la aprobación y la atenta mirada de Menem, quien hizo suyas esas palabras.
“Pero hay que cambiar la mirada de cómo se estaban haciendo las cosas en función de cómo es la realidad en la Argentina desde que gobierna Milei”, advirtió, dejando en claro que en el segundo año del nuevo Gobierno es muy difícil que las demandas de los pequeños productores de volver al anterior esquema se hagan realidad.
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