En Córdoba transforman los deshechos de la faena de aves, purines animales, estiércol bovino, aceites, restos de fruta, lodos y sustratos de origen animal en biogás
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CORDOBA.- Desde junio produce biogás la planta instalada en General Paz, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Córdoba, que encaró Pollos San Mateo. El criadero avícola familiar invirtió US$7 millones para transformar sus residuos en energía. El emprendimiento Helios San Mateo realizado junto con Aggreko - proveedor líder mundial de energía modular móvil- es pionero en América Latina; usa los residuos de la faena de pollo, purines animales, estiércol bovino, aceites, restos de fruta, lodos y sustratos de origen animal.
La planta cuenta con cuatro biodigestores que se alimentan de los desechos orgánicos de las granjas de producción avícola de San Mateo. Aggreko desarrolló una solución de energía a través de la producción de biogás para transformar 130.000 toneladas de residuos orgánicos en este combustible.
La capacidad de generación es de 2,4 MWh de energía eléctrica y 2,48 MWth de energía térmica mediante un sistema de recuperación de calor para cogeneración (CHP). Diego González, gerente de Desarrollo de Negocios de Aggreko, señala a LA NACION que la iniciativa permite “disminuir el impacto ambiental al mínimo”.
Se trata del primer proyecto con cogeneración térmica completa (CHP) de la región, que funciona a través de un sistema que recupera el calor generado por los gases de escape y el agua de camisas del motor, representando así un “importante antecedente” en América Latina en la regeneración total de energía.
Cuando el proyecto se inició, el presidente de San Mateo y de Helios Mateo, Mateo Ligato, explicó que como la cría de pollos es una actividad con “márgenes muy chicos” es clave mejorar la eficiencia y, en esa línea, se apuntó a aprovechar los residuos que se generan para producir energía. Además de los deshechos propios, suman la vinaza de Refinería del Centro y los residuos del frigorífico La Superior, a la vez que esperan cerrar nuevos contratos.
“La idea que nos inspira y de la que estamos convencidos es que nada se pierde, todo se transforma”, sostiene Ligato. En 2018 la empresa participó de la segunda licitación del programa RenovAr.
El sistema de cogeneración instalado aprovecha el calor del agua del motor (agua de camisas) y el calor de los gases de escape de los motogeneradores instalados, para calentar agua del circuito de los biodigestores.
Agrekko proporciona agua caliente para el proceso de pasteurización del sustrato orgánico previo al ingreso a los biodigestores y para el mantenimiento de los sustratos utilizados para producción del biogás.
Con las condiciones existentes en la planta, se dispone un rendimiento total (generación eléctrica + generación térmica) superior al 80%. La planta no genera ningún tipo de desperdicio: todo lo transforma en un recurso.
El sistema utiliza la materia orgánica producida por la planta avícola para generar biogás que alimenta los generadores, con energía disponible para dar al sistema eléctrico. Al mismo tiempo, se reutiliza el calor residual del generador que calienta el agua para el proceso de generación de gas. Es decir, los generadores producen calor que se reutiliza para mantener en la temperatura deseada los biodigestores, con el fin de evitar gastos adicionales en el consumo de diésel en la caldera.
Después, al terminar el proceso de descomposición en el que se genera el biogás, de los biodigestores se obtiene un efluente líquido que se reutiliza para regar el predio parquizado de la planta y el campo vecino, donde además siembran maíz que luego se convierte en alimento para la avícola.
Esta nota se publicó originalmente el 14 de octubre de 2022
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