Lo reclaman productores del norte de Santa Fe para facilitar el abastecimiento sobre el curso del río Salado, que tiene tramos cortados
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SANTA FE.- En un desesperado intento para no perder lo poco que les queda, tanto en agricultura como en ganadería, productores del norte santafecino solicitaron una “urgente reunión interjurisdiccional entre las provincias de Santa Fe, Santiago del Estero y Salta, para acordar la apertura de las compuertas sobre el curso del río Salado”, que permita recuperar parte del abastecimiento interrumpido por la sequía de los últimos tres años.
“Es la solución más rápida, la que consideramos que es factible implementar si existe buena predisposición. Necesitamos que se abran las compuertas instaladas por las provincias de Santiago del Estero y de Salta, que prácticamente están dejando sin agua ese cauce en nuestro territorio”, sostuvo esta mañana el presidente de la Sociedad Rural de Tostado, Jorge Mercau y agregó: “El Salado sigue cortado, sin agua en varios tramos al sur de Tostado, y dependemos de la voluntad de mucha gente que envía agua en cisternas o bidones para atender la demanda. Si se abren las compuertas posiblemente en dos semanas esta situación puede comenzar a modificarse”.
Lo que expuso el dirigente ruralista es parte de la cruda realidad que enfrentan los departamentos del centro norte santafecino, desde el límite sur que significa la ruta provincial 39, hasta el límite con las provincias de Chaco y Santiago del Estero. En esa zona que integran los departamentos San Justo, San Cristóbal, 9 de Julio, Vera y General Obligado, la sequía no perdona y la falta de agua castiga a los humanos radicados en la región, pero también impacta en la producción porque el único abastecimiento posible es el que realiza el Río Salado, que nace en Salta y desemboca en el río Paraná, en el límite sur de la capital provincial.
“A pesar de las lluvias de los últimos 15 días, que resultaron escasas y localizadas en algunas zonas, el río Salado está cortado y hay zonas donde se cruza caminando”, apuntó Mercau.
Según comentó, “hay un montón de productores que no tienen agua, y lo más grave es que hay una elevada mortandad de hacienda. Los ganaderos están llevando la hacienda de un lado a otro. Es una situación límite porque se sabe que el animal que salió de la zona ya no va a volver. Los productores, acá en el norte están muy comprometidos”, aseguró.
También alertó sobre la falta de pasto y adelantó que la “preñez va a ser espantosa”. Indicó: “Tendremos un 20 o 30 por ciento menos que lo normal. A eso hay que agregarle que los animales se crían con un estado corporal de regular a malo”.
Con relación a los cultivos, el titular de la Rural de Tostado describió: “Las cosechas de trigo no fueron para nada buenas; en girasol algunos que tuvieron suerte algo cosecharon. El algodón recién ahora se está sembrando y con la soja se está a la expectativa. Si vuelve a llover el fin de semana, es probable que se puedan sembrar pasturas para utilizarlas más adelante. Pero esto es cada día más complicado”, subrayó.
Mercau insistió en que “más allá de las ayudas económicas que pudieran estar gestándose a nivel provincial y nacional, es de suma urgencia concretar la reunión interjurisdiccional entre las tres provincias para que se respete la provisión de agua por medio del río Salado”.
También fue consultado sobre la firma de un acuerdo entre la Nación y las provincias de Santiago del Estero y Santa Fe para aunar esfuerzos con el fin de llevar adelante todas las acciones necesarias para fomentar el desarrollo del Proyecto de Obra “Hidrovial Interprovincial Santa Fe-Santiago del Estero-Tramo III”, y la adjudicación en enero del acueducto San Javier-Tostado, que ayer presidió Alberto Fernández en la capital santiagueña. “En esta región somos recepcionistas de los excesos de agua y también de la sequía. Esas son obras a largo plazo. Acá, la inmediatez es esto que pedimos: que abran las compuertas aguas arriba”, agregó.
La situación es igual de crítica en el departamento Vera. “No llueve y la gente ya agotó todos los recursos que tenía. Vendieron los terneros y ya se gastó toda la plata en alimentos y traslado de agua. No hay agua y es desesperante la situación. El pasto apenas crece y las vacas no tienen fuerza ni para pararse; se mueren con la cría adentro porque no pueden parir”, describió Yolanda Arce, integrante de la Unión de Familias Organizadas de Pequeños Productores de la Cuña Boscosa (Uocb).
Maíz y soja
Por su parte, el informe que sobre estimaciones agrícolas divulgó este miércoles la Bolsa de Comercio de Santa Fe (BCSF) indicó que la falta de agua en los perfiles próximos a la superficie en el norte de Santa Fe sigue demorando la siembra de maíz y soja tardíos y ya no hay precisiones si se concretarán finalmente.
En la región se implantó el 70% de lo estimado en soja de segunda, unas 406.000 hectáreas, y luego se frenó el proceso a la espera de lluvias.
Los maizales tempranos o de primera reflejaron el impacto de la ausencia de precipitaciones con heladas, déficit hídrico y marcada amplitud térmica de elevados registros térmicos diarios padecidos (35 a 40 grados promedio).
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