Estamos transitando tiempos violentos. Esa violencia parece no tener fin en las ciudades y el campo no es ajeno a esta problemática. Roturas de silobolsas, abigeato sin control, intrusiones de propiedades, robos de maquinaria de cualquier tipo y, como si esto fuese poco, nos encontramos con asesinatos.
¿Qué se necesita para revertir este problema? ¿Cuál es el límite ? ¿Qué función y obligación no están cumpliendo las fuerzas de seguridad rural? ¿Por qué es tanta la liviandad con que se trata este tema en el Gobierno y algunos ámbitos políticos? ¿Qué acciones puede tomar el productor?
¿Por qué no se utiliza la tecnología como complemento para prevenir y persuadir? ¿Cuál es el procedimiento preventivo de parte de la policía para este problema? ¿Es prioritario este problema para las autoridades? Las organizaciones rurales, además de solo verter frases de repudio y deseos de solución, ¿hacen algo?
Como vemos, el problema es enorme y las preguntas son muchas. Entendemos que la solución vendrá a raíz de un trabajo mancomunado entre legisladores, policía, jueces, fiscales, productores, no olvidando la necesidad imperiosa de tomar e integrar a la tecnología como un complemento de importancia medular.
¿Cómo hacemos para que, por ejemplo entre Buenos Aires y Santa Fe, 6850 policías rurales puedan cubrir y vigilar las 14 millones de hectáreas sembradas entre ambas provincias? ¿Pensamos realmente que el comprar drones chinos traerá solución? ¿Los funcionarios que se ocupan de estas cuestiones están capacitados para tal circunstancia? O simplemente es otro “pelotazo a la tribuna”.
Es muy decepcionante entender que en nuestro bendito país hay tecnología premiada, con plena capacidad para dar respuesta a este nudo. Entonces, ¿por qué no se implementa? ¿Sufrir robos, no condiciona y modifica los resultados de una campaña?
Entendemos que hay mucho por hacer, que hay mucho potencial, que no tenemos que recurrir a países donde no entienden absolutamente nada de la problemática del campo argentino. Entendemos que los actores que, de alguna u otra manera, estamos conectados al campo ayudamos y ayudaremos en dar solución certera, seria, contundente. No cometamos el error de esperar a que el Estado de solución, pues eso no sucederá por un largo tiempo, este problema lo tenemos que solucionar con el esfuerzo y compromiso de todos.
Un ciclo productivo se entiende en su totalidad: no sirve de nada aumentar la producción cárnica cuando en el medio roban y matan muchos animales. No sirve de nada crecer año a año en toneladas de granos cuando al mismo tiempo violentan silobolsas con cereal irrecuperable en muchos casos.
Es un punto preocupante el posible pensamiento de que “en algún momento dejarán de robar”, el mismo es de una pasividad y resignación que asfixia. Hagamos algo para mejor las cosas, busquemos el trabajo en conjunto entre todos los actores para enseñar que en coordinación los argentinos somos invencibles. La tecnología está acá, disponible, para ser implementada ahora, inmediatamente. Por el bien de todo el campo argentino, esto depende de nosotros.
El autor integra Networks-Innovations
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