Mientras el centro y sur de Santa Fe sufre una dura inundación; el norte atraviesa una sequía interminable
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SANTA FE.- Siempre se dijo Santa Fe son dos provincias en una: sur y centro fértil, apto para la agricultura, y un norte más ganadero, con un poco de maíz, sorgo, soja y algodón. Hoy, esas zonas están bien delimitadas por las lluvias. En el sur y centro se superaron registros históricos de varias décadas (400 milímetros en tres días), pero en el norte, departamentos 9 de Julio, Vera y General Obligado, que unen este territorio a los de Santiago del Estero y Chaco, el campo está hoy como seis u ocho meses atrás.
La sensación que expresan los productores de esta última zona es que vuelven a sentir lo mismo que hace unos pocos años atrás, cuando el fenómeno La Niña secó campos, ríos, aguadas y lagunas, obligándolos “a buscar campos más al sur donde los animales consiguieran algo de pasto y agua”.
“Es que desde enero que no llueve. Hubo algunas precipitaciones de entre 5 y 10 mm, que no sirvieron para nada si tenemos en cuenta los tres años de sequía anteriores”, graficó ante LA NACION el productor Jorge Mercau, radicado en el departamento 9 de Julio, hasta hace poco titular de la Sociedad Rural de Tostado.
Las consecuencias de esta situación están a la vista: la campaña gruesa [girasol, maíz, soja] mermó rendimientos, por lo tanto se considera mala a muy mala, salvo casos muy puntuales.
“A ello hay que agregarle el problema que significa la aparición de la chicharrita (Spiroplasma kunkelii), muy activa desde hace dos meses en el norte provincial, que arrasó con los maíces sembrados en el extremo norte, pegado a Santiago del Estero y el sur chaqueño. Pero hay más: el algodón está de regular a bueno aunque en partes se perdió por completo. La soja lo mismo”, dijo el productor norteño.
“En el caso de la ganadería, algo de pasto hay. Los campos quedaron más aliviados por las lluvias pero actualmente mucha gente está nuevamente llevando agua a sus campos porque, por ejemplo, las represas están vacías y solo se observa un panorama algo diferente en aquellas zonas donde hubo precipitaciones recientes, aunque fueron de escasos milimetrajes”, añadió Mercau.
Ante una consulta, el productor fue terminante: “Poco puede cambiar en el corto plazo. Así, sin lluvias, el panorama es malo, muy feo para el chacarero”.
En tanto, algunos acopiadores de aquella región, que suman granos provenientes del sudeste santiagueño, señalaron que el panorama puede llegar a complicarse si no se registran lluvias importantes antes del invierno, teniendo en cuenta que algunos pronósticos adelantan que desde la primera podría a impactar nuevamente el fenómeno La Niña. “Hay muy pocas reservas de granos”, fue el comentario que hicieron llegar a este diario.
En cuanto a la ganadería, Mercau dijo: “El estado de la hacienda está bien. Lo último malo ya pasó y la gente vendió lo que tenía que vender. Con un poco más de lluvia, no tendríamos tantas dificultades de arribar al otoño/invierno con pasturas”.
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