Los productores del Delta insisten en que la mejor forma de combatir los incendios en la zona como los que afectaron en las ultimas semanas al Delta Superior es mejorar las políticas de gobernanza regional y, en particular, de aquellas que persigan el manejo del fuego.
En un documento elaborado por el Consorcio de Productores del Delta, destacaron la necesidad de "aprovechar la experiencia del Consorcio DELTA de Prevención y Manejo de Incendios Forestales". A su vez, expresaron que "la responsabilidad primaria está en las provincias, pero se debe atender en forma coordinada entre estas, la Nación y las entidades locales".
En el texto, los productores recuerdan que "la prevención de incendios requiere una serie de medidas -que ameritaba poner en funcionamiento con carácter de urgencia ante la situación extraordinaria con bajante de río y sequía- para planificar y organizar acciones locales ".
Esas acciones deberían haber incluido "información a la población y sensibilización sobre los incendios, sistemas de detección de humo, emisión de alertas temprana, controles más severos -con presencia de fuerzas de seguridad- e inclusive, quemas controladas por personas especializadas que bajen los niveles de combustible en los sectores que su peligrosidad amerite".
Todas esas medidas se "deberían haber puesto en funcionamiento cuando se detectó el aumento de riesgos de incendio a principio del año", señala el Consorcio de Productores del Delta, y explican: "aunque previstos por la Ley 26.815 de presupuestos mínimos para el manejo del fuego, estos mecanismos de planificación y coordinación de recursos entre Provincia y Nación no se han realizado".
Para los productores, una ley de Humedales no solucionará los problemas de los incendios sino que se deberían instrumentar políticas de prevención, manejo y control del fuego. "Impulsar una Ley de Humedales o señalar como responsable a la ganadería para responder a los incendios, están produciendo un grave daño al Delta y a las poblaciones cercanas. Su discusión no debe estar teñida de humo y debe llevar el tiempo de análisis que sea necesario para que su sanción comprenda la realidad productiva de una buena parte del territorio nacional", expresan los productores del Delta.
En el documento, recuerdan que luego de los incendios de 2008 el gobierno nacional de entonces dispuso la creación del Plan Integral Estratégico para la Conservación y el Aprovechamiento Sustentable del Delta del Paraná (Piecas) con la participación de las provincias involucradas y la Nación. Además, se sancionó la ley 26.562 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para el control de actividades de quema.
Sin embargo, el Consorcio de Productores del Paraná, advirtió: "en 12 años de vigencia, nunca convocaron a los principales interesados en el ordenamiento territorial del Delta, como lo son su población y sus organizaciones representativas -algunas como la nuestra con 85 años en la región y habiendo sido parte en la creación de la Reserva de Biosfera Delta del Paraná donde conviven en armonía producción y biodiversidad-, para consultar sobre la problemática y aportes que pueden ofrecer".
Los productores reclaman que "se avance en una política de manejo del fuego, articulada entre jurisdicciones provinciales y Nación", y en el "ordenamiento responsable del Delta".
El texto completo:
Los incendios de pastizales en el Delta Superior han generado una legítima preocupación por las consecuencias tanto por el humo en poblaciones como por el impacto ambiental en las islas. Esto ha movilizado rápidamente a ONGs y legisladores a impulsar leyes de ordenamiento de humedales. Se presentaron 7 proyectos en la cámara de Diputados de la Nación en los últimos días. Desde las organizaciones que nuclean a productores que habitan el Delta vemos con preocupación cómo se enfocan dos temas diferentes como si fueran uno: manejo del fuego y ordenamiento de humedales. Y tememos que los humedales tapen el humo y se sigan repitiendo estos fenómenos recurrentes sin prevenir sus causas.
Los ecosistemas con pastizales tienen al fuego como parte de su sistema. Indefectiblemente, dada cierta carga de combustible y condiciones climáticas, se queman. Este año estamos ante una situación histórica de riesgo: la bajante del río Paraná ha creado zonas de pajonales en zonas que tradicionalmente estaban bajo agua y con ello, una presencia de combustible más alta de lo normal se conjugó con una sequía importante. Con estas situaciones, las probabilidades de incendios que no se pueden manejar, son altísimas. Y es lo que sucedió. Como se observa en el gráfico, los incendios detectados en el mes de junio se concentran a lo largo de las costas del Paraná, y los de la zona del Delta Superior aparecen como parte de un patrón general.
