"No podemos seguir exportando maíz porque tener una exportación récord en maíz no es un piropo". Esa fue una de las observaciones del economista agrario Gabriel Delgado durante el 7º Simposio llamado Del sur al mundo en 2030, realizado hace 10 días.Delgado, exsecretario de Agricultura de la Nación, es el hombre designado por el presidente Alberto Fernández para manejar la intervención en la cerealera Vicentin.
"Será eje de discusión cambiar la matriz exportadora y pasar de exportar alimentos para animales a exportar directamente alimentos para humanos, es decir producir con foco en proteína animal", destacó.
"Este cambio paulatino de empezar a exportar directamente alimentos para la población es un camino bastante nítido para el país, que tiene un gran futuro por delante en el crecimiento de servicios basados en el conocimiento, como es la producción de software y de la biotecnología", agregó.
En un nuevo formato digital, el encuentro fue organizado por el Programa de Bioeconomía de la Fauba y la Fundación Centro de Estudios para el Desarrollo Federal (Cedef); la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto y contó con la participación de economistas, empresarios y expertos del sector.
Delgado buscó descifrar y poner luz sobre las nuevas tendencias y oportunidades post pandemia para el país. Reflexionó como el coronavirus está acelerando de manera vertiginosa y exponencial todos los procesos que ya estaban en marcha, entre ellos está la pobreza, "donde nadie puede desarrollarse en una sociedad que no se realiza".
De esta manera, el experto entiende que es momento de mirar hacia el futuro con un enfoque holístico y que "nunca hay que desperdiciar una buena crisis".
"Esta pandemia configura una nueva geopolítica, una estrategia comercial diferente de los países y un análisis distinto de las cadenas de valor", indicó.
Alimentos para el mundo
Para Fernando Vilella, director del Programa de Bioeconomía de la Fauba, hay ciertos rasgos que se pueden rescatar de la crisis y uno de ellos es la necesidad evidente de las personas a alimentarse. "La seguridad alimentaria está en el centro de la escena y el país es un actor importante en ese juego, forma parte de ese 10% del mundo que produce excedentes alimentarios de cierta significancia", dijo.
En este contexto, puntualizó que la Argentina debe hacer un salto importante de las exportaciones que, "en algún momento fue del 2% del comercio mundial y hoy solo representa el 0,3%".
"Todo aquel que tenga carne se convertirá en un mercado activo a partir de la aspiradora china de proteína animal. Sin embargo, aquellos que produzcan insumos tendrán problemas adicionales que se generan por el bajo consumo de combustibles fósiles, con lo que posiblemente habrá una modificación en el precio del maíz, que este año además va camino a tener una cosecha récord", vaticinó.
Por último, Delgado sostuvo que debe haber una mirada más abarcadora de lo que significa el sector bioindustrial para la macroeconomía argentina. "Por un lado, no se debe ver a la actividad como una caja sino como una fuente genuina de generación de empleo y divisas y por otro, el sector debe dejar de tener una visión puramente sectorial", concluyó.
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