Sin dudas, el Delta y sus distintas realidades, necesita un ordenamiento territorial. Cuando se produjeron los incendios de 2008 desde el Gobierno nacional se respondió con dos medidas: la creación del PLAN INTEGRAL ESTRATÉGICO PARA LA CONSERVACIÓN Y EL APROVECHAMIENTO SUSTENTABLE DEL DELTA DEL PARANÁ (PIECAS) con la participación de las Provincias involucradas y la Nación, y la sanción de la Ley 26.562 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para el control de actividades de quema. Los resultados no están siendo satisfactorios. El PIECAS realizó estudios que permiten describir mejor al Delta, pero no se han derivado en políticas específicas. En 12 años de vigencia, nunca convocaron a los principales interesados en el ordenamiento territorial del Delta, como lo son su población y sus organizaciones representativas -algunas como la nuestra con 85 Años en la región y habiendo sido parte en la creación de la Reserva de Biosfera Delta del Paraná donde conviven en armonía producción y biodiversidad-, para consultar sobre la problemática y aportes que pueden ofrecer. El ordenamiento sostenible del Delta es una necesidad que apoya toda la población de islas, principales perjudicados de los incendios. Solo aspira a ser considerada y escuchada tal como cualquier ordenamiento territorial prevé.
¿Sirve una ley de Humedales para prevenir y controlar este tipo de eventos? Definitivamente, no. Los humedales cubren extensos territorios del país que incluyen las salinas de Jujuy, la bahía de Samborombón, los mallines patagónicos, los esteros del Iberá, las zonas bajas e inundables del Salado… al menos el 21% del territorio continental del país. Una ley de Humedales no es instrumento para atender las políticas necesarias para la prevención, control y manejo del fuego en el Delta.
esde las organizaciones vinculadas a la producción en Delta insistimos en la necesidad de mejorar las políticas y el sistema de gobernanza regional, del manejo del fuego en particular y aprovechar la experiencia del Consorcio DELTA de Prevención y Manejo de Incendios Forestales. La responsabilidad primaria está en las Provincias, pero se debe atender en forma coordinada entre éstas, la Nación y las entidades locales.
La prevención de incendios requiere una serie de medidas -que ameritaba poner en funcionamiento con carácter de urgencia ante la situación extraordinaria con bajante de rio y sequía- para planificar y organizar acciones locales que incluyen información a la población y sensibilización sobre los incendios, sistemas de detección de humo, emisión de alertas temprana, controles más severos -con presencia de fuerzas de seguridad- e inclusive, quemas controladas por personas especializadas que bajen los niveles de combustible en los sectores que su peligrosidad amerite. Esto se debería haber puesto en funcionamiento cuando se detectó el aumento de riesgos de incendio a principio del año. Aunque previstos por la Ley 26.815 de presupuestos mínimos para el manejo del fuego, estos mecanismos de planificación y coordinación de recursos entre Provincia y Nación no se han realizado.
Impulsar una Ley de Humedales o señalar como responsable a la ganadería para responder a los incendios, están produciendo un grave daño al Delta y a las poblaciones cercanas. Su discusión no debe estar teñida de humo y debe llevar el tiempo de análisis que sea necesario para que su sanción comprenda la realidad productiva de una buena parte del territorio nacional.
Quienes hoy están perjudicados por los incendios están seguros de que volverán a sufrir el fenómeno ante condiciones climáticas similares. Por ello, se urge a que se avance en una política de manejo del fuego articulada entre jurisdicciones provinciales y Nación que efectivamente permitan prevenir las situaciones de riesgo y, sin dudas, se avance en el ordenamiento responsable del Delta, para lo cual no se requiere ninguna Ley, solo hacer efectiva la utilización del PIECAS. De lo contrario, seguiremos repitiendo esta misma situación periódicamente y, aun peor, si los actores de la producción ambientalmente responsables no son tenidos en cuenta.
Fuente: Consejo de Productores del Delta
LA NACIONTemas
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